Artículo Periodístico 125º: “¿Sobre el trabajo y la vocación?”.
0.
¿Podríamos hablar de dos niveles, el trabajo que todo ser humano tiene que
realizar para vivir y sobrevivir y por otro lado, sobre la vocación que sería
el trabajo que le gustaría hacer, para vivir y sobrevivir, y porque tiene para
esa persona un enorme atractivo? ¿En algunos casos trabajo y vocación coinciden,
en otros, diríamos que están separados o seccionados?
1.
¿Todo ser humano debe intentar, cada día trabajar, o dicho de alguna manera,
producir el pan que se va a comer, o equivalente? ¿Es una necesidad o debería
ser para él o ella misma, para la sociedad y en la sociedad? ¿Todo lo que
consumimos, deberíamos ser conscientes alguien, miles de personas lo han
elaborado de alguna manera, si no hoy, hace siglos…? ¿Usted pasa por un puente,
y ese puente fue realizado por el trabajo humano, por la invención humana hace
siglos, usted está aprovechándose de un trabajo que alguien o muchos alguien
hicieron hace siglos, sin contar la invención de conceptos e ideas…?
2.
¿En las culturas mediterráneas no se valora, al menos, por parte de la
población suficiente el trabajo, la necesidad del trabajo, al menos el que sea
legal, moral, honesto y bueno para uno mismo y para los demás? ¿Cierto es que
no todo el mundo puede trabajar en el trabajo que desea, según su vocación, o
en los trabajos que le permiten ganar más dinero…? ¿Pero cada uno tiene la
obligación de trabajar por el bien propio, de sus familias, de la sociedad, de
la humanidad, y del Estado en el que vive y habita y recibe multitud de
beneficios, y algunos no beneficios también? ¿Distinguimos sociedad y
humanidad?
3.
¿Encontrar la propia vocación, algo que puedas decir es mi vocación, aunque no
trabajes en ello laboralmente o recibiendo un dinero, es esencial para el ser
humano, para entenderse a sí mismo, para encontrarse a sí mismo?
4.
Cada uno contribuye al bien del mundo y de la sociedad y de si mismo y de su
propia familia. Siempre que desarrolle lo mejor posible, su propio trabajo,
siempre que este sea legal y sea suficientemente moral y bueno para la sociedad
y para sí mismo. Contribuimos a la perfección y desarrollo de la naturaleza
cada uno con su pequeña o gran responsabilidad laboral. Unos, tendrán trabajos
de enorme responsabilidad y de enorme aceptación social, otros menos, pero
todos contribuirán al bien común y personal y familiar. Siempre que sean
legales y suficientemente morales. No pondré ejemplos, para que nadie se
ofenda. Pero las personas deben sentirse más orgullosas de su propio trabajo,
de su propia función. Para eso deben contribuir lo mejor posible al bien común.
5.
El hombre, cada individuo colabora en el bien a la sociedad, con su trabajo. En
los primeros años en la enseñanza, después en un trabajo, en la vejez quizás
dando orientaciones y llevando una vida digna y honesta.
6.
Todos, con nuestro trabajo, sea humilde o modesto, de gran relumbrón o sin ello
colaboramos para el bien propio, de nuestras familias, de la sociedad, del
Estado, de la humanidad presente y futura. Siempre que ese trabajo sea legal y
moral. Ese orgullo por el propio trabajo es necesario si queremos vivir y
sobrevivir como individuos y especies. Si no te gusta mucho tu trabajo,
inténtalo hacer lo mejor posible, y en tus ratos libres, intenta prepararte
para otro, con oposiciones, o poniendo un negocio o estudiando o haciendo todo
a la vez. Siempre que no olvides que debes dedicar un tiempo a ti mismo, un
tiempo a tu familia. No por el trabajo olvidemos otras realidades humanas,
nosotros mismos, nuestras familias, etc.
7.
¿Cada hombre o mujer tiene una o dos o tres vocaciones posibles…?
8.
Trabajar para producir cosas y servicios que son buenas a otros seres humanos,
siempre que sean legales y morales. Y así de ese modo, cada uno se sentirá
orgulloso de su propio trabajo, de su propia producción…
9.
Trabajo y vocación deberían converger en un ser humano. Al menos, si no al
principio de sus carreras profesionales, si a lo largo de las vidas. Es una
tragedia y tristeza muy grande, encontrarse personas, que jamás han podido
trabajar en sus propias vocaciones, incluso teniendo méritos, preparación,
formación, estudios en dichas vocaciones… La sociedad debería orbitar formas
para que esas personas encontrasen y trabajasen en su formación, si no a los
treinta años, si al menos, a los cuarenta años… Que por ejemplo, un médico, no
pueda trabajar nunca en su carrera y preparación. Quizás, no habría que buscar
alguna manera, que al menos, tuviese una entrada en la profesión, en alguna
especialidad, o en alguna función, a los cuarenta y cinco años… y no tenga que
pasarse toda la vida, en otra labor, para poder vivir y existir… Pero ese
ejemplo, aplicable a todo. Quizás, no debería organizarse una forma de entrada
en olas profesiones, dar una oportunidad especial. Un número de plazas, en
cualquier profesión, a personas de tal edad…
10.
Con el trabajo, siempre que sea honesto, moral y legal todo hombre contribuye a
la perfección de la naturaleza, y al bien de los demás seres humanos…
Cada
ser humano con su trabajo debe sentirse orgulloso de sí mismo y de la
colaboración que realiza en el conjunto de la humanidad. Tanto si es un trabajo
muy loado o sea muy modesto.
©
jmm caminero (01 enero-25 agosto 2014 cr).
Fin
Artículo 125º: “¿Sobre el trabajo y la vocación?”.
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