Artículo 5.194º: “Me dijo hace unos años un interlocutor estoy cansado”.
Me dijo una persona hace meses
estoy cansado, agobiado, apenado, entristecido de seguir toda la vida unos
ideales morales, sin ser perfecto, y, ser tenido por unos y otros como tonto.
Cuándo aquella persona me expresó
aquello pensé, me vino a la cabeza, que en definitiva, estaba hablando del
problema o dilema o cuestión de Job,
si mi memoria no me falla, creo que Ortega
hablaba de que era el libro más importante de la antigüedad, el
Libro de Job es uno de los libros canónicos del Antiguo Testamento,
hasta dónde yo sé, aceptado por el mundo del judaísmo y creo que por todo el
cristianismo.
No puedo explicarle todo lo
esencial del libro de Job, porque es
para mi, enormemente complejo, y, ha tenido diversas interpretaciones. Pero
aquí, sólo nos fijaríamos, diríamos en aquella frase o idea de aquella persona,
en aquella ocasión, cómo si no viniese a cuento, o, cómo si le surgiese del
fondo de la carne-mente-alma, una realidad que sentía profundamente…
Desde luego, siempre hay que
tener en cuenta, que hay que precisar lo que es una ética y una moral correcta
y verdadera. Alguien puede ser fiel a sus ideales equis, pero esa moral y esa
ética, tener muchos errores conceptuales y de conocimiento. En segundo lugar,
aceptando que existe diversidad de éticas, con puntos en común, pero otros muy
diferentes, éticas-morales que su origen es filosófico, pero otras tienen un
origen metafísico-religioso. Y, no todas son iguales. En muchos principios sí,
en otros no. Lo vemos todos los días… Por tanto, toda moral ética tiene que
compararse siempre con el saber ortodoxo global de su tiempo. Es absolutamente
necesario que toda ética esté siempre buscando un autoanálisis y una
autoevaluación –cosa que las morales occidentales, tanto seculares, como no
seculares si lo han hecho…-.
Aquella persona como Job, no se consideraba perfecta, ni de
una alta perfección moral teórica, ni práctica, pero si una persona que toda su
vida, combinado con todas las realidades humanas había intentado ser mejor
persona, lo que hiciese, sea de un tipo o ser de otro, seguir una moral
universal mínima, al menos, respetar los derechos humanos en la dimensión de
moralidad y ética, y, desde luego, los añadidos filosóficos y religiosos
propios de occidente, después de contrastarlo larga y extendidamente. Siempre
estar en esa corriente alterna entre la realidad práctica y la realidad
teórica. Es decir, que los conceptos e ideas teóricos y prácticos encajasen…
Quizás, narrar algunos aspectos
de una existencia así, sea complejo. Porque dentro de este grupo o área o
esfera de seres humanos que pueden entrar en este conjunto de realidades, pues
se dan y se producen muchos casos diversos y diferentes. Quizás, personas que
consideramos que no destacan en grandes cuestiones que la realidad humana y
social valora, son personas en el fondo de un nivel ético y moral muy alto,
aunque apenas hacen nada que destaque.
Quizás, quizás personas incluso,
que no estimamos suficiente a nivel moral y ético, lo sean en un nivel alto,
más de lo que pensamos, porque al final, la maledicencia y la calumnia abunda
más de lo que pensamos, y, sobretodo no valoramos que para un juicio, hay que
oír todas las partes. Esto que vemos y percibimos todos los días en películas y
en la vida real, no lo aplicamos a la hora de juzgar a otras personas, incluso
cercanas… Nosotros somos juez, fiscal, abogado defensor y abogado no-defensor
del reo o de la causa. Y, por tanto la sentencia ya la sabemos de antemano. Lo
afectivo y lo irracional sobreabunda y menos lo racional y lo moral-racional…
Pero debemos percibir, lo que
aquella persona me intentó narrar, o interpreté que intentó contar. Mejor
dicho, indicar una frase, quizás, se le escapó del inconsciente, porque iba de
otro tema y otra conversación, se incluyó esa frase en el diálogo, y, se volvió
y se marchó de ella. Aquella persona estaba cansado o cansada en definitiva,
que al bien lo denominamos mal, y, muchas veces, al mal lo llamamos bien. Que
la realidad es compleja y poliédrica y polifuncional, con muchas variantes y
muchas causas, pero que el bien todavía se puede saber lo que es el bien, bien
sea instrumental o útil, el bien moral o ético, el bien espiritual. Sin negar
que existan realidades concretas y situaciones de la vida muy complejas…
Aquella persona estaba cansada de
intentar hacer el bien, de buscar verdades, de ser coherente, de ser racional…
y, que siempre parecía, que unos le ponían una zancadilla por un motivo y otros
por otro, que parecía que siempre lo dejaban en la estacada de la historia, y,
que encima, una persona que buscaba el bien y la verdad y los hechos y la
racionalidad, era tenida, a veces, por “tonta”, otras por “ingenua”, otras por
“……..”, pero que parecía que siempre perdía en el juego de la historia, vivía
digna y honestamente, pero parecía que siempre perdía o casi siempre en el
juego del vivir-revivir, en el juego de la historia pequeña y medianas de los
hombres. Una persona de buena voluntad, como aquella historia de Job, una variedad de Job, que estaba en
la puerta de su casa llorando sin lágrimas o con lágrimas.
Y, en definitiva, en alguna de
las interpretaciones del problema de Job,
Job se siente sólo, se siente sólo de todos y frente a todos. Le achacan
males e intenciones que no ha hecho, ni ha pensado hacer, que no sabe cómo
defenderse, que no entiende nada o casi nada. Pero que siempre se ha esforzado
en ser una persona de buena voluntad…
Que a veces, como aquel hombre ya
mayor, que venía del trabajo, cansado y agobiado, y, que había perdido toda su
familia, mujer e hijos, en uno de los campos de concentración, de aquellos del
siglo veinte en el Centro de Europa, y, aquella tarde volvía a su casa, y, al
pasar por un hotel, vio un gran gentío de gente, y, periodistas y fotógrafos,
y, se acercó, quizás por curiosidad, al final, tenía que pasar por la misma acera.
Y, cual fue su asombro, que el homenajeado era uno de los jerifaltes de aquel
campo de concentración, que veinte años antes había terminado con su esposa y
sus hijos… Se fue a su casa, llorando y rellorando sin lágrimas, y, rellorando
y llorando...
Este es el grave problema que
quizás, no nos estemos dando cuenta, que estamos sufriendo, que existen muchos
pequeños Job al lado nuestro, que se
han esforzado toda la vida por ser mejores personas, que apenas han tenido
gloria, ni fama, ni éxitos, y, parece que al bien se le llama mal, y, al mal, a
muchos males se les denomina bien, y, a muchos menos buenos les creemos buenos,
y, a los buenos, al menos que han aspirado a ser de buena voluntad se les
llaman malos, y, los dejamos en la cuneta de la historia, en la cuneta de la
vida… ¡Aquí, terminamos este artículo de opinión…! ¡Usted sabrá…!
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ
© jmm caminero (27 octubre 2025 cr).
Fin
artículo 5.194º: “Me dijo hace unos años un interlocutor estoy cansado”.
E.
09 noviembre