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Artículo Periodístico 393º: “Virtudes y desvirtudes: Maledicencia”.


                        Artículo Periodístico 393º: “Virtudes y desvirtudes: Maledicencia”[1].   
                        0. ¿Hemos caído en este error moral y psicológico y espiritual, y se ha convertido ya, en casi toda la población, en una forma de ser y estar, que ya no somos conscientes de él? ¡Se habla y se quita la fama del otro, sin motivos, sin datos suficientes, sin razones suficientes? ¿Nos entrometemos en la vida de los demás sin necesidad, sin causas…? ¿La maledicencia y el juicio temerario son dos caras de la misma moneda, que es una epidemia que se transforma en enormes males…?
                        1. Se puede definir aquella acción o acto que le quita de forma injusta la fama y el honor al prójimo. Muchas veces, sin necesidad y sin causa suficiente.
                        Este mal está tan extendido que ya parece una plaga o una epidemia, es más, ya este mal está tan universalizado, al menos en algunos territorios, sociedades, culturas, países que ya la mayoría de la población no es consciente de que es un mal, y un mal grave, y no es consciente de las consecuencias que para un individuo puede ocasionar esta forma de ser y actuar.
                        Ciertamente hay unos individuos o colectivos o grupos más propensos que otros. Y es cierto, que a veces, los medios de comunicación, o al menos, algunos han caído en este defecto, y han propiciado que ese error de conducta se extienda más por la población.
                        No estamos hablando, que por causas necesarias y justas, y en los lugares debidos, una persona, que haya sido perjudicada gravemente, tenga que indicar determinadas actuaciones de otra o de otras personas. No estamos hablando la justa defensa de una persona también en este problema. No vamos a negar que una persona ante tribunales legales y legítimos tengan que narrar los hechos, hechos de personas y con datos. No vamos a negar que las personas, tengan derecho justo y legítimo a la defensa de su fama y de su honor…
                        Pero todo en esos casos también tiene que estar con medida y con mesura y con racionalidad y con sentido común y con prudencia y con proporcionalidad.
                        Es lamentable que demasiadas veces, no somos conscientes, que ante una situación hay que escuchar a las dos partes. Y solo se oye y escucha y se tiene en cuenta una parte.
                        Como en todo, la prudencia debe ser la madre y la fuente de quién hay que tomar consideración. Ciertamente los actos malos, no podemos decir que son buenos, los buenos no podemos definirlos como malos. Pero las circunstancias de las personas, las circunstancias de las situaciones son, casi siempre terrenos en los que casi nadie de fuera, muchas veces, tampoco de dentro, conocen todas las variables…
                        2. Los juicios temerarios, es decir, indicar expresiones y juicios sin suficientes datos, sin suficiente competencia de la realidad o sobre la realidad, o sobre esas personas es un mal enorme. No podemos negar que hay que escuchar a la mente y al cerebro, y escucharlo y tenerlo en cuenta, porque a veces, el cerebro se adelanta ante un peligro, antes que la conciencia sea consciente. Pero una cosa es escuchar a su propio yo, no llegando a los radicalismos y extremos, porque podrías caer en sin sentidos, y otra cosa, es decir, cualquier cosa de cualquier persona, por un simple indicio o signo.
                        Es más, habiendo visto una actuación negativa o perniciosa de otra persona, si no te compete, no tienes por qué decir nada… Este consejo te evitará muchos enemigos, muchos adversarios, muchos problemas…
                        El prójimo y el otro, además que nadie tiene derecho a quitarle su chaqueta o un trozo de tierra o diez dólares, también tiene derecho a que nadie le quite la fama. Otra cosa, es las excepciones que antes hemos indicado. También debemos pensar que no podemos valorar lo mismo las obras buenas de las personas, que las obras malas, porque muchas veces, en la discreción, los malos van engrandeciéndose y muchas veces, los buenos, se van empequeñeciendo. Y esto ocurre, muchas veces, en las familias en sentido amplio, en los lugares de trabajo, en las vecindades, en los pueblos o en multitud de colectivos y asociaciones… muchas veces, las personas de buena voluntad, son las que quedan como malas, y las personas con menor buena voluntad, como buenas…
