Artículo Periodístico 3.924º: “Gastrococido de Lalín, I”.
Cuando
en antropología cultural se estudia como se crean las tradiciones culturales,
nos acercamos a ese fenómeno por aproximaciones. Aquí en este cocido fiesta
tenemos un ejemplo.
Diríamos, que de una necesidad
humana, como vender los productos del cerdo, alguien o un grupo de personas, se
les ocurre construir un día de fiesta y de celebración del cocido gallego, que
en definitiva, es la materialización o transformación de los productos del
cochino en alimentación humana. Y, de aquí, se van derivando como unas manos de
pulpo arborescente: no solo una fiesta, sino un mes del cocido, una Feria del
cocido, un concurso de periodismo y de información sobre el cocido, un museo,
etc.
Alimento
y religiosidad.
Solo faltaría, que pidiendo los
pertinentes permisos, se celebrase, supongo que no se hace, una Misa religiosa,
que tuviese el fin propio religioso y además, unirla al día grande de esta
conmemoración. En otros tiempos, que en esta Europa, todo se pasaba por lo
religioso, esto sería normal y rutinario y nadie lo pondría en negativo. Pero
ahora, supongo, que simplemente, indicarlo, es parecer anacrónico. Pero no
debemos olvidar que de las cinco grandes religiones occidentales del
monoteísmo, con todas sus diferencias y matices entre ellas: Akenaton o
Akenatismo, Moisés, Zoroastro, Jesús de Nazareh, Mahoma… de estos monoteísmos,
tres de ellos, tienen su raíz, en la promesa de la nueva tierra “donde fluye y
abunda la leche y la miel”.
Con lo cual, volvemos a pensar
que las tres religiones monoteístas, tienen su origen en la promesa de una
Nueva Tierra Terrena y Terráquea, dónde abunda la leche y la miel, en
definitiva, el alimento, además, evidentemente, de normas religiosas en sentido
estricto, normas morales, normas espirituales –en todos los mandatos del
Antiguo Testamento, 613, muchos de ellos alimentarios-. Supongo que este
discurso ahora, será extraño y singular, pero no podemos obviar las diversas
dimensiones de la realidad humana, de la gastronomía también.
Origen.
En 1968 en la comarca de Deza,
dónde se enmarca esta fiesta y pueblo de Lalín, se pensó que había que inventar
o crear o diseñar tácticas de la venta de los productos comarcales. Y, se pensó
que los productos derivados del cerdo eran lo apropiados. Y, se empezó a pensar
en un día del cocido, fiesta o día, domingo al anterior del carnaval. Y, de
ahí, fue derivando y amplificándose a todos los acontecimientos –perdonen, que
no utilice la palabra evento, que no me agrada a mi oído y lengua y corazón-,
que hemos ido narrando.
Y, supongo que al estar esta
fiesta en pleno auge y evolución, se irá ramificando como un árbol en nuevas
situaciones y realidades –por ejemplo, con permiso de autores y autoras, no
solo crear una Web específica para esta fiesta y el cocido, sino que en ella, se
vayan insertando con enlaces a todos los artículos periodísticos que se han ido
presentando durante estos treinta últimos años-. Y, que sirva también esa Web
para ir amplificando informaciones y notas, sobre el cocido de Lalín, pero
también, sobre el cocido en general, sobre la gastronomía y la gastronomía
gallega en particular… Que se vaya convirtiendo como en una especie de Archivo
y Centro Documental Virtual sobre el Cocido y el Cocido de Lalín.
Día
Internacional del cocido.
Existe un día del cocido, si mis
datos son ciertos se celebra el 27 de febrero. No olvidemos que la matanza del
cerdo, una fiesta, como todas en la península durante mucho tiempo, mitad
religiosa y mitad secular, se hacía hacia el invierno, en los días más fríos,
para que fuese propicio para la conservación, dónde el frío impedía la
existencia de la mosca, etc.
Hay quién piensa que toda la
alimentación humana desde la prehistoria, tiene unas maneras básicas de
alimentarse y cocinarse: cruda, asada por fuego, frita en algún recipiente y
con alguna grasa, con agua o cocida –los artilugios modernos podrían ser
derivaciones de alguna de estas formas-. De estas cuatro maneras básicas penden
todos los alimentos, evidentemente, antes del fuego y después del fuego, que se
cree se pudo empezar a utilizar hacia quinientos mil años antes de nuestra era.
Pero también se indica que quizás, en incendios naturales, se quemarían
animales, y, los homos de aquellas épocas, incluso los homínidos antes de los
homos, pudieron aprovechar animales quemados de forma natural.
Consecuencia.
El cocido de Lalín, como símbolo
y metáfora e hipérbole de la realidad humana. Ese ansía y necesidad de vivir y
sobrevivir. De convertir todo, en algo más que la apariencia, en convertir la
necesidad económica, en alimento, el alimento en fiesta. Convirtamos, entre
todos a Lalín, en una conmemoración internacional sobre la Paz y el Alimento.
¿Piensen las fuerzas vivas, en la posibilidad de otorgar un Premio Europeo de
Gastronomía…?
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (28 noviembre-04 diciembre 2023 cr).
Fin artículo 3.924º:
“Gastrococido de Lalín, I”.
E.
04 noviembre