Artículo Periodístico 209º: “¿Se está cayendo en la demagogia en un país imaginario equis o cómo se sabe cuándo se ha caído en dicha situación?”[1].
0.
¿Cómo se sabe si una parte importante de una sociedad y parte de sus elites políticas
y por tanto el Estado está cayendo en una situación demagógica…? ¿Cómo se sabe
cuando se está en una demagogia, y todavía no ha dado sus frutos, cómo se sabe
si se está a punto de caer en la demagogia, cómo se sabe si está profundamente
insertada en una demagogia y por consecuencia las soluciones de salida son muy
difíciles…?
1.
¿No se ha educado y enseñado al pueblo la realidad, la realidad social, la
política, la económica…?
2.
¿El pueblo o gran parte de él, cree que todo es posible, y que existen los
Reyes Magos…? ¿Y la elite política de mil modos o formas puede “comprar” los
votos del pueblo, diciéndole lo que quiere oír y no lo que debe oír…? ¿Es cómo
si el cirujano te diagnostica lo que quieres oír y no lo que cree es la
enfermedad, diagnóstico y pronóstico y tratamiento…?
3.
¿Se confunde etapas de creación de riqueza como que esa situación va a durar de
forma permanente y por consecuencia todos o casi todos los sistemas de
rectificación, rectificación gubernamental, administrativa, política, estatal,
social, cultural, familiar, individual decaen o caen en decadencia o no cumplen
sus funciones…? ¿Se duermen o se colapsan de alguna manera, no se activan, no
funcionan…?
4.
¿Se ha caído en una crisis moral enorme y en una crisis espiritual, en sentido
estricto enorme…? ¿Y ni siquiera parte de la población es consciente de esa
realidad…? ¿Puede que entiendan de enfermedades físicas y biológicas, de
enfermedades psicológicas, pero raramente admiten que ellos o parte de la
sociedad pueden estar en una enfermedad moral, y menos aún espiritual o
religiosa…?
5.
Parte del pueblo, una parte importante ha caído en el orgullo o en otros
errores morales, en uno o en varios de los siete errores morales graves o siete
pecados capitales… creen que son libres, que eso es una cuestión de su propia
libertad, libre arbitrio, autodeterminación, y que es parte de su personalidad,
y de su carácter, y de su inserción en el mundo, en vez de entender que son
errores psicológico y morales y espirituales graves. Con enormes consecuencias,
a medio plazo y largo plazo, sobre sí mismos, sobre los próximos, sobre los
demás, sobre la familia incluso sobre la sociedad y el Estado… Porque lo
moral-ético tiene una interrelación esencial con lo social, lo económico, lo
político, etc.
6.
El pueblo o parte del pueblo cambia de una ideología a otra en las votaciones,
incluso cae en el voto demagógico. Vota a quién le conviene, y no a quién
represente mejor la realidad actual social-política-económica. No es capaz de
soportar las medidas que sanan de la enfermedad y creen en los milagros…
Incluso
cayendo en posturas que pueden ser radicales, con consecuencias, que después de
votadas dichas formaciones, no se sabe lo que sucederá, incluso sus dirigentes
sin suficiente experiencia política, demasiado jóvenes, con posturas que pueden
haber ido cambiando en pocos meses, hablando y diciendo lo que quiere oír el
pueblo o parte de él…
En
la historia, incluso dentro de Europa, se ha visto ejemplos. No indicaremos
cuales, pero han existido de un color y de otro…
7.
Por solucionar un problema grave, si no se hace con racionalidad y sentido
común y el saber ortodoxo se puede caer en otro problema más grave y de
consecuencias impredecibles…
8.
Ese país imaginario está dentro de la cultura del cristianismo, y aunque parte
de la población no sea practicante o sea incluso otra parte atea o agnóstica,
tiene metido en sus genes, la necesidad de la salvación y de salvadores. Y
cambia el Salvador con mayúsculas, con salvadores con minúsculas… y lo hace de
forma consciente, y en parte inconsciente…
9.