                        El que arrebata injustamente la buena fama de otra persona, está cometiendo un grave mal o maldad. Habría que preguntarse, si el que se calla ante la buena fama de otra persona, habiendo hecho un mal grave, si no está de alguna forma haciendo un daño también grande. Pero en esto, algunos tratadistas indican que es mejor la prudencia, porque el mal que haya hecho una persona a otras personas, si no compete decirlo en este momento, es mejor la prudencia y el callar. Porque de todos se puede decir algún mal. Por supuesto aquí estaría el problema de que un mal puede ser moral, pero también moral y jurídico o legal. Por tanto, las consecuencias y las obligaciones pueden y son diferentes…
                        3. Los tratadistas de moralidad clásicos decían que el juicio temerario y la maledicencia era como una especie de asesinato y homicidio a otra persona. Porque quitarle la fama y el honor, con palabras, más con hechos a otra persona es causarle un mal enorme, que puede tener consecuencias para ella, durante lustros y décadas. Cuándo yo leía este aserto o esta definición de joven, creía que era una exageración de los moralistas clásicos, pero el tiempo me ha enseñado, viendo en multitud de casos y personas, que esto es verdad, que es una realidad. Y es peor, en algunos casos que un asesinato, porque hay personas que durante décadas llevan un sambenito, se diga o no se diga, pero otras personas los sienten o piensan o sienten, que les condicionan toda su existencia, incluso las de sus descendientes…
                        El sentido medio aristotélico, en esto como en cualquier otra cuestión moral y ética y espiritual es enormemente complejo. Porque es bueno que las persones conozcan algo de los demás, de sus virtudes y sus defectos. De sus virtudes para alabarlas, de sus defectos para defenderse. Cuántas veces, no conocer algún defecto del prójimo, puede llevar a otras personas a que caigan bajo el dominio y el mal de esas personas…
                        ¿Dónde el equilibrio, dónde el sentido común, donde la racionalidad, dónde la mesura, dónde la prudencia, donde las verdaderas causas y hechos y datos…?
                        4. La murmuración es un mal enorme. Murmuración que va acompañada o es hija o padre del juicio temerario y de la maledicencia. Se juntan las tres creando enormes males en la sociedad y en los colectivos y en los individuos…
                        Por cierto en el DRAE de 1992 todavía esta palabra o término no está en nuestro gran diccionario. Supongo que después la habrán incluido. Lo cual nos indica que quizás ciertos conceptos o palabras que llevan siglos con nosotros, no las hemos incluido, porque ni siquiera las grandes autoridades y las grandes mentes de nuestra lengua, hasta ese momento, no sé después, no se habían fijado en ellas, aunque si en la palabra coño y otras similares… No es criticar a nadie, ni menos a la Academia de la Lengua, sino fijar un detalle, que puede ser importante a la hora de analizar esta cuestión.
                        Dar información falsa, malediciente a otra persona, es un mal no solo a la persona objeto de dicha juicio, no solo al que lo realiza, sino también al que lo escucha. Y un rumor, cierto o falso, no sabemos las consecuencias que puede tener…
                        No hablar mal de nadie, nunca, a no ser en situaciones límites y extremas, y ante la autoridad necesaria, y en una absoluta y defensa clara y evidente y necesaria. Se puede uno defender ante multitud de males y problemas sin tener que atacar a nadie, sin tener que hablar mal de nadie. Cierto que es difícil, pero hay que desarrollar el sistema de la defensa propia sin atacar a nadie. No debes achacarte un mal que no has cometido, e incluso un mal cometido, tienes derecho a tu defensa, pero si es posible, no atacando a nadie. Ciertamente, los que hemos probado este método, tantas y tantas veces, la verdad, es que a veces resulta difícil. No achacar a nadie ningún mal, no quitar la fama a nadie, pero tampoco que a ti te echen un carro de basura… Como en todo, la medida, la mesura, el sentido común, la racionalidad, la prudencia, la equidad debe primar…
                        Una persona ha podido tener un defecto grave, o tú mismo haberlo tenido pero ya haberlo superado… Una persona se le critica una cosa mala, pero no se valora las diez buenas que ha hecho o te ha hecho o se le valoran las diez buenas que hace y se olvida una mala, pero una mala que es muy mala, al menos hacia otra u otras personas.
                        Muchas personas le llenan la cabeza a otros de mal, de mal de otras personas, incluso en las familias en sentido amplio, sin haber escuchado jamás a esa otra persona… Y lo mismo ocurre en los lugares de trabajo, etc.
