Artículo Periodístico 214º: “¿Si hay
censura cultural o, y si hay suficiente racionalidad en la gestión de la
industria cultural?[1]
0.
No hay censura política por parte del Estado que permite un grado muy extenso
del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión y de publicación y de
difusión…
¿Pero
como la cultura la controla o gestiona o selecciona una industria cultural
privada y también otra pública y otra semipública? ¿Las personas que gestionan
dichas entidades pueden seleccionar según su parecer, ideología, cultura,
intereses, fines, fobias, filias…? ¿Y al final, en algunos casos a determinadas
obras y autores se les puede de alguna manera censurar, no seleccionar,
invisibilizar, en definitiva no existir o casi no existir…?
1.
¿No censuraría el Estado, pero si los gestores intermedios que son los que en
última instancia controlan la cultura, a nivel público o, y privado…? ¿Los que
seleccionan son personas de carne y hueso, y por tanto seleccionan obras y
autores de las distintas especialidades o saberes o actividades culturales con
sus criterios más o menos acertados…? ¿Industria cultural bajo distintos
paraguas ideológicos, culturales, sociales, económicos, políticos, religiosos…?
¿En
los lugares, localidades, ciudades, regiones que exista mucha oferta de
industria cultural, pública y privada pues la hipotética censura no es tal, o
es apenas o no se nota tanto, pero en las ciudades que existe una oferta de
industria cultural pública y privada muy reducida si podría de alguna forma
ocurrir este fenómeno o esta hipotética realidad…?
¿Realizado
con buena o mediana o mala voluntad…? ¿Según intereses sean de tipo económico,
social, cultural, religioso, filosófico, ideológico, etc.? ¿Por tanto hecho o
realizado por entidades o personas de buena voluntad, de buenos fines e
intereses, buena formación y educación, pero que no son conscientes de que
quizás al seleccionar autores y obras de determinados campos culturales no son
totalmente racionales, lo más objetivos posible, lo más imparciales posible…?
¿Por
tanto habría que plantearse sistemas más racionales de organización de la
gestión cultural, selección de obras, selección de autores…?
2.
¿Por poner un ejemplo la obra Cuadernos o
Soliloquios, tan inmensa en cantidad, no entramos en la calidad, de alguna
manera se está censurando, se le está cerrando posibilidades? ¿Sin concretar
más…? ¿Sin buscar culpables, sin buscar chivos expiatorios, sin buscar
polémicas, sin buscar victimismos…?
¿No
debería esta obra ocupar un pequeño lugar en la cultura de la provincia dónde
se ha hecho, en la ciudad dónde se ha construido, en la región dónde se ha
fabricado, en el país-sociedad-tiempo en la que ha sido concebida…?
¿Incluso
admitiendo que sea la obra literaria-filosófica-pictórica de menor o menos
calidad de todos los tiempos y épocas y culturas…?
¿Pero
una construcción u obra cultural y de creación y de búsqueda y de investigación
de cuarenta mil páginas escritas de filosofía-literatura-arte y de varias
docenas de miles de dibujos-pinturas-hojas de libros de artista, que se supone
están en colecciones públicas y privadas, no debería ocupar algún lugar en la
producción cultural humana…? ¿A nivel local, provincial, regional, nacional…?
¿Aunque fuese el último? ¿Una obra que se ha tardado en realizar y construir
más de cuarenta años…? ¿Una obra que solo en su parte escrita es una de las
tres obras más extensas en número de palabras, de un único título y de un único
autor de todos los tiempos y de todas las culturas…? ¿Sin entrar en la parte
plástica? ¿…?
3.
Esto dicho sin tomarlo con tragedia, sin tomarlo con rencor, sin maledicencia,
sin inquina, sin buscar culpables, sin deseo de polémicas, solo buscando la
reflexión y buscando si es que existe algún problema en la gestión cultural
pública y privada hoy…
¿Pero
no habría seriamente que plantearse y replantearse si los sistemas de gestión
cultural, en casi todos los ámbitos y actividades no son totalmente
racionales…? ¿No existen suficientes sistemas y medios y modos de selección de
obras y autores en la mayoría de los campos de las actividades culturales…? ¿O
si existen no son suficientemente racionales…?
¿Por
ejemplo tomemos la poesía, por poner un pequeño sector de la cultura, se sabe
cuántos poetas o autores de poesía, sean de menor o mayor calidad existen en
una localidad, provincia, región, nación-sociedad-Estado…?
¿Por
tanto, si se quiere hipotéticamente realizar una selección o una antología si
no se conocen cuántos autores existen y cuántas obras han realizado, las hayan
semipublicado o publicado o estén en el cajón…? ¿Se puede acaso realizar un
estudio serio y profundo y científico de un nicho ecológico sin saber o sin
intentar conocer cuántas plantas, animales, especies vivas, etc., existen en
ese sistema biológico…?
4.
¿Hoy que la industria cultural es un tanto por ciento importante en el PIB
nacional o de cualquier sociedad o Estado no habría que plantearse seriamente
buscar sistemas más racionales de gestión y selección y distribución y difusión
de la cultura…? ¿Hoy que la industria cultural es y puede ser uno de los medios
esenciales para la educación del ser humano y para que tome decisiones sociales
y políticas y económicas y personales y morales más verdaderas, racionales,
bondadosas, eficientes, con más sentido común, más prácticas y más científicas,
etc.?
¿No
habría que tener lo primero, directorios o listas de todos los autores y obras
según especialidades… sean éstas ingeniería, periodismo, poesía, pintura,
filosofía, matemáticas, diseño, pedagogía, teología, historia, arte, economía,
y todas las actividades culturales, literarias, artísticas, científicas,
teológicas…? ¿Según todos los saberes y subsaberes…?
¿No
se debería formar un debate público y en los medios de comunicación y en las
universidades y en todas las entidades que se ocupan de estos temas…, sobre
estas cuestiones…?
¿Sí
o no, cuánto de sí y cuánto de no…?
© jmm caminero (05 abril 2015 cr).
Fin
Artículo 214º: “¿Si hay censura cultural o, y si hay suficiente racionalidad en
la gestión de la industria cultural?
*
[1] Enviado al Per. Digital El
Porvenir de Clm, el día 05 de abril 2015. Publicado el 06 de abril 2015.