Artículo Periodístico 483º: “¿Autosuicidio social, autosuicidio
político, autosuicidio económico en Hispania?”[1].
0. ¿Aunque sea muy grave
la pregunta una sociedad se puede suicidar a sí misma a nivel social o, y a
nivel político o, y a nivel económico o, y a nivel moral-ético, o, y a nivel
cultural? ¿Puede tomar medidas y normas que al final, le llevan a la
autodestrucción de su propio ser, si no en todos los parámetros y variables si
en muchas? ¿Si una sociedad confunde lo ideal con lo real, o los problemas por
muy graves que sean, toma soluciones que no son las correctas se va mermando y
minando a sí misma y puede terminar en un punto sin salida o con una salida muy
negra? ¿Por solucionar tres problemas muy graves, puede terminar teniendo diez
muy graves…?
1. ¿Si una sociedad,
tanto en las elites, elites sociopolíticas y socioeconómicas, toman medidas inadecuadas,
por unas razones o por otras, o el pueblo toma medidas inadecuadas, por unas
razones y otras, puede terminar esa sociedad y sus órganos de gobierno y Estado
en una situación al límite, por denominarlo de una forma suave?
¿Puede suceder que por
curar una patología grave, o dos, que padezca un enfermo, si no se hace de la
forma correcta acabe teniendo cinco o seis…?
¿Si admitimos que las
elites se pueden equivocar en sus grandes decisiones, podemos también admitir
que el pueblo o parte del pueblo o gran parte del pueblo en sus discursos o
ideas o en sus elecciones puede equivocarse, sea por unas razones o sean por
otras…?
¿Igual que se pueden
producir sinergias positivas, es decir, la unión y combinación de factores y
variables positivos, para formar combinados más positivos, se pueden unir y
combinar y recombinar factores negativos, para conformas consecuencias más
negativas…?
¿Antiguamente las
madres, con buena voluntad, cuando un chico tenía sarampión les ponían un
jersey rojo o algo rojo, porque creían que así se curaba? ¿Pero en verano,
además del sarampión, esa cura era muy perniciosa…? ¿Tener buena voluntad,
buenos sentimientos, buenos afectos no asegura que se tome la cura correcta y
adecuada según el saber ortodoxo de cada momento…?
¿El dolor y el
sufrimiento propio y de otras personas próximas y de otras personas lejanas no
nos puede llevar a cometer errores en las elecciones y elegir entre las
distintas opciones…? ¿Sean estas elecciones y opciones sociales, políticas,
económicas, biomédicas, etc.?
¿Porque si tienes un
problema o dos, sea biomédico, sea psicoafectivo, sea socioeconómico, si tomas
una opción equivocada, a nivel individual o colectivo, entonces no tendrás un
problema sino dos… o tres o cuatro…? ¿Sea en el terreno que sea…?
2. Comprendemos y
entendemos y sentimos el mal y el sufrimiento que está y estamos sufriendo la
sociedad. Que se está sufriendo en toda familia existente o en sus más
allegados. Ciertamente en unos más que en otros. Pero por muy doloroso que sea,
hay que llevar al enfermo a urgencias del hospital, y hacer caso, del
diagnóstico del especialista, en este caso del médico, y quizás el médico
indique que con unas medicinas esta enfermedad se curará, o quizás indique que
haya que estar unas semanas ingresado o quizás señale que hay que cercenar por
el cirujano un brazo para no perder la vida…
Hay que ponerse en lugar
del otro, pero en lugar del otro, no solo de unos pocos de los otros, sino de
todos los otros, es decir, pensar en el bien común y en el bien general… Pero
con la cabeza fría y racional, es decir, atendiendo a lo que nos dicen las
ciencias sociales, el sentido común, la racionalidad y el saber ortodoxo.
La sociedad
irremisiblemente necesita un pacto social y un pacto socioeconómico consensuado
por todas las fuerzas políticas y económicas y sociales a la luz de la
verdadera realidad, y a la luz del sentido común, y a la luz de lo que nos
dicen las ciencias sociales, especialmente la economía…
¿Posiblemente si todas
las fuerzas sociopolíticas, o al menos la mayoría de ellas, no realizan un
pacto sociopolítico, un pacto de Estado entre todas, un segundo pacto de la
Moncloa sociopolítico y socioeconómico, si no se hace, quizás al final,
acabaremos frente al abismo…? ¿O mejor dicho, caeremos al abismo, porque frente
al abismo quizás ya estemos…?