                        Tampoco puedes y debes alabar a alguien, que ha cometido o comete graves errores, no caer en el otro extremo. Si alguien no tiene grandes virtudes o grandes actos buenos tampoco hay que darle una fama y un honor que no merece. Una cosa es no quitárselo, y otra cosa es darle honores y famas que no tiene o no dispone… Porque entonces, el mal se hará más grande. Porque lo que intentamos es reducir el mal, no elevarlo, no engrandecerlo… Muchas veces, bajo la excusa, razón, manta de la discreción y de lavar los trapos sucio en casa se tapan muchos males, y esos males se hacen más grandes o afectan a otras personas, o los buenos quedan como malos y se les sigue haciendo mal por eso, y los malos quedan como buenos y se les sigue haciendo bondades y bienes por eso…
                        Se debe analizar y criticar el mal, pero en abstracto, y no referirlo a ninguna persona, se puede decir que el juego de cartas o la adicción al juego es malo, pero no hay que concretar en tal o cual persona. Así de ese modo se defiende el bien, se incentiva el bien, se critica el mal y se critica las consecuencias del mal, pero no se quita la fama a nadie concreto…
                        No te creas todos los males que de otras personas se dicen, pero tampoco los rechaces, calla y observa, y con tus ojos, valora si es una cosa o es otra. Así de ese modo, si esos juicios son falsos, no habrás contribuido a su engrandecimiento de un mal y del mal a una persona. Pero si son ciertos, te habrás preparado para la defensa de una persona y ante una persona, para que así al prepararte podrás defenderte del mal de esa persona contra ti.
                        Porque no olvidemos que una persona puede hacer un bien a muchas, pero no a otras, o hacer un mal a algunas o a muchas, pero no a otras… Y es la misma persona…
                        5. No caigas en la costumbre tan extendida de alabar a una persona al principio, para después pegarle el puyazo y criticarla hasta los tuétanos…
                        Podríamos resumir este pequeño artículo, sobre una cuestión que es interminable, de una forma sencilla, “no toques la fama del otro, que es quizás su única propiedad de la que dispone, no eres juez, ni parte, en la fama del otro, busca tu defensa, en situaciones necesarias, si es posible, sin tener que quitar la fama al otro, y sin echarte la culpa a ti, tampoco…”. ¡Qué difícil es el término medio señor Aristóteles…!
                  © jmm caminero (19 noviembre-05 diciembre 2015 cr).
Fin artículo 393º: “Virtudes y desvirtudes: Maledicencia”.
                                                                                  *


[1] Enviado y publicado en el Diario Critico.com, el día 05 de diciembre del 2015.

Artículo Periodístico 394º: “Sobre el trabajo”


                       
               Artículo Periodístico 394º: “Sobre el trabajo”[1].   
                        0. ¿Habría que preguntarse si una sociedad o comunidad o territorio ha caído en una grave crisis económico o socioeconómica política, uno de los factores es una concepción teórica y práctica errónea en cuanto al trabajo? ¿A la concepción profunda del trabajo? ¿Una concepción que se ha ido heredando de padres a hijos, desde hace varias generaciones, y que desde luego intervienen muchos factores y variables y ponderaciones y funciones, pero una, o una de las más importantes es una concepción o mentalidad errónea en cuanto al concepto teórico y práctico del trabajo?
                        1. Todo escritor o pensador o intelectual o amante de la filosofía, lamentablemente tiene que ir más allá, muchas veces, más allá del sentido común y de lo dicho en los mentideros de la calle y de la cultura. Por lo cual, tiene que hacer y hacerse preguntas que no son agradables, y que muchos, potencialmente muchos, individuos o grupos o colectivos o ideologías no gustarán hacérselas, y menos responderlas de un modo o de otro…?
                        ¿Qué unas regiones de una sociedad y Estado estén mucho más desarrolladas a nivel industrial, con mayor PIB, por supuesto se debe a muchos factores y muchas variables, pero quizás uno de ellos, uno de los más esenciales y profundos y que nunca se habla es la propia concepción del trabajo, del dinero, de la rentabilidad, de la plusvalía, del rendimiento, de la inversión, de la producción, etc.?
                        ¿Se dice por poner un factor que nunca se señala, que una determinada región, se ha industrializado más que otras, porque en los matrimonios por derecho existía la separación de bienes, desde hace siglos, entre conyugues, diríamos de oficio?
                        2. Quizás el ser humano no valora suficiente la importancia del trabajo, sintetizaremos algunos rasgos, siempre que el trabajo sea legal y moral, y si es posible bueno o correcto espiritualmente, en sentido estricto:
                        - Colaboramos en la perfección de nosotros mismos, con un trabajo honesto y moral y legal.
                        - Colaboramos con la perfección y las necesidades de otros seres humanos. Existen cientos de miles de productos en el mundo, que fabrican los seres humanos, además de multitud de servicios. Ningún ser humano podría producir todo, como es obvio y evidente. Por lo cual, con el trabajo colaboramos para y por el bien de los demás.
                        No hay nada o casi nada, que no exija algún nivel de trabajo, incluso la simple y antiquísima recolección de algún producto, sea pesca o sean setas exigen un trabajo, una dedicación de tiempo, esfuerzo, conocimientos de la naturaleza, etc.
