Artículo 4.786º: “Cervantes como enigma y Joaquín Valverde Sepúlveda”.
Antes de escritor publicado, Cervantes fue soldado, fue migrante,
fue observador de la realidad. Hoy, no se admitiría a Cervantes como profesional potencial de la escritura…
Esta
es la realidad, hoy, no admitiríamos, los círculos culturales de la industria
cultural de la literatura, y, tampoco de la academia universidad, no admitirían
a Cervantes, no ya como escritor,
sino antes de ser un escritor publicado, no lo admitirían, por no tener
estudios universitarios de su tiempo, por ser posiblemente hijo y nieto de
judíos conversos, por haber sido soldado, por la trifulca en Madrid con duelo,
según parece ser, porque estuvo como soldado y además participó en la mayor
contienda bélica de su época, la que cambió el destino de Europa, y, por mil
otras razones.
Hoy,
no hay más que remedio que aceptar a alguien como escritor si publica un libro,
pero incluso publicando un libro o diez, no se admite o tolera totalmente, a
muchas voces como escritor. Hoy, antes de publicar su libro del Quijote
Quijano Quejada, Cervantes
no habría sido considerado como escribiente literario. Esta es la realidad,
queramos aceptarla o no. Hoy, por razones semejantes se rechazan a cientos,
miles, decenas de miles de escritores cada siglo… siempre están y siempre son,
pero nunca son y nunca están…
Hoy,
en este recorrido por el columnismo que voy haciendo, como homenaje a todos los
autores, y al género literario y periodístico que es el articulismo me he
encontrado con un texto titulado: Soldado antes que escritor, que
según sitúa en la contraportada el autor es Joaquín Valverde Sepúlveda, que escribió y publicó una serie de
“textos” que serían semejantes a artículos, “gacetas” en el argot televisivo,
la mayoría emitidas en el teletexto de TVE.
Al
fin, de cuentas, nos encontramos con otro mar de “expresiones humanas” que
desconozco si los investigadores han profundizado, han sacado de su dormición
–cuántas palabras dichas o escritas o
emitidas, de una manera o de otra se han ido perdiendo o están olvidadas en
cuevas dentro de la mar, como Altamiras
esperando se descubran-. A mí, me parece el libro que ha recogido este autor y
escritor, nacido en Guadix, en 1930,
es digno de leerse, todas son entradas al mar inmenso de Cervantes. Sugiero a los
descendientes y herederos de este autor que abran una entrada en la Wikipedia,
para que sea más fácil horadar en sus producciones literarias…
Todo
ser humano es un misterio y un enigma, pero Cervantes nos parece que es más. Parece que fuese un milagro que
publicase su novela famosa, o lo que sea el Quijote, cada siglo lo
interpreta de una manera. Fue un milagro que se salvase de Argel, fue un
milagro, parece ser que no fuese trasladado a Estambul, fue un milagro su vida
por esta Península, fue un milagro siempre con el lobo y perro hambriento de la
necesidad y de las necesidades. Tuvo que ser un milagro sobrevivir siendo de
abuelos convertidos del judaísmo. Debió de ser todo un misterio.
Quizás,
quizás el humor de esta famosa novela, que no tiene tanto de humor fue lo que
le rescató. Al éxito popular de ese escrito de varios cientos de páginas, pudo
a la sombra de ese árbol publicar el resto de producciones. Si no hubiese sido
por la fama y notoriedad que le proporcionó, no sé cuántos dineros, no habría sido
escritor, o habría sido, como tantos otros, olvidados, porque no podría haber
sembrado el mundo de otras obras. Me pregunto, muchas veces, me he preguntado,
cuántas obras que redactase Cervantes
se habrán perdido, cuántos poemas, cuántas obras empezó y no terminó, cuántas
pensó y tenía en su cabeza y no comenzó/terminó… Me pregunto… Pero alabamos a
los profetas muertos y seguimos enterrando profetas vivos. Es la realidad…
Siempre
he pensado que en cualquier oficio o profesión hay que aprender de la historia
de esa actividad, y, no cometer los mismos errores que en el pasado. No hay que
ser anacrónicos, cada época tiene sus luces y sus sombras, pero de cada época
se puede aprender y aprehender lo que se debe de hacer y lo que no se debe de
hacer. Cervantes es el paradigma de
escritor. Todas las penas y angustias que como persona y como escritor pasó.
Hasta El Quijote, según los expertos se le consideraba un diletante o
aficionado autor. No pudo entrar en el teatro de Madrid, porque sus obras eran
complejas, porque la censura de otros autores se lo impidieron –según parece
ser-.
Pero
salvando la distancia así existen muchos, ahora mismo, cada generación y cada
época. Algunos brillan un poco y otros muy mucho. Pero todos van falleciendo,
y, ellos o ellas mismas se preguntan, aunque hayan vivido del oficio si sus
obras perdurarán. Aún más, los que solo han publicado, y, han estado en esos
círculos, pero buscando otros arados para tener pan cada día. Un conocido
decía, dónde están todos los que bebieron café en la Tertulia del Gijón, y, en
otras en este último siglo o en estos dos últimos siglos. Dónde están. Eso es.
Dónde están.
Hasta
la saciedad he indicado, aprendamos de Cervantes,
al menos, en esto, hagan directorios de escritores por territorios y geografías.
Solo una pequeña ficha, solo una lista de cientos por cada geografía, de forma
virtual, una pestaña de algún museo o fundación. Pero ni siquiera eso, ni
siquiera eso, desean hacer.
Si
Cervantes levantase la cabeza, lo
dejaríamos que viviese de angustia y de pena y con necesidad. Si, lo
volveríamos a hacer… porque ya lo estamos haciendo con otros, porque entre
tantos miles, quién dice, que no habría o habrá un o una Cervantes que se está
perdiendo, olvidando, durmiendo en el silencio, en la pena y en la angustia…
¿Quién lo sabe, usted lo sabe…?
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jmm caminero (19-30 marzo 2025 cr).
Fin artículo 4.786º:
“Cervantes como enigma y Joaquín
Valverde Sepúlveda”.
E.
30 marzo