En mi modesto parecer,
llevo meses indicando que se necesita un pacto nacional, un pacto de salvación
nacional, un pacto de sentido común nacional, entre todas las fuerzas políticas
de Hispania, o al menos, de todas las fuerzas moderadas nacionales y regionales
y de todas las fuerzas democráticas moderadas… y, si es posible con las no
moderadas…
Y que el pueblo, y yo
soy parte del pueblo, y que el pueblo acepte la realidad, que de todas las
opciones existentes hay que escoger la menos mala, la menos mala para el
momento presente y para el futuro próximo y el futuro a medio plazo y el futuro
más lejano…
¿Si se pierde el sentido
común, posiblemente nos aboquemos a un punto sin salida, o con salidas aún más
negras de las que tenemos…?
No vamos a negar los
errores del pasado, de unos y de otros, pero no solo los errores cercanos en el
tiempo, sino los errores de lustros y décadas. No podemos negar las necesidades
primarias de parte de la población. No podemos negar el constante flujo de
información de los medios de comunicación, de los bienes de unos, y de lo que
otros no tenemos, de los viajes y la vida de unos, y lo que la mayoría no
tenemos. No podemos incentivar más la envidia y la avaricia, la envidia que
siempre se ha dicho que es el pecado colectivo de los hispanos… pero o
intentamos ver la realidad, o intentamos ver las soluciones realistas a la
realidad o acabamos en peor situación de la que tenemos… La avaricia que lleva
a engañar, muchas veces a hermanos contra hermanos…
O somos más agudos y más
analíticos y más inteligentes o más sabios o con más conocimientos verdaderos,
o quizás caigamos en errores colectivos muy importantes y esenciales, porque a
ver, si te dicen que por un lado te van a dar un helado y por otro lado te van
a quitar el postre… Porque hay medidas sociopolíticas que van en contra de
correctas medidas socioeconómicas, y medidas socioeconómicas que van en contra
de correctas medidas sociopolíticas…
¡Estoy cansado y agobiado
y angustiado y apenado por tanto neomaquiavelismo de unos y de otros...! ¡Menos
neomaquiavelismo y más saber ortodoxo de las ciencias sociales y más sentido
común y más racionalidad y más pensar en el bien común y bien general! ¡Menos
políticos y más estadistas! ¡Menos pensar en el bien e interés del propio
partido y más pensar en el bien del Estado y de España! ¡Menos pensar en una
clase social y más pensar en el equilibrio y armonía y progreso de todas las
clases y estratos sociales…! ¡Menos pensar en los intereses de mi región y más
pensar en los intereses de la totalidad de todas las regiones! ¡Menos pensar en
ocupar todos los altos cargos del Estado y más pensar en el futuro de docenas
de millones de personas…! ¡Menos pensar en las heridas y traumas del pasado, de
abuelos y bisabuelos y más pensar en el bien de nietos y biznietos! ¡Más
sentido común y más sentido de la racionalidad y mas control de las pasiones y
de los deseos y más control de la irracionalidad individual y colectiva…!
3.
Al pueblo si queremos reconvertir la realidad sociopolítica y económica, hay
que mostrarle y enseñarle las verdaderas y reales opciones que muestran y
demuestran las ciencias sociales en este momento. Si al pueblo no se le enseña
lo que dice la ciencia económica actualmente, entonces el pueblo seguirá
soñando en soluciones que no son factibles, y que harán que la enfermedad sea
más grave… Tanta veces, lo presuntamente ideal o mejor o utópico está reñido
con lo conveniente, lo bueno, lo adecuado… ¡En menudo patatal estamos metidos…!
¡Tantas veces y durante tantos lustros se ha dicho que viene el lobo, y no se
ha creído, y ya tenemos el lobo sociopolítico y socioeconómico frente a la
cueva del futuro…!
¿Aunque sea durísima la
pregunta hemos caído en la locura colectiva, y nos estamos embarcando en una
especie de autosuicidio social y autosuicidio político y autosuicidio
económico?
twitter.com/jmmcaminero
© jmm caminero (21 diciembre 2015-26 febrero
2016 cr).
Fin artículo 483º:
“¿Autosuicidio social, autosuicidio político, autosuicidio económico en
Hispania?”.
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