                        - Desde la perspectiva de casi todas las grandes religiones, es una forma de colaborar con el plan del Ser Supremo sobre el mundo, y de perfeccionar colaborando con el Ser Infinito, perfeccionando la naturaleza, perfeccionando el ser mismo del ser humano, de la sociedad, etc.
                        - El trabajo también, de alguna manera puede perfeccionar a la tierra, a la naturaleza, porque integra diríamos otros significados a lo puramente natural. Siempre que sea respetuoso con la naturaleza, siempre que sea respetuoso y respetando los derechos de otros seres vivos, utilizando un lenguaje actual, etc.
                        - Un trabajo bien hecho, que pueda perdurar en el tiempo, que la persona que a cambio de ese producto o ese trabajo que tú has realizado, esa otra persona ha tenido que estar realizando otro u otros trabajos. Pues esa otra persona se sienta a gusto, pueda cuando disfrute de ese trabajo, se diga, y recuerde a esa persona, que pueda estar viva o fallecida, que “eras una buena persona”, no que piense que le has engañado en la realización de la ventana o de la puerta o en cualquier otra cosa. Y ahora tiene que volver a gastar más dinero, más sudor de su sangre, porque tu avaricia o tu pereza no hicieron un buen trabajo.
                        - El trabajador merece su salario, sea empresario o sea inversor o sea personal laboral o sea personal especializado. Pero el trabajo y el trabajador no pueden caer en errores como la avaricia. Nadie niega la ganancia y la plusvalía recta y correcta, pero tampoco caer en los males de la avaricia y de la codicia sin medida y sin razón y sin lugar. Sea avaricia o codicia de unos o, y de otros, porque en la avaricia caen o caemos todos los miembros de todos los estratos sociales.
                        - Debemos pensar que se necesitan mercancías, se necesitan servicios, para eso se necesitan inversores y patrocinadores y emprendedores y empresarios, por tanto, necesitamos que haya personas que creen empresas, y que tengan beneficios, porque así habrá personas que puedan trabajar en ellas, habrá mercancías, y por consecuencias personas que podrán vivir digna y honestamente de sus salarios, crear sus familias, vivir sus existencias, dejar el testigo a la siguiente generación. Es un error grave, no tener en cuenta la situación del mundo, y cada vez, irnos empobreciendo más y más, por no incentivar que existan empresas y por tanto empresarios, que creen nuevas mercancías y servicios, y por tanto, existan trabajadores, especializados y no especializados en esas empresas. Y por consecuencia personas que pueden crear y fundamentar sus vidas en su trabajo, crear sus familias, criar a sus hijos, tener una esperanza de futuro…
                        Debemos admitir con sosiego, pero con realidad, que existen ideologías, grupos, colectivos, que por tal o cual ideal, no se dan cuenta, que teóricamente crean pobreza, en vez de crear riqueza, crean emigrantes de sus propios territorios, crean conflictos entre estratos sociales, en vez de buscar formas de colaborar, digno salario, pero también digna ganancia para quién pone la idea, la inversión, la industria… ¡Qué nos tiene que pasar en algunos territorios y regiones para entender y comprender la realidad, lo real, no el mundo que nos gustaría que existiese, sino el mundo conveniente, correcto, no el mejor, sino el bueno…!
                        - A veces, existe mucho desorden en el mundo del trabajo, sea desorden debido a los fines, desorden a la naturaleza del trabajo, desorden a la concepción o a la ideología del trabajo en sí, desorden a los actos o a las mercancías que se construyen, desorden en los fines y en las metas, desorden en…
                        - Demasiadas veces, el trabajo está deficientemente mal realizado, se hace poco y mal, no se perfecciona en y el trabajo. No somos conscientes que otras personas obtendrán beneficios de un trabajo bien hecho y perjuicios de un trabajo mal hecho. Somos seres humanos y nos equivocamos, pero hay que intentar corregir errores. Un accidente de tráfico por un conductor en malas condiciones mentales por ebriedad o demasiada rapidez, un diagnóstico mal hecho por un ejecutivo comercial o económico o médico, una conexión eléctrica mal hecha por un electricista y por tanto, una rotura del sistema eléctrico con enormes consecuencias, etc.
                        - Unas personas trabajan en exceso, y hay que recordarles, que el ser humano debe ocuparse dignamente de sí, de su familia, de un ocio y descanso que repare fuerzas, y que sirva para perfeccionar su cuerpo y su mente. Y no olvidar los horizontes espirituales de cada ser humano.