No se buscan y se actúan según motivos y razones racionales, basadas en los
saberes ortodoxos, sean ciencias sociales, económica, política, demografía,
situación política y económica internacional, peligros en el horizonte, etc.,
sino por razones irracionales, pasiones, odios, inquinas, rencores, enfados,
frustraciones sin racionalidad suficiente, etc.
10.
No se tiene en cuenta la historia de ese país imaginario, la historia en los
últimos ciento cincuenta años, olvidan que han tenido tres o cuatro guerras
civiles… que quizás en su historia han estado de enfrentamientos durante
siglos, debido a culturas, ideologías de todo tipo, etc.
11.
Olvidan el principio que todo puede mejorar, si se toman las medicinas
correctas, pero si no se diagnóstica bien, y se toman las medicinas
incorrectas, la cosa puede empeorar mucho, mucho…
12.
En tiempos de enormes crisis, gusten o no gusten, hay que llamar a personas de
experiencia, aunque no lo hayan hecho bien, personas de al menos cincuenta o
sesenta años, con experiencia en el gobierno público, sean de un color y sean
de otro, sean de los grandes ideologías que durante décadas a ese continente
han dado estabilidad y desarrollo y riqueza…
Esas
personas gusten o disgusten a parte de la población, a jóvenes y menos jóvenes,
porque son los que les pueden sacar del embrollo, los que tienen conocimientos,
los que tienen contactos, los que tienen experiencia, los que saben lo que es
el poder, los que saben utilizar el poder, los que pueden enfrentarse a lo
mejor y a lo peor. Aunque esas personas no nos gusten… porque al final, qué
prefiere usted que le opere un cirujano del corazón a vida o muerte, alguien de
treinta o cuarenta años, sin experiencia previa, por muchos estudios que tenga,
o prefiere que le opere alguien de sesenta años, con experiencia de treinta
años y con conocimientos suficientes…
13.
Cuando falta el sentido común y se instala la irracionalidad, y la frustración
y el dolor, con razón o sin ella, se pueden tomar soluciones muy incorrectas,
porque los estados de no racionalidad, es como cuando se está en estado de
ebriedad que no se controla… y después, enderezar la situación es muy difícil.
El pueblo tiene el deber de tomar la decisión más correcta, pero el pueblo, y
yo soy pueblo, tiene que saber que también el pueblo se puede equivocar. Pero
los errores del pueblo son al final más grave que los errores de la clase
dirigente, porque el pueblo es más, sobre sus espaldas camina la historia…
14.
¿Por tanto como se sabe si se está en una situación demagógica, como Herodoto,
Platón, Aristóteles ya indicaron que puede ser una fase más en el gobierno de
las ciudades-Estado, en definitiva de los Estados, de antes y de ahora, de ayer
y de mañana…?
¿Usted
tiene el guante en sus manos, en este caso, sus ideas y opiniones que exprese,
y el papel con el voto en la urna…? ¡Sea usted prudente y sea usted racional,
vote con la cabeza y no solo con el vientre, el rencor, el odio, el
sufrimiento, la frustración…! ¡Piense usted en sus hijos y en sus nietos
potenciales o reales, y no solo en sus heridas y traumas que lleva sangrando…!
15.
Puedo estar en el error, pero no puedo intentar engañarle, al final solo soy un
libre observador de la realidad, un librepensador como antes se decía… un
librepensador que no ha hecho nada más que equivocarse. Supongo que en esta
cuestión también… nadie se ofenda, porque a nadie se desea, ni se necesita, ni
se quiere ofender…
©
jmm caminero (02 febrero-27 marzo 2015 cr).
Fin
Artículo 209º: “¿Se está cayendo en la demagogia en un país imaginario equis o
cómo se sabe cuándo se ha caído en dicha situación?”.
*
[1] Enviado al per. dig. El Porvenir
de Clm, el día 27 de marzo 2015. Publicado el día 28 marzo 2015.