Artículo Periodístico 297º: “Toros y
fiestas populares”[1].
0.
Todos los años, especialmente en verano, en todas las fiestas populares que en
los cientos de pueblos se Hispania se celebran y se sueltan o torean toros o
vaquillas por y para el pueblo, hay una decena de muertos, además de personas
heridas. Por lo tanto habría que buscar una manera o formas para que esto no
sucediese o al menos disminuyese.
1.
Entendemos y comprendemos que pueden ser fiestas y costumbres que tengan
décadas o siglos pero la vida humana es un valor casi absoluto y les compete a
la autoridad gubernamental y a la sociedad legislar y buscar maneras para que
estos efectos tan negativos no se produzcan.
No
estamos abogando por negar las carreras de toros en las calles, ni el toreo por
el pueblo con vaquillas. Que sería otro tema a tratar y a hablar y analizar,
sino que se busquen maneras y formas para que se puedan reducir ese número de
fallecimientos y de heridos graves y menos graves, sin abolir dichas fiestas y
prácticas populares…
2.
Una posibilidad consistiría, si no se puede afeitar los toros o vaquillas, al menos
ponerles unas bolas o fundas o algún artilugio en las puntas de los cuernos que
en el caso de rozar la carne humana, no se incrustarse dentro de ella.
Existen
distintas posibilidades desde tacos a bolas o fundas, en distintos tamaños…
Por
supuesto que el peligro continuaría porque un pisotón de un toro o vaquilla de
doscientos kilos o quinientos kilos o más, es suficiente para la rotura de
huesos, nervios, músculos.
Desde
luego el clavarse los cuernos con estos tacos o bolas, podría producir heridas,
pero si no se mete en la carne, esperemos que las consecuencias fueran menos
graves. Aunque no se descarta que en algunos casos también podrían ser
dramáticas.
Por
tanto se podría estudiar y analizar este problema, por ejemplo, crear uno o
varios concursos nacionales y buscar artilugios o modos o formas, incluso
incentivar patentes en este sentido.
Pero
creo que igual que la Administración regula planes para evitar accidentes de
tráfico o accidentes en todas las actividades laborables y en las actividades
deportivas, éste sería un campo que deberían regular.
4.
El pueblo que disfruta en estas fiestas, y las personas que se tiran a la
calle, para correr delante de los toros o para torear a vaquillas o toros en
las plazas de cientos de pueblos, podrían continuar haciéndolo.
Por
tener los toros o vaquillas, diríamos este soporte, que podría ser más o menos
apreciable o más o menos grande, no disminuiría la adrenalina en las fiestas,
ni sería un menoscabo para la tradición y la fiesta en sí, y los mozos no se
les minusvaloraría su valor y su capacidad de salud física y demostrar su
fortaleza… ante el resto del pueblo y ante las mozas casaderas…
No
minusvaloramos el valor de unidad que estas fiestas producen en los pueblos. No
minusvaloramos el valor de personas que viven en otras zonas del país, es una
excusa para volver a sus lugares de origen y encontrarse con sus infancias y
sus parientes, no olvidamos el valor de turismo y de economía que supone estas
fiestas para multitud de pequeñas ciudades y grandes ciudades en el mundo. Y
desde luego no olvidamos a Hemingway.
5.
Se podría estudiar y buscar barreras desde dónde el público ve el espectáculo y
donde los corredores se puedan cobijar. Estudiar formas y barreras que fuesen
más eficientes para cumplir con su fin. Para eso se podría y se debería estudiar
dicho problema. E igual que el anterior crear un concurso a nivel nacional,
hacer estudios de diseño y por parte de técnicos y especialistas y encontrar
barreras y sistemas que permitan este doble uso, para ver al público y también
para que los corredores se puedan meter en ellas para protegerse.
En
definitiva perfeccionar las barreras utilizadas hasta ahora, todos los tipos
existentes actuales.
6.
Crear reglamentos municipales para intentar que corredores con una tasa o
cantidad de alcohol que exceda de una medida no puedan participar en las calles
corriendo. De ese modo se podría evitar accidentes por caídas y heridas de los
toros o vaquillas.
7.
También obligar a los corredores ponerse cascos, similares a los de las motos.
Estudiar y analizar esta idea, de tal modo que en caso de una caída no se
produjesen heridas graves en la cabeza, e incluso a la hora de aplastamientos
de otras personas o de los mismos animales…
8.
Creo que tenemos derecho a seguir teniendo nuestras tradiciones, más si son de
siglos, tenemos derecho a tener nuestras fiestas, pero si es posible con dos
condiciones mínimas, no hacer daño a los animales, y si es posible que los
animales no produzcan la muerte a mozos y menos mozos en las fiestas de los
pueblos. No disminuiría con alguno de estos posibles artilugios el valor de la
fiesta, el valor de los que corren, y si diez personas más pueden vivir y
seguir existiendo cada año. Creo que vale la pena que quién tenga autoridad en
este tema, sea regional o provincial o local o nacional ponga un poco de orden
y racionalidad en este tema o en esta cuestión…
©
jmm caminero (17 agosto-01 septiembre 2015 cr).
Fin
artículo 297º: “Toros y fiestas populares”.
*
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