Artículo Periodístico 267º: “Viaje y
viajar”[1].
0.
El ser humano tiene la necesidad interna e interior del viaje y de viajar.
Buscar dentro de sí en otro espacio algo del exterior, y dentro de lo exterior
algo de sí.
1.
Quizás, como especie hemos estado viajando, ahora se le denomina emigración,
durante milenios. Y el viajar haya sido una constante, hasta encontrar un lugar
donde quedarse.
2.
Posiblemente siempre hemos sido más seres humanos, más población en un lugar
que tierra-riqueza, que riqueza material, y eso ha llevado a un constante
viajar…
Desde
el origen de nuestra especie hace más de cien mil años, posiblemente en todas
las especies humanas anteriores, como demuestra la prehistoria. El ser humano
ha estado cambiando de lugar y de espacio ha ido aposentándose en nuevos
paisajes.
3.
En casi todas las tradiciones religiosas está pautado algunos viajes, que en
este caso se denominan peregrinaciones.
Peregrinaciones-viajes
que son interiores y son exteriores al mismo tiempo. Es encontrar un nuevo
lugar, pero que es encontrar un nuevo lugar interno e interior.
4.
Diríamos que esencialmente el viaje se divide en dos grandes apartados, el
viaje exterior y cambio de lugar, sea permanente o sea durante un tiempo, y el
viaje interior, que puede ser realizado sin moverte del lugar, o cambiando de
lugar, sea de forma temporal o sea permanente.
La
lectura es uno de los sistemas o artilugios del gran viaje. En estos momentos,
las artes y todas las artes cumplirían también ese fin.
El
gran viaje como algunos indican es no moverse del sillón e ir conociendo el
propio interior… Conduciéndose con los conceptos e ideas, con sosiego y
moderación.
Hay
muchos viajes interiores que son dañinos, para uno mismo, sean porque se
utilizan substancias perjudiciales y perniciosas, y convierten a los hombres en
esclavos, o sea porque te acercas a principios o ideas, que son perniciosos,
porque son destructivas sus ideas, son grupos sectarios, de un color o de otro.
5.
Se ha interpretado la existencia humana como un viaje que empieza en el momento
del engendrar y termina en la muerte, o según algunos en ese momento se asoman
a Otro Lugar al Viaje Definitivo y al Lugar Definitivo, la Eternidad.
6.
Hay multitud de motivos interiores y exteriores para que las personas viajen.
Decirlos o narrarlos es imposible. Pero cada uno debe realizar un ejercicio de
introspección y averiguar cuales son sus razones internas e interiores y
externas y exteriores.
7.
Quizás el ser humano necesita viajar para huir de su realidad material y
realidad psicológica y realidad social. Al menos, por unos días o semanas
pensar que es otra cosa, olvidarse de lo que es y ha sido en algún lugar. Lo
que representa.
8.
El viaje masivo del turismo, una modalidad de viaje, con dos destinos, que se
pueden combinar o no, la playa o el viaje cultural.
En
el primer caso, miles de seres humanos en varios kilómetros de línea de mar, de
alguna forma se amontonan, y todos son iguales, todos llevan sus cuerpos,
tapados mínimamente, con un bañador. Lo cual no se nota las diferencias de
clase o de estatuto o de profesión. Todos son similares en algo. Es como en el
deporte todos forman y conforman una masa con un destino o una finalidad.
Por
otro lado también de alguna forma, quizás interiormente se vuelve al original o
al momento de la creación, quizás sea de forma inconsciente. El ser humano se
siente uno con la naturaleza.
También
el impulso de la sexualidad es tan importante. Que de alguna manera en esos
lugares se hace fluir de forma consciente o no.
El
contacto y combinación con el agua, principio y origen de todo, el volcán
posiblemente del nacimiento de la vida… quizás todo tenga sueños arquetípicos
inconscientes de milenios, de docenas de milenios…
La
seguridad subjetiva, de estar tranquilo, de que no sucede nada, de que olvidas
las ocupaciones y preocupaciones. Volver a una vida sin obligaciones…
9.
En las sociedades occidentales, el verano es el tiempo del viaje masivo se
produce una fractura interior, entre los que pueden o no pueden realizar dicho
rito. Porque casi es un rito.
Quizás
el sentirse bien o no bien, es la posibilidad de viajar o no viajar en ese
tiempo. Lo que lleva quizás a una baja autoestima de quién no puede.
Por
eso, quizás sería importante, entender el viaje de otra manera. Aceptar el
poder viajar, pero aceptar también el no poder viajar. Y no necesariamente por
falta de dinero, en todos los casos, sino por multitud de otras causas y
razones…
10.
Las clases altas también realizan dicha realidad, pero quizás sus destinos sean
el extranjero. O quizás en sitios y lugares de niveles restringidos.
Pero
incluso para los retoños de las clases altas el verano puede confundir y
confundirse, puede de alguna manera mezclarse.
Masivamente
en Europa, las clases medias y clases bajas también ha empezado a salir a otras
sociedades, a otros Estados. Como siempre se ha cumplido la ley, de que muchas
costumbres la empiezan los estratos altos y después van descendiendo hasta los
estratos bajos…
11.
Pero el verdadero viaje es el interior. Y como diría Pascal, que viene a decir,
algo así, “si no saliésemos de nuestras cocinas, no habría tantas guerras”.
El
viaje interior, sea estético, sea filosófico, sea religioso-espiritual. Ese es
el gran viaje que los seres humanos realizan y construyen. Todos, todos de
alguna manera. Algunos si llegan a grandes destinos, crean nuevas
interpretaciones del mundo, sean de corte artístico-estético, sean de corte
filosófico-científico, sean de corte tecnológico-económico-industrial, sea de
corte religioso-espiritual…
Después,
toda la civilización o todas las civilizaciones responden a un viaje. A un
viaje que una persona o varias personas realizaron hace siglos o milenios. Y
durante docenas de generaciones otros seres humanos continúan ese viaje
interior, aunque por lo general, quedándose en posadas intermedias de ese
destino del gran viaje.
12.
Desde que hace dos o tres siglos los hijos de la alta burguesía inglesa estrenaron
y desarrollaron el “grand tour”, es decir, un año o dos viajando por Europa.
Como siempre lo que se inventa, en general, en las clases altas de la sociedad,
casi todo después se va copiando y plagiando de alguna manera, por las clases
medias, y después las bajas… hace un siglo, lo normal es que las clases medias
fuesen a los balnearios. Después se inventaron los viajes masivos a las playas…
Antes los viajes del gran tour. Pero hace siglos, los viajes interiores de los
grandes descubridores de la interpretación del mundo… Y en esa encrucijada
estamos, somos el resultado de muchos viajes, de viajes de nosotros mismos, de
viajes de nuestros padres, de viajes de generaciones anteriores, de viajes
realizados por otros seres humanos, hace siglos o milenios o docenas de
milenios. Al final, la gran potencia mundial actual, Estados Unidos, es el
resultado del viaje de docenas de millones de personas que llegaron a su
pequeño paraíso… Siempre el viaje,
forzado o libre, obligatorio por las circunstancias o libre por libre albedrío,
por una razón o por otra. No somos el viaje, sino somos viaje, viaje de alguna
manera.
© jmm caminero (19 julio
2015 cr).
Fin
artículo 267º: “Viaje y viajar”.
*