                        O por el contrario se trabaja demasiado poco, con defectos en cantidad y calidad y contenidos, y se hace un trabajo mal o regular hecho, sin interés, de mala gana, siempre quejándose, siempre o casi siempre planteando distintos grados de queja, haciendo del mismo trabajo algo peor de lo que es, olvidando los fines legítimos y no sintiéndose orgulloso de lo que cada uno realiza o trabaja…
                        - No negamos que todo hay que perfeccionarlo, no solo tecnologías, sino relaciones de trabajo, relaciones económicas, relaciones entre estratos sociales y económicos y culturales e ideológicos. Pero hacerlo con equilibrio, armonía, colaborando en paz y en acuerdos todas las personas y estratos sociales implicados. Con sentido común, eficiencia, racionalidad, sin olvidar la situación del mundo, y no solo unos ideales, y desde luego no dejarse llevar por la codicia y la avaricia o la pereza o la acidia o la soberbia o la vanidad o el engreimiento o la petulancia, por el mal carácter, sean de unos o sean de otros. Porque a veces, siempre se dice de los gestores o propietarios de los medios de comunicación, pocas veces, de empleados o clientes o consumidores de esos servicios o mercancías…
                        No olvidar el respeto y la estima de los de arriba y de los de abajo, los de abajo estimen a los de arriba, y los de arriba a los de abajo. Esa armonía social y esa armonía en los lugares de trabajo es esencial para mejorar el producto, para la eficiencia de la entidad empresarial, para la constancia del futuro de la empresa y por tanto de la remuneración y de los salarios, etc. Y desde luego el respeto al cliente, respeto en todos los sentidos, no caer en el engaño por avaricia, a las medias verdades, a la mentira.
                        Un buen cliente que se le ha tratado bien, se obtiene más y mejores beneficios, que no engaños. Quizás la obtención de objetivos, y los sueldos, no fijos, sino según objetivos están deteriorando mucho la relación entre personas que trabajan en las empresas, entre clientes y trabajadores, sean del nivel que sean… Porque muchos clientes se sienten ya no personas, sino objetos de los que se obtienen beneficios y objetivos…
                        - Todo ser humano en la medida de lo posible, con medios legales y morales, debe intentar aspirar a perfeccionar y perfeccionarse y aspirar a nuevos trabajos, según sus posibilidades, capacidades, vocación. Así de ese modo armonizar su vida familias, su vida personal, su vida laboral, su vida vocacional. Para eso las autoridades y gestores de la empresa pública y privada deberían buscar sistemas y soluciones y canales para que este objetivo se haga realidad.
                        Es un enorme mal, como si estuviésemos en la época de la servidumbre y de la edad media en la época de los siervos de la gleba, en la cual una persona con una titulación equis, se pase treinta años, en una empresa de mil trabajadores, cuatro o cinco puestos más inferior que su capacidad y su titulación. Y esto sucede y ha sucedido y sigue sucediendo… es como si un cura lo tuviesen cuarenta años de sacristán, o un médico cuarenta años de conserje o portero…
                        Y, ni unos, ni otros, de un color o de otro, parece que buscan soluciones, siempre con equidad o justicia, sentido común y racionalidad, eficiencia y moralidad evidentemente…
                        - Hay que intentar realizar el trabajo con paz y en paz interior y con alegría. Porque sea un trabajo modesto o sea un trabajo de gran relumbre social, si es honesto y legal y moral, se está colaborando para el bien propio, de otros, de las generaciones futuras, en la perfección de la naturaleza y de la tierra, e incluso si se es creyente en la colaboración con el Ser Supremo, como causas segundas, según la tradicional filosofía clásica.
                        - No hay que olvidar que el ser humano merece su digno salario por su digno trabajo, y que el ser humano debe ocuparse de su familia e hijos, del descanso propio, de un ocio legal y moral, y de su perfección. Por tanto, el trabajo es muy importante, pero el autotrabajo de perfección y de cultivo de su ser, de nuevos conocimientos y de cultura es también esencial para el bien de la humanidad. Demasiado trabajo en horas y en esfuerzos y en pensamiento y preocupación puede hacer olvidar que una persona tiene deberes ineludibles consigo mismo, con su propia familia, con la sociedad y si cree en el Ser Supremo, con la Causa Primera.
                        3. Recordemos el puente de Alcántara, por poner un ejemplo, se supone en parte hecho por esclavos, en parte hecho por las legiones romanas, en parte hecho por ingenieros libres romanos… ha perdurado dos mil años, cuántos millones de personas habrán pasado por él, a cuántos millones de personas les habrá hecho un bien, habrá reducido el tiempo de pasar el río Tajo, a cuántas personas con sus mercancías…
                        ¿Dirás, pero es que yo, yo no voy a construir un puente similar al de Alcántara…? ¿Pero acaso con tu trabajo, sea rutinario o menos rutinario en cuánto bien puedes colaborar y puedes realizar y puedes influir…? ¿Porque nuestro trabajo puede influir en otras personas, e incluso de forma directa e indirecta en otras generaciones…? ¿Cuántos siglos lleva hecho una carretera de tu pueblo o el hospital de tu ciudad o el campo de fútbol o…? ¿O una simple camisa, cuántos años llevas poniéndotela y te ha servido o el diagnóstico correcto de un abogado, un médico, un empresario…?
