Artículo 5.079º: “Mentira y vida, mentira y política”.
Todo el mundo se tiene que
preguntar, si la mentira, un mandato de Moisés,
“No mentirás” se está adueñando cada vez más de los corazones en todos los
ámbitos de la sociedad.
Cada uno, se tiene que preguntar
si cada vez más, en su propio corazón y en su propio existir, quizás, debido a
mil razones o motivos o causas y fines y realidades y metas, cada vez más se
está adueñando de cada ser humano: más y más la mentira, el error-mentira, la
mentira-manipulación, la mentira-medio verdad, la mentira-medio error. Unos, por
motivos sociales, otros culturales, aquellos ideológicos, estos económicos, los
de al lado políticos, etc. La mentira se está utilizando más y más como
instrumento en la vida personal, individual, colectiva, grupal, social,
política, etc.
Cada uno, se debe plantear, seria
y profundamente, si cada vez más deja que su corazón se vaya llenando de
mentiras. No todo serán mentiras, muchas ideas serán erróneas o defectuosas por
una razón o por otra, otras, quizás, la mayoría son verdaderas en mayor o menor
grado. Pero uno, uno se tiene que decir a sí mismo, se está llevando o entrando
en un pozo, un poco en el cual, hay más mentiras y más errores, porque le
interesa creer en las mentiras y en los errores, sabiendo que son errores, y,
así mismo se dice mentiras así mismos, se acostumbra a las propias mentiras en
tal campo o en el otro. Así mismo se miente. Es una pregunta dura y redura,
dura y muy dura. Pero hay que hacérsela. Si justifica ante sí mismo, conceptos
e ideas y hechos y actos de sí mismo, y, de otros, que sabe en el fondo que son
errores, que son mentiras, que son engaños, que son manipulaciones, que son
maldades, en mayor o menor grado. Por intereses o causas que pueden tener mil
rostros-razones….
Y, si uno, se miente a sí mismo,
ya es más fácil mentir a los otros, cercanos o lejanos, pocos o muchos, según
el poder o la capacidad de eco o altavoz que como individuo disponga.
Imagínense ustedes, este escribiente, modesto polígrafo, si ante un tema equis,
no es que esté equivocado o esté en el error, sin que sea consciente, sin
quererlo, sin buscarlo, sin desearlo. Sino que en una idea o tema o cuestión,
sabe que está en un error y lo expresa, o sabe que sobre ese tema o cuestión la
realidad-verdad-veracidad es otra fórmula o expresión o definición, pero
escribe, cambiando aspectos, amplificando alguna realidad, algún detalle,
alguna situación, y, expreso un error-mentira, que soy consciente que es una
mentira-manipulación-engaño. Aumento o reduzco la verdad o el error o la
mentira o el engaño o la manipulación o… por los intereses que tenga, que
pueden ser de muchos grados y formas…
Imagínense que yo, escribiente,
expreso una mentira, imaginen que tengo
cien lectores/as de este texto-artículo. Y, al menos un cuarto aceptan como
verdad, ese enunciado-definición-descripción que es una mentira-error, y, yo
como polígrafo lo sé, que es un error. Pues estoy influyendo y haciendo un mal
a veinticinco personas, porque no es solo que me equivoque, que habrá miles de
errores en los escritos personales, sino que me equivoco sabiendo que está
equivocado… Expreso una descripción en parte, sabiendo que es un error, estoy
enviando a otras personas ideas-huevos-tortillas en mal estado… Es más, de
tanto creerme que es una mentira, ya creo que es una verdad… ya mismo me he
engañado completa y total e íntegramente en ese tema o cuestión… -pero pueden
existir otras decenas o cientos de errores, también no-errores-. Cada uno
arrastra sobre sus espaldas, mochilas de aciertos-verdades, y de
errores-mentiras… Cada uno debe examinarse ante el espejo de su conciencia y
consciencia y alma y mente y moral…
Cada persona, cada persona, da lo
mismo su estatura-estatus-status social o político o económico o cultural o
ideológico o religioso que tenga. Cada persona mirándose al espejo de su
interior, tiene que preguntarse, cuántas mentiras-errores-manipulaciones se
dice y se dicta a sí mismo, cuántas dice a los demás, cuántas por un interés o
por otro. Cuántas… Una vez, alguien decía, las hipotecas lleva a muchas
personas a decir muchas media-verdades, muchas medio-mentiras, muchas
medio-errores. Otro le contestaba: y, las pasiones desbocadas, los instintos
desarmonizados, las emociones desequilibradas aún más… Todo puede mejorar, todo
puede empeorar, algunas cosas pueden mejorar, otras pueden empeorar…
Todo ser humano, tiene derecho a
defender sus puntos de vista, todo sujeto-colectivo-grupal-ideológico también.
Pero todo ser humano individual o colectivo-grupo, ideológico o cultural o
político o metafísico o social o económico, no puede mentir. Puede equivocarse,
puede defender sus intereses legítimos y legales y morales. Pero no se puede
jugar al futbol, si todo el mundo se salta las reglas. Alguien concibe que se
pudiera jugar al futbol, baloncesto, balonmano si todos los componentes de los
equipos mintieran. El deporte desaparecería.
Si continuamos mintiendo,
aumentando la mentira, utilizando la mentira como un arma de la vida real, en
todos los ámbitos, cada uno en el suyo. El deporte de la vida se terminará, así
de sencillo. Porque usted me engañará y me mentirá en el pan que me vende, yo
le engañaré en los textos que escribo, el que tiene poder máximo en cada
sociedad me mentirá en tal o cual tema, y, al final, las reglas del deporte de
la vida se destruirán. Y, al final, la vida humana se destruirá, o, al menos
nos produciremos enormes sufrimientos y pérdidas y angustias y penas y
desalientos y tristezas sin necesidad. Porque no hay deporte que se pueda jugar
sin reglas, sin seguir las reglas, sin ser verdaderos-verídicos en las reglas.
El deporte de la vida no se puede
jugar sin reglas, y, las reglas es expresar la verdad o las verdades, bastante
con los errores sin darnos cuenta. Aviso para caminantes… Paz y bien.
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (29 agosto 2025 cr).
Fin artículo 5.079º:
“Mentira y vida, mentira y
política”.
E.
07 septiembre