Artículo Periodístico 4.161º: “Hasta dónde puedo escribir como articulista y Arrabal”.
¿Qué limites temáticos y qué
limites lingüísticos tengo como columnista de opinión…? ¿Los equipos directivos
hasta dónde me dejarían llegar en el contenido y continente?
No
nos engañemos, no nos mintamos, nadie se ofenda. El escribiente o escritor,
siempre tiene en cuenta, muchas realidades que le limitan o le condicionan o le
dirigen. Unas, son de tono interior, existen límites y limitaciones personales,
de todo tipo, cognoscitivas, culturales, ideológicas, sociales, metafísicas,
legales. Otras, son las que gestionan los equipos y promotores de los medios,
sean editoriales, sean periódicos. Unas terceras, es el público en general, y,
ahora más, porque tiene un poder de comentario debajo de cada artículo. Además,
en todas está el sol de la audiencia, todos quieren tener audiencia, para poder
seguir teniendo dinero para comprar sardinas.
No
nos engañemos, no nos mintamos todos sufrimos censura exterior, que ahora tiene
otros nombres, y, todos sufrimos censura interior, autocensura, aunque ahora
tenga otros nombres. Esta es la realidad. Todos, incluso en los sistemas
sociopolíticos democráticos, también, Qué decir de los no-democráticos, en esos
ya las redes son tan profundas y tan extensas…
Se
oye de vez en cuando, cuando un gran articulista de esos de firmas y dineros y
nombres y renombres y premios deja una cabecera, porque le han prohibido o no
le han publicado una columna periodística –no pondré nombres, pero de vez en
cuando surge a la luz-. Y, como tienen poder mediático y tienen poder de firma
y tienen poder de audiencia, dicen, -no entro con razón o sin razón-, que no
tienen derecho a que le censuren un artículo y no se lo publican. Y, les dan al
medio un tiempo, si no lo publican se marchan. Porque saben que otra cabecera
periodística le contratará. Esto suele suceder. A veces, directamente el medio
deja de publicar a esa firma o rostro o tez y, simplemente se tiene que marchar
a otro lugar.
Decía
Mingote, que solo no le habían
publicado, en cincuenta años, y, en veinte mil viñetas, solo le habían dejado
de publicar tres. Y, ya, con cierta edad, Mingote
expresaba que eso no tenía importancia, que quizás no era conveniente… Mingote que entre otros méritos hay que
destacar su lealtad y fidelidad al medio que le contrató hacia los años
cincuenta. Cosa que en este mundo parece ser, no es general, sino algo singular
y excepcional. Y, sabemos que recibió y tuvo mucha ofertas y de muchos medios,
y, dicen, no lo sé, con muchos ceros detrás de los números positivos y
naturales.
Pero
los articulistas modestos, como yo, que somos cientos, también sufrimos esa
censura exterior y esa censura interior. Todos tenemos experiencias, que hay,
no tres, sino más artículos que no se publican, unas veces, no en una cabecera,
aunque si se envía a las estrellas electromagnéticas, en otras. Cosa curiosa,
el mismo artículo se permite en unos lugares y no en otros. En otros se cierra
algunos párrafos o líneas, se apropian el papel de “editores” en el sentido
anglosajón.
Personalmente,
no creo ser hiriente, no ataco a ninguna persona, ninguna ideología, ningún
colectivo, ningún tipo de siglas. Por tanto, creo que mis escritos serían aptos
para cualquier medio social e ideológico del periodismo. Cosa que podremos
hacer, mientras la IA nos permita.
Y, no sé cuánto tiempo, tardará en que estos sistemas nos superen a los humanos
biológicos, porque ya dicen voces, que caminan hibridándose las firmas
biológicas y los textos de esos sistemas. Eso dicen, yo no lo sé. Pero de
momento es un complemento o una insinuación o una perfección de ideas o una
contrastación, teniendo la última palabra el kilo y pico de neuronas de cada
autor.
Pero
me pregunto, me publicarían a mí, por no citar a otros, un
texto-escrito-artículo, como el que Arrabal,
firma y publicó, aunque no sé donde y en dónde y cómo, titulado: Estabas
tan guapa, Mirto, en tu SMS D ayer. Me temo, nadie se ofenda, porque a
nadie se desea, se necesita, se quiere ofender, si yo, por no poner otro
ejemplo y otro caso, escribiera algo semejante a ese texto, me parece que nadie
me lo publicaría. Bueno, dejemos una duda razonable que algún medio si lo
haría.
Porque
tengo un dilema interior, si debería algunos textos periodísticos, ir más hacia
delante, llegar un paso más lejos en la forma y en el contenido. Pero sé, que
si lo hago, no me lo publicarán, posiblemente no me lo publicarán. Y, entonces,
me queda la duda, hago unos textos o artículos para que sean publicados por los
medios, y, redacto otros, para ser publicados por mí, en las antologías de
textos que realizo.
Estimo
que el articulismo de opinión, si queremos que sea un género de información,
pero también literario, y también de creación e investigación tenemos que ir
más lejos. Recuerdo que Cela, ya
hace décadas, en un periódico nacional, escribía aquellas crónicas surrealistas
y que había que leer tres veces, para enterarse de algo, que al final, tampoco
entendías… Claro está era CJC, a mí,
supongo no me lo admitirían, ni siquiera ahora, que se dice, hay mil periódicos
digitales en la Península Ibérica, contando con Portugal… Paz y bien.
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (07-15 abril 2024 cr).
Fin artículo 4.161º:
“Hasta dónde puedo escribir como
articulista y Arrabal”.
E.
15 abril