Artículo Periodístico 4.418º: “Todos los que no se han ido de vacaciones…”.
No
es envidia, ni inquina, ni rencor, pero en los medios de comunicación expresan
las decenas de millones de españoles que se marchan de vacaciones, pero otros
millones no…
Solo,
como casi siempre, solo contamos una parte de la realidad. Que existan varias
decenas de millones de españoles que se hayan marchado a las playas, a sus
segundas residencias en la costa, o, visitar a familiares a sus pueblos de
origen, de ellos o de sus padres o de sus abuelos, porque todavía siguen
contando con la casa de sus ancestros. No quiere decir, que no existan
millones, también otros millones de personas que no se hayan ido de vacaciones,
ni a las playas, ni a las segundas residencias, ni a las casas de sus ancestros
en el pueblo de la región de la que salieron hace cincuenta o setenta años…
Enseguida
pensarán, que son personas ya ancianas, que están en residencias o que ya están
en una edad alta de la vida, y, ni ellos o ellas desean marcharse a ningún
lugar, o pueden pensar que son españoles de primera generación, que llevan solo
unos años o lustros que son ciudadanos, con todos los derechos de este país, o,
son personas que irán de vacaciones a sus países de origen, y, en algunos casos
están demasiado lejos, y, no se pueden permitir el coste y costo de ese volar…
No,
sino que son ciudadanos de este país, no solo ellos, sino que hasta su memoria
les permite, quizás cinco o seis generaciones, quizás, llevan sus ascendentes
aquí, desde hace siglos, quizás, dando vueltas por el terruño de la Piel de
Toro o Celtiberia, o quizás, en una comarca o provincia, si no todos los
antecesores, si muchos… Cierto es, que siempre existen líneas, por una de las líneas,
pueden llevar varias generaciones en una comarca, dando vueltas como una
peonza, por la otra, quizás, existan diversidad de orígenes, pero también
dentro de una provincia…
Quizás,
sean personas de diversos estratos sociales, que por las causas diferentes de
la vida y de la existencia, no pueden o no deben marcharse de vacaciones.
Porque las circunstancias son múltiples. Los humanos, quizás evolucionamos
cultural y económica y en todos los sentidos, incluso como especie, por las
diversas y diferentes y disímiles situaciones, que los humanos padecen. Unos,
tendrán que trabajar el verano, otros, uno de los conyugues no pueden marcharse
en estos calores, aquellos han perdido a la media naranja, porque el ser humano
es biológico y es limitado y fallece, otros por la economía, o, porque no puede
o no debe utilizar esos recursos para dicha cuestión, aquellos tienen un hijo
con cierta enfermedad, o, incluso por cuestiones académicas y educativas de los
hijos, o, porque tienen que ayudar a los descendientes, porque la vida también
les ha tocado el sorteo negativo…
Pueden
existir mil causas y mil motivos y mil razones y mil fines, por los cuales, una
familia, no marchen de vacaciones. Ni siquiera al pueblo de sus ancestros, que
todavía conservan familiares lejanos, o, incluso una casa. Ni siquiera una
semana, ni siquiera cuatro o cinco días, ni siquiera un fin de semana uniendo a
él, antes o después algunos días… No. Porque esta es la vida y esta es la
realidad…
Entendemos
y comprendemos, que uno de los pilares de la sociedad y la economía actual de
nuestro terruño ibérico, es el turismo, el turismo de todos los tipos o clases,
desde el festivo, desde el cultural, desde el económico, desde el afectivo,
desde el familiar, desde el religioso… existe turismo y ocio de turismo de
todas las formas y lugares y maneras, desde aquellos que quieren nuevas
experiencias, por los que pasan por vacaciones familiares, por los otros, que
quieren visitar todos los molinos de la Mancha, una ruta de los molinos y ya
pueblos digamos atados a la tierra plana de siglos, al turismo religioso, al
que es una pareja que empieza la vida en conjunto, o, como aquellos que ya
frisan sus labios y sus cabellos la ancianidad, o las excursiones en las que
interviene el Estado a través de cualquiera de las decenas administraciones…
Entendemos
y comprendemos que el turismo es una de las grandes industrias de nuestra
sociedad. Por eso, muchos nos ocupamos y preocupamos, que la paz social no se
debilite, porque si lo hiciese la espada del desastre nos vendría a todos.
Aunque, de momento el turismo, dispone
de un error grave y estructural, grandes territorios y espacios, apenas nadie
los visita, eso de la España vaciada o deshabitada u olvidada o dormida. Esta
tierra también existe, y, también existen corazones en ellas, y, también
piedras con estética y, también Historia e historia. Esta es la asignatura a
recuperar, que el que marcha de vacaciones, deje algún día o algunos, un tercio
para el centro de este centro de esta Península Ibérica…
Han
marchado y marchan decenas de millones de vacaciones, este verano también,
pero, no olviden, que otros millones se quedan en sus casas y cosas y en sus
hogares, esperando, quién sabe esperando que el mundo les vaya mejor el año que
viene, o, quién sabe, ya conocen que no volverán a ir de vacaciones. Quién
sabe, las situaciones, de cada corazón humano unido a su piel y su carne y su
mente y su alma y sus circunstancias, señor Ortega, “el yo, y las circunstancias….”, pero no recordaré como
seguía esa frase, que nunca se indica o expresa…
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Fin artículo 4.418º:
“Todos los que no se han ido de vacaciones…”.
E.
08 septiembre