              © jmm caminero (30 noviembre-07 diciembre 2015 cr).
Fin artículo 394º: “Sobre el trabajo”.
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[1] Enviado y publicado en el periódico digital, MiCiudadReal.es, el día 07 de diciembre del 2015.

Artículo Periodístico 395º: “Sobre el concepto de Estado”.


                        Artículo Periodístico 395º: “Sobre el concepto de Estado”[1].      
                        0. ¿Todo el mundo habla del Estado y del derecho del individuo en el Estado? ¿Cómo debe ser el Estado o cuánto Estado debe existir? ¿Cuánto el Estado te puede exigir o cuánto no debe obligar? ¿De la creación de nuevos Estados…? ¿Por tanto, la cuestión es que viendo las respuestas y las cuestiones que se plantean parece necesario fijar un mínimo de límites o conceptos o ideas sobre el Estado para que al menos seamos capaces de saber de qué estamos hablando cuándo hablemos del Estado…?
                        1. Definición del Estado.
                        - El concepto y término de Estado es de Maquiavelo.
                        - El Estado está formado por el territorio, el pueblo, la soberanía.
                        - Weber lo define como la asociación humana que reclama con éxito el predominio de la fuerza física, dentro de un territorio determinado.
                        - El Estado es el conjunto de órganos de gobierno de un país soberano.
                        - El Estado es un territorio delimitado por fronteras donde gobierna un poder político que tiene el soporte de un sistema legal.
                        El Estado no es lo mismo que la sociedad civil. La sociedad civil está constituida por las relaciones que los humanos establecen libremente entre ello en su sociedad. El Estado no es la sociedad civil, sino una institución de la sociedad civil.
                        - El Estado administra y organiza la vida colectiva a través del gobierno.
                        2. Funciones del Estado.
                        - Función negativa o legal.
                        La solución y prevención de conflictos, tanto en el interior, como en el exterior. Es preservar el status quo.
                        Tiene varios instrumentos para este fin, con la leyes el poder coercitivo del Estado en el interior;  y en el exterior, conciertos internacionales y el Ejército.
                        - Función positiva o moral.
                        Acrecentar el bienestar, crear derechos y promover la justicia social.
                        Se utiliza el Derecho positivo.
                        - Organiza la vida social.
                        - Puede solucionar problemas que sólo una organización estatal puede solucionar.
                        - El Estado es un instrumento de control social.
                        3. Poderes del Estado.
                        El poder del Estado es un poder soberano, único y unitario. Pero en los Estados de Derecho, con el fin de reforzar las garantías legales y evitar la concentración de poder en determinadas personas o instituciones se establece la división de poderes. Estos son:
                        Poder legislativo. Poder ejecutivo. Poder judicial.
                        4. Características fundamentales del Estado.
                        - Población y organización mínima de dicha población.
                        -  Territorio.
                        - Soberanía o soberano, no hay un poder por encima de él. Poder centralizado.
                        - Monopolio del poder y de la violencia. Poder efectivo, absoluto y perpetuo.
                        -  Normas jurídicas, sociales, políticas, éticas, religiosas mínimas. Organización administrativa y jurídica.
                        - Concepto-sentimiento de patria-nación mínimo.
                        - Tener la capacidad de recaudar los recursos necesarios para el funcionamiento del sistema social y estatal. A nivel personal se vale de las personas que se denomina burocracia. Administrar a través de una red de instituciones.
                        - Fines y metas de organización social y económica y…
                        - El bien común.
                        5. Teorías sobre el origen del Estado.
                        - Teorías que el Estado no es necesario.
                                   Anarquismo.
                        - Teorías que el Estado es necesario.
                                   a) Naturalistas.
                                   b) Contractualistas.
                        6. Tipología del Estado.
                        a) Según la forma de gobierno:
                        - Estados presidencialistas.
                        El Estado tiene un jefe supremo (presidente) que es también jefe de Gobierno, a cuyos miembros nombra, y dirige el poder ejecutivo con independencia del legislativo. Estados Unidos de América, el presidente no pertenece a las cámaras legislativas, como tampoco los miembros de su gabinete.
                        - Estados parlamentarios.
