Artículo Periodístico 262º: “Síndrome de
Aníbal, II”[1].
0.
Si san Freud hubiese estudiado este fenómeno o este hecho psicológico social,
creo que nos habría abierto grandes puertas al entendimiento de un aspecto de
la realidad humana. Ya que no lo ha hecho él, y que yo sepa, mis conocimientos
son limitados, tampoco ningún otro autor de
psicología-sociología-antropología-política, pues modestamente entraré un poco
en la descripción de este fenómeno.
1.
Lo primero que hay que decir, que el síndrome o trauma o complejo que he
denominado de Aníbal, no solo se produce en la vida social y política. En todas
y cada una de las ideologías y movimientos sociopolíticos, sino que también se
producen o pueden producirse en todos los complejos teóricos prácticos, desde
culturas, filosofías, etnias, lenguas.
2.
En segundo lugar indicar que también se produce en cualquier entidad social, o
se puede producir, cualquier lugar de trabajo o empresa, o cualquier asociación
vecinal, o comunidad de vecinos, o incluso en cualquier entidad de ocio, de
divertimento…
3.
También en las familias en sentido amplio.
Es
decir, en todas las entidades se produce o se puede producir el mismo fenómeno,
algunos miembros de esa entidad (sea familia, sean vecindad, sea empresa…).
Unos miembros de una familia van dando una orientación o una ideología o una concepción
negativa sobre otras personas, claramente tan negativas, que cuando esa persona
se hace adulta, continúa con esa concepción.
Unos
miembros de una familia, a una persona joven o adolescente, desde la infancia,
por lo que oyen hablar en su casa, o claramente le indican, “los ponen
claramente en contra de otros miembros de la misma familia, en sentido amplio,
de otros miembros de otros grupos ideológicos o de otros grupos políticos o de
otras culturas o de otras sociedades…”. Siempre basándose en lo que a ellos o
algunos de sus padres o abuelos o a ellos mismos tal persona o tal ideología o
tal cultura o tal religión les han hecho o supuestamente les han hecho…
De
tal forma que con el tiempo esa persona tiene un odio y rencor y trauma contra
otra persona, contra otra formación sociopolítica, contra otra ideología,
contra otra cultura, etc.
4.
Denominamos síndrome de Aníbal, por esa malformación de una mente infantil
producida en su seno familiar.
Pero
por supuesto puede empezar en su familia, pero después terminarse de perfilar
en ámbitos fuera de la propia familia, en ámbitos sociales, en organizaciones
sociales de todo tipo, o incluso hoy en Internet o en determinados entidades de
comunicación.
5.
Por lo cual este síndrome que he denominado de Aníbal, que llevo pensándolo,
sin exagerar desde la transición, porque se veía claramente, que unos y otros,
no todos los unos, ni todos los otros, estaban bajo ese trauma… todo este
tiempo he ido viéndolo y comprobándolo y buscando razones. E incluso hasta que
he dado con el nombre, que he creído más apropiado…
Personalmente,
el que me conoce, sabe que no voy en contra de nadie, ni de ideología o de
entidad social o cultural o abstracta o persona. Esa ha sido siempre mi forma
de comportamiento. Y creo que ya tengo suficiente edad, para no cambiar en
esto… tal es así, que todo lo planteo en abstracto, y después cada uno lo
aplique como quiera.
Por
supuesto todo trauma o síndrome o realidad social no se produce en todos los
individuos. En este caso, no sé en cuanto tanto por ciento…
Pero
si sé, que en las familias en sentido amplio, demasiadas veces, se aplica un
principio similar a éste, e incluso la persona que es más bondadosa, más se ha
sacrificado, más ha puesto en el negocio familiar por decirlo de alguna manera,
menos ha obtenido, se le trata peor, y si se defiende, por parte de algunos de
los otros miembros familiares, en sentido de la famita amplia, se empieza a
criticar sin piedad, y al final, las nuevas generaciones, acaban teniendo un
odio y un rencor tan grande a esa persona, que quizás sea la inocente, y que
solo se ha defendido mal y tarde y que ha perdido en casi todos los asuntos…
pero esa inquina y rencor y odio ya ha pasado a la siguiente generación.
Pues
esto aplicado, no solo a determinados miembros de las familias en sentido
amplio. Se podría poner los mismos ejemplos, en las empresas, dónde están
personas de la misma familia de distinta generación, en comunidades de vecinos,
en otras entidades, y también en los ámbitos sociales y políticos…
6.
