Artículo Periodístico 494º: “Maledicencia”[1].
0. Se puede definir la
maledicencia como quitar, abolir, anular injustamente la buena fama del
prójimo. Puede ser hablar mal de él sin necesidad, sin justicia, sin imperativo
categórico, por ejemplo, narrar un hecho en un juicio. Es uno de los defectos,
errores, costumbres, hábitos más extendidos en las sociedades humanas, en casi
todos los ámbitos, familiares, laborales, sociales, medios de comunicación.
Quitarle la fama a una persona, injustamente, puede provocarle heridas y
consecuencias que pueden durar décadas, incluso traspasar a la siguiente
generación.
1. Si admitimos que no
se puede robar o hurtar o quitar unos zapatos que son del otro, o un trozo de
tierra o cualquier otro bien, menos aún podemos quitarle a otro su fama, y peor
aún si ese quitar es de forma injusta, no verdadera, es decir que no viene al
caso, no es necesario por imperativo legal o imperativo moral o imperativo
espiritual, etc.
- ¿Cómo se repara
después la buena fama de una persona si se la hemos quitado o arrebatado…? ¿Y
encima lo hemos hecho injustamente, sin datos y sin hechos y sin razones
suficientes? ¿O siendo verdad el hecho o dato que se narra, no te obligaba a ti
a decirlo o a indicarlo o a narrarlo o a contarlo dichas palabras o dichos
hechos o dichas realidades, reales o supuestas del prójimo…? ¿Cuántas veces, a
una persona que es más moral que las otras, las otras con menos moralidad le
arrebatan o le quitan la buena fama…?
- Los maestros éticos y
morales y espirituales del pasado nos dicen que quitarle la fama, la buena fama
a una persona injustamente es como asesinarlo dos veces…, porque le quitas el
buen nombre en la sociedad y en la comunidad…
- No somos conscientes
que una mancha negra de tinta se tarda mucho en borrar, y siempre queda el
cerco o incluso en gran parte la mancha…
- La murmuración es uno
de los males más extendidos, además hoy se ha extendido en algunos medios de
comunicación. Por lo cual muchas personas piensan y sienten consciente o
inconscientemente si “eso se dice en televisión, por qué no voy yo a hacer lo
mismo yo de aquel o de aquella…”.
- No hables mal de
nadie, no narres nada de nadie, nada que sea malo, a no ser que por imperativo
legal o imperativo moral o ético de gran necesidad lo tengas que hacer.
- A veces, se utiliza el
truco de empezar a hablar bien de alguien, para terminar con el puyazo o el
espadazo de empezar a contar los hechos negativos y malos, reales o
imaginarios, en parte verdad y en parte exagerados de esa persona, e incluso retrotraen
hasta los abuelos o bisabuelos…
- Algunos piensan que
los que no hablan mal de otros siempre pierden, porque de ellos si hablan mal,
pero ellos en cambio no hablan mal de los otros…
¿Cómo en todo juicio o
enunciado moral, dónde está el equilibrio, entre la defensa justa de los
propios intereses, dónde el término medio y el vocablo justo…?
Hay que intentar
defenderse a uno mismo, sin necesidad de llenar de negro la fama del otro. Hay
que buscar la defensa justa sin intentar caer en la maledicencia, en el falso
testimonio del otro o contra del otro, en la exageración de los defectos del
otro. Tampoco se puede alabar a otra persona, si tiene claros y evidentes
defectos…
- A veces, una persona
se puede equivocarse en una palabra, conversación, hecho, dato y ha sido sin
mala intención. También a veces, una persona puede cometer un hecho y no darse
cuenta, y haber cometido un error. Puede suceder que se malinterpreten mal
palabras, hechos, datos, de otras personas… Por tanto, todos nos podemos equivocar…
- Demasiadas veces,
incluso dentro de los senos familiares amplios, se juzga y se sentencia a una
parte, a un individuo, y ni siquiera se le escucha su opinión, su parecer, que
cuente su versión de los hechos…y esto sucede también en todos los ámbitos
sociales, lugares de trabajo, entidades de ocio, comunidades de vecinos,
incluso entidades filantrópicas, humanitarias y religiosas…
- Siempre se ha dicho
que el juicio temerario y la maledicencia ha sido la peste de conventos,
seminarios, casas de órdenes religiosas, etc. Por tanto, con más razón en
lugares o entidades civiles de todo tipo… Esto es un mal tan extendido, y
además las personas no son conscientes de que caen en ese error.