                        El jefe de Estado no tiene responsabilidades políticas. Por su parte el gobierno, constituido por representantes de los partidos políticos mayoritarios, tiene el poder ejecutivo. El Parlamento además de aprobar las leyes, controla y legitima la acción del Gobierno. Ejemplo Reino Unido, España, Italia, Alemania.
                        - Estados asambleístas.
                        La Asamblea de ciudadanos o Asamblea de representantes del pueblo es el órgano supremo del gobierno.
                        En estos estados el gobierno es un mero ejecutor de las decisiones de la Asamblea popular. China y Cuba.
                        b) Según la naturaleza del jefe de Estado.
                        - Monarquía.
                        - República.
                        c) Según el régimen político.
                        O la forma en que es ejercido el poder:
                        - Totalitarios.
                        Cuando el poder se ejerce sin la participación de la población.
                        - Democráticos.
                        Cuando el poder se ejerce por delegación y en representación del pueblo.
                        d) Según la naturaleza de la distribución del poder del Estado (libertad o igualdad).
                        - Estado liberal.
                        - Estado social.
                        7. Formas básicas del Estado:
                        - Estado Liberal.
                        - Estado social o socialista.
                        - Estado social y democrático de Derecho.
                        8. ¿Si no conocemos un mínimo de concepción teórica del y sobre el Estado difícilmente podremos insertar en un esquema plausible y aceptable los datos y conocimientos y conceptos que se nos vayan exponiendo o vayamos leyendo o intentemos comprender sobre esta realidad, que denominamos Estado?
                        ¿Por otro lado, somos conscientes que cuando votamos estamos eligiendo de alguna manera o materializando o buscando un tipo o concepción de Estado y no otra…?
                        ¿Sabemos de multitud de aspectos de la realidad, pero del Estado que es una de las organizaciones o estructuras o entidades básicas de la existencia humana hoy en el mundo conocemos lo suficiente…? ¿O acaso tenemos ideas o concepciones que en muchos sentidos son tópicas o no son mínimamente admisibles teniendo en cuenta la acumulación del saber actual? ¿Y teniendo en cuenta la experiencia histórica de estos dos últimos siglos al menos…?
                        ¿Podremos haber caído sin ser conscientes en una concepción utópica, no realista del Estado, o esperando demasiado del Estado, o esperando demasiado poco…?
                        ¿Somos conscientes de que el Estado es la combinación de multitud de realidades y entidades conceptuales y prácticas, de territorio, de la sociedad civil, de los ciudadanos, de diversidad de poderes políticos, económicos, sociales, ideológicos…?
                        9. ¿En definitiva a la luz de este modesto artículo y de su experiencia y conocimientos  qué Estado es el que desea usted, y cual cree que es posible, y no solo ideal o utópico o ucrónico…?
                          © jmm caminero (05-08 diciembre 2015 cr).
Fin artículo 395º: “Sobre el concepto de Estado”.
                                                                                  *


[1] Enviado y publicado en el Porvenir de CLM, el día 08 diciembre 2015.

Artículo Periodístico 396º: “Sobre el poder”.


                        Artículo Periodístico 396º: “Sobre el poder”[1].     
                        0. ¿Qué es el poder y cuántas clases de poder o de poderes existen? ¿Tiene el poder algún límite, debe tenerlo, los diferentes poderes deben tener una serie de límites? ¿Cómo armonizar los diferentes poderes existentes en la sociedad? ¿Deberíamos de saber o recordar algunas nociones y concepciones mínimas sobre el concepto del poder? ¿Saber algo sobre la concepción del poder para cuando hablemos y escuchemos sobre esta cuestión sepamos mínimamente de qué estamos hablando o de qué nos están hablando…?
                        1, Podríamos definir el poder como la capacidad que poseen individuos o grupos de afectar, según su voluntad, la conducta de otros individuos, grupos o colectividades. Puede ser de dos tipos, una mera influencia o descansar sobre una sanción punitiva. El hecho clave es la capacidad real de control y manipulación que poseen unos seres humanos sobre otros. El poder dimana de muchas instancias, y puede ser cambiante.
                        2. Concepto de poder y tipos de poder.
                        El poder es la capacidad de los individuos, los grupos o las instituciones para hacer algo o para conseguir que otros lo hagan.
                        El poder es un medio para llegar a un fin.
                        Max Weber distingue tres tipos de poder: el poder político, el poder económico, el poder ideológico.
                        La diferencia entre autoridad y poder es clara, la autoridad se reconoce, y el poder se ejerce y se padece.
                        El poder político es la capacidad de dirigir y gobernar las situaciones sociales.
                        El poder político se basa en tres elementos: la coerción o capacidad de obligar; la persuasión y la retribución. O dicho de otra manera: la fuerza, la ideología, la utilidad. Se puede expresar de esta manera:
                        a) La coerción consiste en la capacidad de obtener obediencia a través de la privación (de al libertad, de la propiedad…) o de la amenaza de privación, gracias al monopolio legítima de la fuerza física.