Por supuesto que se produce este fenómeno, a mi corto entender en todas las
entidades sociales. Aunque no sé en cuanta proporción de personas. Pero desde
luego se produce. Y también en el ámbito de la política, es decir, conformar
ese trauma en personas jóvenes y niños, y después cuándo son adultas lleva ese
síndrome o trauma o dolor, consciente o inconscientemente. Y se producen en los
de un color y en los del otro. Pero yo jamás, me refiero a una ideología
concreta, menos a un grupo concreto sociopolítico, sino que me refiero como un
fenómeno extensivo a toda la sociedad. Como todo lo que ocurre en la sociedad,
no digo en toda persona o en toda familia o en todo grupo político, sino en un
tanto por ciento, que yo desconozco cuánto será.
Por
lo cual, el uso que se pueda hacer de este concepto o idea o sugerencia para
aplicarlo a un grupo ideológico, del presente o solo del pasado sería erróneo.
Porque creo que esto es universal, ocurre en cualquier cultura o en cualquier
ideología o en cualquier familia… no digo en todas las familias, ni en todas
las personas que forman los diferentes grupos políticos, ni en todas las
personas de todas las ideologías, pero si en algunas, pero en algunas de todos…
Cuánto
hecho de menos que este fenómeno, Freud, Adler, Jung y otros psicólogos no lo
hubiesen estudiado, dado unos límites, analizándolo, buscado una concreción,
una terapia, un diagnóstico, etc. Pero creo que este es un fenómeno real… la
aplicación que usted haga, ya es suya, la concreción o materialización que
usted realice, si se lo aplica a usted mismo, o se lo aplica a personas de tal
ideología o de tal otra, o a personas de su familia o de las otras, o a
personas de tal organización sin ánimos de lucro o a la otra… Todo eso ya es cosa
de usted. Si usted lee, estos dos artículos que constituyen esta idea, del
síndrome de Aníbal, como verá, en ningún momento cito a nadie, a nadie en
concreto… y como siempre hay que decir, que no es mi intención ofender a nadie,
ni de ahora, ni de ayer, ni de mañana. Ni que nadie se sienta ofendido.
Gracias.
7.
Cuando Arendt estudia y concibe el concepto de “la banalidad del mal”, del que
yo no estoy totalmente de acuerdo, creo que este concepto del síndrome de
Aníbal puede complementar lo que dice Arendt, y creo que este concepto explica
o puede explicar las causas o motivos hipotéticos o reales de mucho mal que
unas personas o ideologías o culturas o entidades han hecho a otras personas.
Si
analizo este fenómeno es para buscar razones y causas de algo que creo sucede
en la sociedad, y en segundo lugar, si algo se le pone nombre y se le
visibiliza, quizás podamos obtener conceptos e ideas y datos y hechos y
preguntas, y quizás se puedan evitar lo negativo de un fenómeno en el futuro.
En ningún momento pongo nombres, ni apellidos. Eso es cosa de ustedes, de los
que puedan leer este artículo hoy o dentro de cien años, si es que existe este
escrito…
© jmm caminero (14 julio 2015 cr).
Fin
artículo 262º: “Síndrome de Aníbal, II”.
*
[1] -1ª Edic: D.l. Cr‑878-2013. (Artículos
Periodísticos) (libro + 1 dvd).
-2ª Edic: D.l. Cr-865-2014. (128
Artículos Periodísticos) (libro + 1 dvd).
-3ª Edic: D.l. Cr-376-2015. (208
Artículos Periodísticos) (1 Cd).
-4º Edic: D.l. Cr-755-2015. (262
Artículos Periodísticos) (1 Cd).
-5º Edic: D.l. Cr-022-2016. (438
Artículos Periodísticos) (1 Cd).
-6ª Edic: D.L-Cr-789-2016. (590 Artículos
Periodísticos) (1 Cd).
-7º Edic. D.L-Cr-501-2017. (800
Articulos Periodisticos) (1 Cd).
-8º
Edic: D.l. Cr-939-2018. (1319 Artículos Periodísticos). (1Cd).
-9ª Edic: DL-Cr- 367-2020. (2150 Artículos
Periodísticos de JMM Caminero) (1 Dvd).