-
Ciertamente tampoco podemos ignorar que hay personas que adrede, racional y
voluntariamente le quitan la fama a otros, por inquina o rencor, o porque se
sienten perjudicados por otros, sea un juicio real o imaginario, o para
conseguir de otros algunos beneficios, para marginar y silenciar a otras
personas, etc. Y para todo ello se utiliza muchas veces, el juicio temerario,
la maledicencia… También se utiliza para que no se vean los defectos y males de
uno mismo o de los cercanos cantamos y narramos los males y defectos de los
otros, así se habla mal de los otros, y no se habla mal de nosotros mismos…
Hasta se llega a hablar mal de otra persona, que en un determinado acto o hecho
no ha caído en una pasión y en un error, pero tú mismo o alguien cercano a ti
mismo, si ha caído, y para que no se vea el contraste entre el actuar bien de
otra persona, y el actuar mal de ti mismo o de alguien cercano a ti, se habla
mal del otro, cuándo tenga un pequeño error o defecto se amplificará…
- No sabemos distinguir
cuando a una persona se le pisa una y otra vez, y esa persona justamente se
defiende, y encima por defenderse, muchas veces mínimamente, encima se le quita
la fama, el honor, se utiliza los trucos de la maledicencia y del juicio
temerario, se le silencia, se le aísla, incluso se le margina…
Demasiada veces, vemos en
el mundo que las personas de mejor buena voluntad, las personas que se han
sacrificado más, las personas más morales son tratadas y tenidas como peores,
por los demás… Y encima se le quita la poca buena fama que tienen, no se le
preguntan su parecer en esa cuestión o en otra… y esto sucede en todos los
ámbitos, incluido en la familia, en la familia en sentido amplio…
- No se puede decir que
el mal es bueno, ni que lo bueno es malo, ni el bien es malo, ni el mal es
bueno. Por tanto, no se puede decir que algo es bueno sabiendo que es malo,
porque lo ha hecho tal individuo o tal otro. El mal o lo bueno es mal o bueno
independientemente quién lo haya hecho… ciertamente juzgar la responsabilidad
que tiene el que lo ha hecho, es otra cuestión… porque un hecho o acto puede
ser malo en sí, pero la responsabilidad de quién lo ha realizado, la
responsabilidad moral o, y la responsabilidad civil o jurídica, ya depende de
multitud de factores y variables, que muchas no conocerás nunca…
- No podemos negar que
en algunos ambientes, las personas que no hablan de los otros, ni de los demás
se les aísla, se les silencia o incluso se les margina, porque no invitan a
hablar mal de nadie, porque no hablan mal de nadie, porque se pasa con ellos el
tiempo más despacio y más lento y más aburrido… A veces, en algunos entes
sociales la persona que no trae dimes y diretes, no es bien tratada, ni tiene
demasiada empatía por los demás, porque el tiempo con esas personas parece que
se hace más largo, al no hablar de nadie…
- Muchos les disgusta
que alguien hable bien de un acto o de un hecho o de una palabra que otra
persona ha dicho o ha hecho o ha realizado y que está bien y es bueno. Pero si
vería bien que hablases mal de algún hecho o acto u opinión de otra persona…
- Muchas veces se cita a
los demás, cuando lo demás han dicho algo en un círculo y en una situación, y
se malinterpretan las palabras, o se sacan del contexto de por qué y cómo se
dijeron, o se exageran, o el que las ha dicho, las ha indicado en un momento
malo psicológicamente y ha indicado algo que no debería haber dicho. Y los
demás deben interpretar que hay que silenciar dichos datos, etc.
- Muchas veces hablas de
otras personas y de temas que no te competen, que no tienes suficiente
conocimiento, ni autoridad, ni tienes por qué hacerlo. Y por tanto, tú mismo te
metes en líos sin necesidad. Líos que pueden ser de diferente dramatismo y de
diferente complejidad y de diferentes consecuencias…
- Hay autores morales y
espirituales que dicen que de los defectos públicos y notorios, se puede
hablar, pero siempre que se haga con misericordia y piedad. No se puede negar
lo evidente. Pero tampoco se puede negar que una persona que tenga un defecto o
cinco, puede tener también otras virtudes.
Quizás
saber lo que es público y notorio y defectuoso de una persona, puede ayudar a
otras, que son más ingenuas y que tienen menos conocimientos a defenderse del
mal de las otras personas. Porque se les puede poner sobreaviso, se les puede
avisar de alguna manera o de alguna forma… por eso, la dificultad enorme de
averiguar dónde está el equilibrio de todo… La maledicencia ha traído enormes
males, pero no avisar a otras personas de los defectos graves y notorios y
públicos de otras personas, quizás también haya traído enormes males, porque
otras personas más ingenuas o sin conocimientos de esas personas o de ese
ambiente o de ese medio han caído en enormes males y defectos…
2. Para terminar siempre
se ha dicho que la lengua ha matado a más personas que la espada. Creemos que
este axioma, máxima, proverbio antiguo es verdad y me temo que continuará
siendo verdad…
twitter.com/jmmcaminero
©
jmm caminero (28 febr.-07 marzo 2016 cr).
Fin artículo 494º:
“Maledicencia”.
[1]
Env. y publ. 07 marzo 2016 a la Verdad de Ceuta.
Env.
07 marzo 16 al DigitalSur.com. Publicado 09 marzo 2016.
-1ª Edic: D.l. Cr‑878-2013. (Artículos
Periodísticos) (libro + 1 dvd).
-2ª Edic: D.l. Cr-865-2014. (128
Artículos Periodísticos) (libro + 1 dvd).
-3ª Edic: D.l. Cr-376-2015. (208
Artículos Periodísticos) (1 Cd).
-4º Edic: D.l. Cr-755-2015. (262
Artículos Periodísticos) (1 Cd).
-5º Edic: D.l. Cr-022-2016. (438
Artículos Periodísticos) (1 Cd).
-6ª Edic: D.L-Cr-789-2016. (590 Artículos
Periodísticos) (1 Cd).
-7ª Edic: D.L-Cr-075-2018. (1 Cd).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.