Artículo Periodístico 485º: “Ciudades fantasmas”[1].
0. Se puede definir las
ciudades fantasmas como aquellas ciudades nuevas o viejas que han sido
abandonadas en su habitabilidad, por unas razones o por otras. O incluso
ciudades que no han sido habitadas nunca por diversas razones…
1. Hay cientos de
ciudades y pueblos que pueden encuadrarse en esta categoría, entre otras:
Chernobil, Oradour-sur-Glane, Belchite, Varosia, Gunkanjima, Namie, Pyramiden,
Barrio ovni de Xan Zhi, Ejecuén, Grand-Bassam, Craco, Imber, Barkerville,
Cassilis, Armero, Kowllon, etc.
Las razones o motivos de
abandono de dichas ciudades o el no empezar a habitarlas ya construidas, pueden
ser debido a guerras o conflictos armados, a sequías o falta de agua, estallido
de volcanes, a accidentes nucleares como en Chernobil, a quiebras de la
industria sea minera o sea de otro tipo, a la falta de la actividad económica
principal de esa zona y de sus habitantes, a una planificación geográfica y
económica incorrecta de la ciudad, etc.
2. Esta realidad nos
plantea una serie de cuestiones y de reflexiones:
- El ser humano necesita
habitar un lugar, pero ese lugar por lo general tiene que estar o ser
acompañado de otros seres humanos. Y todos esos seres humanos tienen que tener
una actividad económica que les permita sobrevivir y vivir. El ser humano no
solo vive y existe del aire, sino que necesita satisfacer una multitud de
necesidades. Para eso necesita vivir en una ciudad o pueblo con otros seres
humanos…
- Desde el neolítico que
se considera que el ser humano se estableció de forma sedentaria en un lugar,
aunque posiblemente el sedentarismo fue anterior a esta etapa histórica, el ser
humano considera vivir en un pueblo o en una ciudad, como una “necesidad en
sí”, porque satisface multitud de necesidades primarias, secundarias,
terciarias. Unos seres humanos producen unos servicios o bienes o mercancías y
otros seres humanos producen otros. Pero incluso la necesidad de procreación,
de creación de familias nuevas, la necesidad de protección y defensa es más
fácil en un grupo.
- La ciudad o pueblo
permite un grado de protección mayor ante las variables de la vida y de la
existencia y de la historia. Ante las calamidades geográficas, climáticas,
sociales, etc. De alguna manera el ser humano necesita la ayuda constante del
otro, de los otros, para poder vivir y sobrevivir… El hombre es un animal
social por naturaleza, como diría el viejo Aristóteles.
- En el mundo
actualmente habrá millones de lugares en los que los seres humanos viven juntos
o viven en grupo, sean pueblos pequeños, aldeas, ciudades, megalópolis, etc.
Por consecuencia vivir en grupo formando aldeas o pueblos o ciudades o enormes
ciudades no es una cosa adjetiva para el ser humano, sino que es una necesidad…
somos en la ciudad, no solo somos en nosotros mismos, sino en la ciudad, somos
con los otros. Y esto es esencial para nosotros…
- Una ciudad
deshabitada, una ciudad fantasma produce en el ser humano una reacción
sentimental de soledad, de silencio, de limitación humana. O dicho de otra
manera, de alguna forma las grandes ciudades expresan el poder humano alcanzado
y heredado durante siglos, diríamos capas y más capas de generaciones que han
ido dejando su impronta, pero una ciudad abandonada nos dice lo limitado que es
el ser humano, lo frágil que es la sociedad humana… Nos muestran multitud de
avatares por los cuales puede pasar el ser humano, tanto a nivel individual y a
nivel colectivo…
- También hay ciudades
abandonadas que han quedado debajo del mar, casi siempre de civilizaciones
antiguas, aunque también hay ciudades debajo de las aguas por creación de
presas y embalses y lagos artificiales por los seres humanos. Que de alguna
manera nos expresan muchos sentimientos e ideas encontradas y contradictorias.
Por un lado la grandeza humana, por otro la gran capacidad de sobrevivir que
tiene la especie humana, también nos indican la vulnerabilidad humana que no
puede controlar totalmente a la naturaleza y se siente de alguna manera fuerte
y débil en medio de la naturaleza…
- No estamos hablando de
ciudades abandonadas o fantasmas de civilizaciones anteriores, o de miles de
años antes, sino de ciudades que han sido y existido habitadas hace cien o
cincuenta o doscientos años y han sido deshabitadas en estas últimas décadas.
Incluso admitiendo que la población mundial se ha doblado y triplicado en estos
cien últimos años…
3. No analizamos
mínimamente este fenómeno como simple erudición o simple pasatiempo o
entretenimiento, sino como diría Heidegger, como una especie de concreción de
la existencia humana, de una especie de existenciario humano. Es decir, el ser
humano es en sí mismo, pero también es en y con los otros, y desde luego, el
ser humano se materializa o concretiza en la ciudad o en el pueblo, en
definitiva en las ciudades. Cuándo nos encontramos con ciudades abandonadas,
que se ha denominado ciudades fantasmas, nos hallamos frente a un espejo de
nosotros mismos. Nos indican algo y mucho de lo que somos, de lo que podemos
ser. O dicho de otra manera, nos indican claramente, que como individuo
desaparecemos, pero como sociedad o especie también podemos desaparecer. Y creo
que es por eso, por lo que tanto nos impactan las imágenes de estas ciudades…
twitter.com/jmmcaminero
©
jmm caminero (20 febrero-01 marzo 2016 cr).
Fin artículo 485º:
“Ciudades fantasmas”.
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