Artículo Periodístico 261º: “Sobre los artículos periodísticos, III”.
0.
¿Qué puedo decir del artículo de opinión o periodístico en general, y cómo se
encuadran los que yo estoy escribiendo o he escrito en ese género o en esas
temáticas…?
1.
El fin de un artículo, a mi modo de ver, es aclarar un aspecto de la realidad,
y si es posible, añadir más luz o más verdad, y además si es posible hacerlo
con bondad moral y belleza estética. Si no todas las partes, al menos algunas.
Y por tanto, dé como resultado la utilidad.
2.
No es mi intención con mis artículos herir, ni atacar a ninguna persona,
colectivo, grupo, ideología. De tal forma y de tal manera, ya me cuido yo, de
no poner nombres de personas, muchas veces, no pongo autores, no cito siglas,
ni ideologías.
Creo
que se cazan más moscas y avispas con miel que no con vinagre.
3.
Los artículos que me publicar en periódicos digitales, en algunos, ponen los
redactores una frase, y a veces, un dibujo o una fotografía.
Personalmente
no selecciono esa frase o resumen o síntesis, algunas veces, están tomadas del
artículo. En cambio, la fotografía o la imagen no la selecciono yo, sino los
redactores de esos medios. Por lo cual yo no soy responsable de ello.
A
veces, una fotografía puede aclarar mucho, y es positiva, por ejemplo, la que
pusieron sobre la cruz de los casados. Pero en otros casos, puede ser
indiferente o gracioso, pero en algunas, que salen personas o grupos
ideológicos me parecen que no son correctas. Porque yo estoy hablando de algo
general y abstracto, que puede ser aplicado a distintas entidades, no solo
políticas, sino laborables, familiares, incluso de otros aspectos de la
realidad. Por lo cual, una fotografía no correcta dirige el artículo hacia un
foco, en el cual, quizás yo como autor, no me querría referir…
No
tengo edad ya de tener polémicas, ni controversias, ni tener problemas con
nadie, sea ese alguien persona física o jurídica.
No
me gusta el periodismo, en el cual existe mucho polémica o controversia.
Creo
que se puede analizar todo, y analizar todo es dar razones, a favor y en
contra, pero jamás, llevar las palabras a ningún tipo de algo que suena a
insulto, hirientes, etc.
4.
Todo artículo, de quinientas a mil ochocientas palabras. Siempre por sí mismo,
puede y es demasiado limitado.
5.
No entiendo, no comprendo como tantos escritores y articulistas utilizan
adjetivos tan duros, tan negativos, tan pocos amables.
Yo
quisiera realizar artículos, que busquen razones y argumentos, y aunque no se
puede estar de acuerdo con todas las ideologías o culturas o filosofías, pero
si tome de todos, algo bueno y de todos, también analice aspectos negativos…
Pero
si puede ser no sean hirientes, y eso es creo lo que he hecho hasta ahora.
Podría
materializar y concretizar más las ideas y conceptos y datos, pero creo que de
ese modo, se abren a más generalización y abstracción, por lo cual, pueden
beber más fuentes y más entidades podrían sentir llamados a interpretarse.
6.
No tengo edad ya, ni quiero, ni necesito, ni siento, ni deseo que nadie se
sienta ofendido. Cierto es que no todas las frases pueden gustar a todos, pero
no deseo que nadie se ofenda, porque no voy en contra de nada, ni de nadie.
Busco
conceptos que sean más verdaderos y bondadosos, y si es posible bellos y
útiles. Puede que de esta forma no todo el mundo esté de acuerdo con todo. Mis
artículos o argumentos no gusten a todos, pero ellos o ellas tienen sus ideas,
y yo, permítanme que tenga las mías, déjenme hablar con libertad, y quizás
dentro de diez años yo cambie de opinión. Y quizás me dé cuenta que ustedes
llevan la razón y la verdad…
7.
En cierto modo y en muchos aspectos, he fracasado como escritor. Y ya apenas
tengo esperanza de que esta situación cambie.
En
cuanto a los artículos que me publican en varios periódicos, que ellos
voluntariamente han querido, yo no recibo ningún tipo de salario. Por lo cual,
es una razón más, para ya esta actividad que no sé cuánto tiempo durará, me
permita seguir escribiendo en el futuro. Y vaya intentando expresar cosas de
filosofía, relacionándolos con cuestiones actuales… pero no es mi intención, ni
mi deseo, a mi edad ya, buscarme más adversarios, menos enemigos, ni siquiera
necesito polémicas…
8.
Quisiera que un artículo de hoy, escrito por mí, pudiese ser leído y
aprovecharse, aunque las circunstancias sean distintas, dentro de un siglo…
9.
Diríamos que de alguna manera, ya estos artículos podrían ser, en algún sentido
mi testamento literario-filosófico-pictórico. Es decir, de alguna forma es
mostrar un poco, resumir, un poco toda mi existencia… Desde los doce o trece
años que quise ser escritor, hasta ahora han pasado muchas décadas. Y apenas
mis coetáneos han valorado mi trabajo…
Ahora
puede publicar estos pequeños artículos. Que espero sirvan a la sociedad y a la
humanidad.
10.
El ser humano, siguiendo las grandes religiones, es bueno, pero también es
malo. Y por tanto todo ser humano debe ser consciente que se equivoca y puede
equivocar a los demás. Por tanto, yo puedo caer en errores, pero usted también…
Me
gustaría al final, que si alguien lee alguno de mis artículos, piense, esta
persona puede que está equivocada, puede que sus ideas no son iguales a las
mías, pero este señor muestra bondad con los seres humanos. Si llegase a esa
idea, para mí, sería un pequeño éxito. Porque habrían servido mis artículos
para unir a los hombres, y no enfrentarlos. Piensen de una manera o de otra,
tengan una ideología o tengan otra, sea esa ideología filosófica o política o
cultural o religiosa o socioeconómica… Bien y paz, paz y bien, decían los
franciscanos del poverello.
©
jmm caminero (10-13 julio 2015 cr).
Fin
artículo 261º: “Sobre los artículos periodísticos, III”.
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