                        b) La persuasión es la capacidad de convencer a los demás para que modifiquen su pensamiento. La ideología y la propaganda son los medios de que se sirve el poder político para persuadir.
                        c) La retribución consiste en obtener obediencia a través del intercambio. Quien obedece lo hace a cambio de algo que el poder político puede ofrecerle. Se basa en la utilidad. La obediencia que uno presta y otro recibe se retribuye en forma de protección, seguridad, prosperidad, etc.
                        El poder político es aquella forma de poder que tiene la capacidad de imponer, entre diversas posibilidades alternativas, aquella que mejor realiza sus fines, tratando de superar la inseguridad, la fragmentación, la rivalidad y el conflicto social.
                        Se puede entender la política, en sentido estricto, como aquella actividad consistente en administrar el poder político como medio para gobernar, dirigir y controlar la sociedad.
                        3. Teorías sobre el origen del poder político.           
                        a) Teorías del origen divino.
                        Pablo de Tarso Agustín de Hipona. León XIII. Algunas teologías religiosas de distintas religiones o, y tradiciones religiosas.
                        b) Teorías contractualistas.
                        Que en esencia se realizan como una especie de contratos entre individuos, colectivos, sociedades, Estado para ejercer el gobierno y el poder y para admitir ser gobernados. El famoso contrato social.
                        Hobbes. Locke. Rousseau. Rawls.
                        c) Teorías de la soberanía popular.
                        Declaración de Derechos de Virginia (1776). Declaración de Independencia de los Estados Unidos (1776).
                        Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789).
                        Declaración de los Derechos Humanos (1948).
                        4. El análisis y estudio del poder es inmenso, porque existen docenas de cuestiones.
                        - Todo el mundo, toda persona tiene una capacidad de ejercer poder. Incluso la persona más modesta tiene un poder sobre si misma y de alguna manera sobre otras.
                        - Somos capaces de ejercer de forma correcta el poder, individuos y todo tipo de colectivos o entidades, o nos quejamos cuándo ejercen sobre nosotros el poder, pero nosotros después lo ejercemos de forma incorrecta. Ejemplo entre muchos, es clásica la descripción del personaje político que habla de democracia en la sociedad, pero después en sus ámbitos privados es un dictador.
                        - Cuánto poder debe ejercer de forma legítima y legal y moral e incluso espiritualmente correcta, los diversos poderes sobre los individuos o colectivos que sufren dicho poder.
                        - Cómo tiene que el poder autolimitarse su propio poder, para de ese modo, no acabar siendo una pesada losa sobre individuos, colectividades, sociedades…
                        - La historia ha demostrada hasta la saciedad individuos y líderes e ideologías que toman el poder con un afán claro y evidente, de progreso, de solidaridad, de humanidad y al cabo de unos años terminan ejerciéndolo de forma despótica, e incluso de forma tiránica. Lo que lleva a pensar que es absolutamente necesario ponerle una medida y armonía formal al poder y a los poderes, y así después cuándo se materialicen y concreticen, nadie tenga demasiado poder, sea cual sean sus ideas.
                        5. ¿Podríamos concluir con una pregunta, no es mejor un sistema de poder, que a sí mismo se autolimite su poder, así las personas que terminen ejerciendo ese poder, no tengan demasiado poder, para que no caigan en la ebriedad del poder? ¿No es mejor sistemas de poder, que son imperfectos, porque se autolimitan su propio poder, que no sistemas de poder que parecen perfectos pero que después no tienen autolimitación, y al final, lo mejor acaba siendo peor, en cambio lo bueno, pero no lo mejor, acaba siendo lo conveniente? ¿No es mejor buscar armonía y relaciones correctas entre los diversos poderes, para que de ese modo, ningún poder tenga demasiado poder, y alcancen entre todos un equilibrio dentro de una jerarquía necesaria?
                        ¿O dicho de otro modo, las utopías pueden terminar en desastres, desastres en multitud de campos y sentidos, y en cambio “sistemas moderados de ejercer el poder y de objetivos del poder”, que ya de antemano no son perfectos consiguen más objetivos positivos que las mismas utopías, sean estas utopías, para alcanzar objetivos positivos o para desechar realidades demasiado negativas actuales…?
                                                   © jmm caminero (05-08 diciembre 2015 cr).
Fin artículo 396º: “Sobre el poder”.
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[1] Enviado al DCLM.es, el día 08 de diciembre del 2015. NP
Enviado y publicado en El Diadigital.es, el día 15 diciembre 2015.

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