Artículo
Periodístico 429º: “Ascética de la memoria”[1].
0. ¿El ser humano de
nuestro siglo necesita un autocontrol correcto de la memoria? ¿Necesita
aprender de forma correcta moral y psicológica los recuerdos, la memoria, la
facultad o función de la memoria? ¿Sin un autocontrol de la memoria, de los
recuerdos el ser humano no puede crecer ni psicológica, ni moral, ni
espiritualmente…? ¿Ni en sus actividades de ocio o profesión o vocación o en su
faceta social y cultural…?
1. ¿Decían los clásicos
que sin un control correcto de los recuerdos, de la memoria el ser humano es
como una casa sin ventanas, sin puertas, sin chimenea y por tanto, entra en la
propia conciencia multitud de estímulos, recuerdos, sentimientos, afectos,
deseos del pasado o del presente sin orden, sin medida…? ¿O demasiados temores
del futuro, que después se materializarán o no…?
¿En un mundo en el que
estamos expuestos a tantas percepciones y estímulos, cómo buscar un equilibrio
entre el presente y el pasado, entre lo que tenemos que hacer y pensar hoy, y
las mareas del pasado, aunque sean de un pasado muy lejano o cercano…? ¿Cómo
olvidar de forma correcta, o como asumir lo realizado, pensado o deseado o
sentimientos o actos, que se estructuren de forma correcta en la conciencia, en
el ser humano, en el hoy…?
¿Cómo recordar lo
esencial y no dejarse adjetivar y manipular por cientos de detalles
secundarios…? ¿En la vida normal y rutinaria, siempre de forma correcta
psicológica y moral y eficiente en las realidades en las que un ser humano está
inserto?
¿Sin un autocontrol correcto
de la memoria, la mente o psique humana se convierte en un campo de lucha entre
multitud de afectos, recuerdos, sentimientos, ideas, pasiones, emociones,
conceptos, ideas, representaciones mentales…? ¿Cómo un enorme mono que diría
Buda que está de rama en rama, y nunca descansa, nunca piensa y recuerda de
forma correcta y adecuada y eficiente y mesurada…?
¿Sin un mínimo control
correcto, a nivel psicológico y moral de la memoria, el ser humano es como un
barco sin rumbo está recibiendo constantemente estímulos, internos y externos,
no pone un dique, y es como un papel en manos de huracanes y tempestades…?
¿Ocuparse de las cosas y
de las ideas es bueno y correcto, pero siempre que sea en una medida, si se
llega a la intranquilidad, al continuo sufrimiento por recuerdos, temores,
penas, angustias, se está haciendo un uso no correcto de las facultades o
funciones o potencias psicomentales, y por tanto, solo se sufre o se sufre sin
necesidad, o se sufre en una cuantificación o cualificación mayor de lo
correcto…?
¿En la tradición clásica
la memoria desordenada, se decía es como una noria que no hace nada más que dar
vueltas y vueltas a las cosas? ¿Porque una cosa es penar y repensar una
cuestión, y otra es que dicho pensamiento te obsesione, al final, el individuo
pierde la libertad interior…? ¿Una cosa es pensar con datos nuevos y conceptos
una cuestión antigua, y otra es roer y roer, que al final se roe a uno mismo la
misma alma, la misma mente, la misma carne…?
2. La memoria debe ser
aconsejada por la esperanza. Siempre racional y mesurada y con sentido común y
de forma moral correcta. Dejar a los tiempos que traigan sus tiempos. Dar
tiempo al tiempo, según la formulación popular.
Tener una moralidad
correcta ayuda de forma esencial. Tener posiblemente un concepto metafísico y
religioso y espiritual ayuda a sobrellevar los sufrimientos de la vida,
siguiendo a un ministro de cultura, Semprun de Felipe González, en el campo de
concentración dónde estaba decía que soportaban mejor dicha realidad aquellos
que eran comunistas y aquellos que eran católicos, porque ambos tipos de
personas creen que el futuro siempre será mejor que el presente…
Desarrollar ideas y
estímulos y sensaciones y recuerdos que amplifiquen la paz, la paz interior.
Mirar el pasado y darse cuenta que siempre hemos ido, la humanidad hacia mejor,
y por tanto, esperamos con cierta racionalidad que así suceda en el futuro.
Incluso, aunque existan noches y turbulencias y huracanes y tormentas y tifones
después viene la calma, después viene el día…
A las preocupaciones hay
que darle una medida. No se pueden obviar y olvidar las preocupaciones, pero
todo haciéndolo con una medida, con racionalidad, examinándolas y dándoles una
importancia correcta. No darle importancia es malo y negativo, darle mucha,
pues también…
Saber y entender que el
ser humano puede perfeccionarse en su profesión y en su oficio y en su
vocación, pero también puede y debe perfeccionarse en su moralidad y en su
ética, y si cree en realidades metafísicas, también puede poner su grano de
arroz y arena para perfeccionarse espiritualmente…
Puede haber formas, que
las tradiciones de siglos han desarrollado para una utilización correcta de la
memoria, y que están en el saber occidental, que no hay que mirar a otros continentes.
Y desde luego, nadie se meta a grupos que prometen la salvación y la paz
interior y la liberación interior, porque muchas personas han caído en los
dientes y fauces de sectas, en el sentido estricto. A ver, si por solucionar un
pequeño problema nos vamos a meter en una jungla o en una cueva de la que sea
muy difícil salir.
