Artículo 4.782º: “Manfred Gnädinger; Museo
MAN”.
Manfred
Gnädinger (1936-2002)
pintor, escultor, filosofo que vivió como un anacoreta o ermitaño casi desnudo
en la costa de Camelle, Costa de la
Muerte, Galicia.
La
evolución biológica ha creado un sistema de que cada individuo, tiene una gran
parte genética igual o semejante a todos los individuos, pero otra, pequeña que
es diferente. A eso, le añadimos las circunstancias vitales de cada sujeto y
surge el árbol tan rico de individuos diferentes. Quizás nuestro autor, que
nació en Alemania, antes de la Guerra Mundial, quizás ese hecho le influyó enormemente.
Estudió
Arte en Italia, e impartió clases, no es un autodidacta en las Artes Plásticas.
Pero la vida, las razones de la vida, aquello del inconsciente y semiconsciente
le llevó parar sus pies y sus manos en la Costa de Galicia, y, allí se fue desprendiendo
de ropa, y, no sabemos de cuántas ideas internas. Personalmente, no sé si
estaba diagnosticado de alguna patología o síndrome psicológico, o quién sabe
si psicológico moral. La realidad es que fue haciendo un pequeño museo de
escultura alrededor de una casa que se fue haciendo al lado de la costa al lado
del mar, un pequeño jardín, y, fue acumulando obras de arte, dibujos y pinturas
pequeñas de los visitantes –se habla de doscientos mil dibujos en dos mil y
pico cuadernos-, actualmente, se ha dispuesto de un museo en su nombre, MAN,
el hombre alemán, el hombre de Camelle.
Realizó
una obra que está dentro de la tendencia del Arte Otro, el Arte Marginal, el Arte Bruto, personalmente me gusta
más utilizar el concepto el Arte del
Silencio. Es en definitiva, a mi modo de ver, una persona que quiere sacar
de sí mismo, de dentro de si mismo, quizás sus dolores y sus angustias y sus
penas muy profundas. Y, el arte, aunque no sea una plena curación, si sirva
para aliviar las heridas y aliviar los síntomas. El arte es terapéutico en este
caso.
Sin
que nada sea igual a nada, pero existen realidades semejantes, nacidas del Arte
Brut o Bruto o del Arte Naïf, entre otros: la
Colección de Art Brut en Lausana, el Halle de Saint Pierre de Paris, LaM de
Lille, CREAHM de Lieja, El Museo Guggins de Viena, el Museum im Lagerhauss, La
Colección Prinzhorn, La Fundación Die Schlumper de Hamburgo, el Intuit de
Chicago, El Creative Growth de Oackland de California, El Museo Art et Marges
de Bruselas, La Galería Gambra en Praga, la Colección de Arte del Museo de Arte
Psicopatológico del Hospital de
Ciempozuelos, La Casa-Museo de la Tía Sandalia en Villacañas de Toledo,
etc.
No
me atrevo a clasificar este tipo de arte, que también tiene representaciones en
escultura y en arquitectura. Edificios realizados por personas autodidactas. No
todo este arte es producido por personas que están en el límite de la
psicología, puede ser de personas autodidactas, pero hay se encuentran, según
algunos tres grandes tendencias en el Arte del siglo XX, se han ido acumulando
influencias del Arte de los Niños, el Arte de Personas sin formación artística
académica, personas que rozan diríamos el límite de la salud psicológica.
Dubuffet, fue uno de los grandes artistas
del siglo veinte, que fue capaz de recuperar y revalorizar este tipo de arte,
y, él creo tendencias y obras y una escuela que como se ha hecho con el resto
de estilos del siglo veinte, han tomado de otras fuentes, y, han hecho obras
que han terminado en las grandes museos del mundo.
A
todo este arte, de estos dos últimos siglos, me he atrevido a ponerles un
nombre, “Arte de la Vanguardia”, y,
dentro de este arte, algo semejante como ha pasado con otros grandes estilos,
sea el románico, el barroco, el gótico siempre hay tendencias dentro de cada
uno de ellos. Pues dentro del Arte de la Vanguardia, que todavía sigue, pues
han surgido en su seno, una veintena de estilos y de ismos y de tendencias y de
manifiestos. Una de ellas, es este magma que denominamos Arte Bruto, Arte Otro, Arte del Silencio, Arte naïf, Arte Marginal,
etc.
Esta
persona, Manfred Gnädinger mitad
ermitaño del arte, mitad buscador de la profundidad de su ser, mitad artista
plástico, mitad pensador o filósofo, mitad hombre artista o de teatro o artista
del espectáculo, mitad parecido a aquellos cínicos antiguos, aquellos filósofos
antiguos: Antístenes, Diógenes de
Sinope, Crates de Tebas… Cínicos, es una palabra griega, que significa
perro. Porque como los perros no necesitaban nada, aquello, real o imaginario,
cuando se le acercó el gran Alejandro,
que después sería el conquistador de media Asía, y, le preguntó si necesitaba
algo, si quería algo, y, dicen las crónicas, reales o imaginarias: “que se
quitase que le impedía ver el sol o que le calentase el sol”.
Quizás,
nuestro artista, nuestro pensador del nuevo cinismo, de una nueva manifestación
del cinismo como filosofía en el siglo veinte. Estaba, sabiéndolo o no, dentro
de esta tendencia. Ahora, como cada siglo mira y percibe las cosas, según sus
premisas, ahora, lo estamos analizando a la luz del Arte y la Naturaleza,
visión que no estaba desencaminada, pero quizás, habría que añadir ese elemento
filosófico o neofilosófico antiguo.
¿Hasta
dónde su mente estaba totalmente sana o estaba a medias o a ratos, eso no puedo
expresarlo, ni indicarlo este modesto plumífero…? ¡Pero desde luego, vale la
pena, ir a visitar su Museo a Camelle…
allí, allí te espera algo de la realidad profunda del ser humano, algo de usted
mismo, porque el Arte solo son espejos que nos dicen algo de nosotros mismos…!
¡Paz y bien…!
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jmm caminero (15-30 marzo 2025 cr).
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“Manfred Gnädinger; Museo MAN”.