Ser muy prudentes con
todos los caminos de salvación y de perfección, tanto orientales como
occidentales, tantos de ayer como de hoy. La prudencia lleva a examinar todas
las formas de vida, todas las morales y éticas. Dejar tiempo al tiempo, no
tomar una decisión en pocas semanas y meses, mirar si son grupos amplios de
personas o son pequeños, mirar la historia, examinar por Internet la
información disponible a favor y en contra, consultar con personas que estén
fuera de esos grupos, consultar con especialistas y pensar que mejor es ser una
persona normal y rutinaria y con algunas imperfecciones y no ingresar en grupos
que prometen todo lo bueno, y después quedar atrapados en círculos que es muy
difícil de salir…
Ser moderado y mesurado
y racional y apoyándose en el saber ortodoxo, es decir, en la ciencia, en todo
lo posible, en el pensar, en el desear, en el sentir, en el actuar… porque de
otra manera, uno se pierde en la vorágine de uno mismo, en la vorágine del
mundo exterior, en el huracán de pasiones y emociones sin medida, o en
ideologías de hoy o de ayer, cerradas y semicerradas…
Procura no caer de un
extremo a otro. Postura que se produce muchas veces, y a veces, se va de un
extremo que no era bueno, a otro extremo, que para salir del primero, tampoco
es bueno. Por eso, buscar sistemas de ideas y prácticas que sean buenos y
correctos, mesurados, que te dejen pensar y actuar, que no te obliguen a la
acción o a tomar una resolución definitiva. No confíes o desconfía de los
grandes salvadores y de las grandes salvaciones inmanentes o trascendentes.
Examina todo y piensa todo con mesura y prudencia y con datos y conceptos
ortodoxos y con la ciencia. Todos los individuos tienen problemas, y todos
llevan una cruz cuando no dos o tres, a ver si por quitarnos una cruz, nos
creamos otra más grandes… Pensar que hay personas que se aprovechan de personas
vulnerables, con problemas, con poca autoestima, con situaciones afectivas o económicas
complejas… pensar que hay personas que conocen la vulnerabilidad y debilidad de
otras personas, y no tienen ninguna moral correcta, y se aprovechan de la
debilidad de otras personas y las manipulan. Que tienen grandes palabras pero
hechos bastantes mediocres… Por eso, hay que ser muy prudentes, muy racionales,
con mucho sentido común, se esté en una situación o se esté en otra, se tenga
un problema o cinco, se lleve una cruz o tres…
3. Quizás es bueno para
autocontrolar la memoria, que es una puerta que puede entrar mucho bueno, pero
mucho que no es tan bueno, es limitar la entrada de tantas noticias, deseos,
informaciones, eventos, actos… Es bueno estar informado, pero con medida, ni
mucho, ni poco, y siempre volvemos al tema del término medio de Aristóteles…
No caer en ideas y
recuerdos obsesivos, que no te dejan tener libertad para asumir el presente o
que te van royendo la mente, que no te dejan descansar…
Tener esperanza en uno
mismo, una esperanza racional y mesurada, pero esperanza en uno mismo, es
decir, una autoestima correcta, tener esperanzas en la sociedad-humanidad, que
de momento, hasta dónde sabemos siempre ha ido mejorando, y tener esperanza si
se es creyente, pues en que el Ser Supremo de alguna manera te protegerá o te
cuidará…
El uso correcto de la
memoria, es como siempre no caer en el error del quietismo, el error de no
hacer nada. La vida exige actuación, actos de pensamientos, de búsquedas, de
hechos, de sentimientos… pero hacerlo de forma mesurada y correcta, y si es posible
con eficiencia, y con eficiencia según el saber ortodoxo, que hoy es la ciencia
y con la interpretación correcta de la ciencia. Es mejor equivocarse con la
ciencia, que no equivocarse en contra del parecer mesurado y demostrable de la
ciencia. Con todos los matices que queramos otorgar a este enunciado o frase o
idea.
Tener un tiempo para
escuchar el mundo exterior, pero también tener un tiempo diario para en sosiego
y silencio escucharse a sí mismo. No hay que ir a Oriente para escucharse y
mirarse a sí mismo interiormente…
No se pueden negar los
problemas, tanto presentes o del pasado, o los temores del futuro, pero hay que
mirarlos en su justo precio y valor. Porque muchos problemas no podrás
solucionarlos, otros se irán solucionando poco a poco, otros quizás se
agravarán. Pero si pierdes el autocontrol y pierdes la esperanza, sin dejar de
hacer lo que tengas que hacer, todo se convertirá en mayor problema. Para eso
debes consultar con personas de distintos campos, con profesionales especializados
en distintos campos de la actividad humana…
4. Para concluir, no sé
estimado lector si habrás tenido el valor y la paciencia de llegar hasta esta
frase o párrafo, o te habrás saltado la mitad de ellos, o habrás tirado la
toalla en la mitad de dicho artículo, pero desde luego, supongo que la mayoría
de hipotéticos lectores jamás habrán oído, la relación de dos conceptos, uno el
de ascética y otro el de ascética en relación a la memoria. Pero aunque te
parezca difícil de entender y comprender, esto existe en la tradición
occidental y existe desde hace muchos siglos, no hay que ir a Oriente, ni
siquiera admitir nuevos grupos de salvación y nuevas ideologías, que a saber
los fines que buscan, sino que en la tradición ortodoxa occidental, en las
ideologías predominantes de Occidente durante siglos, existen estos dos
conceptos, ascética y ascética correcta de los recuerdos, de la memoria… espero
te sirva para una introducción, un proemio, un prólogo para que usted pueda
reflexionar más sobre esta cuestión. Que en definitiva es reflexionar sobre
usted mismo… ¡Usted verá, hoy ya tiene algo más qué pensar!
©
jmm caminero (07 diciembre-04 enero 2015 cr).
Fin artículo 429º:
“Ascética de la memoria”.
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