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Artículo Periodístico 406º: “Solitarios: Dostoyevski”.


             Artículo Periodístico 406º: “Solitarios: Dostoyevski”[1].   
                        0. ¿Qué nos enseña o ha enseñado Dostoyevski del alma humana, del ser humano, de nosotros mismos…? ¿Igual que para entender la sociedad de su época, incluso a Marx hay que leer a Dickens, quizás para entender la mente humana, los estratos diferentes del ser humano hay que pensar y leer a Dostoievski? ¿Quizás Freud no se podría entender sin Nietzsche, ni sin Schopenhauer, sin Dostoievski?
                        1. ¿Quizás los grandes autores o grandes talentos o maestros de la humanidad, Cervantes, Shakespeare, Dante, Dostoievski son como un gran espejo que nos hace reflejar lo que somos y donde estamos, a nivel individual, nos revelan multitud de capas de la sociedad, de los grupos, de los colectivos, de las ideas y sobretodo de nosotros mismos…?
                        Dostoievski, 1821, Moscú, Rusia, 1881, San Petersburgo, Rusia.
                        Cómo comprenderán poco puedo decir en un simple artículo de este gran genio de la humanidad, con sus contradicciones, paradojas, sus claroscuros, sus claridades y sus negruras. Pero si intentaremos analizar algunos detalles de su existencia, que pueden convenir de alguna manera, un poco a nosotros… Quizás con estos autores, no solo salvan el sentido de las artes, sino que de alguna manera, nos salvan a nosotros, nos dan un respiro a la humanidad, que tanto necesita de aire fresco, de percibir lo negativo, pero también lo claro. En definitiva, algo de lo que somos.
                        2. Sin entrar en la historia tan negra de la muerte de su padre y su relación con su padre, en la historia de su estancia en el campo de concentración o en la cárcel en Siberia, la madre que muere de tuberculosis cuando él tenia quince años, sin olvidar su adicción al juego, su real epilepsia, su dependencia de mujeres, algunas que podríamos indicar de forma suave problemáticas, su necesidad imperiosa de narrar sus estados mentales o psicológicos, propios y de los otros, su conversión al cristianismo, su necesidad de salir de la miseria, su necesidad imperiosa del éxito social y económico, su necesidad o tortura de ser escritor…
                        Dostoievski son todos los personajes y novelas y el diario que construye, pero Dostoievski es en sí mismo el gran personaje de su novela, es en sí mismo una novela o mejor dicho, muchas novelas.
                        Todo ello nos narra, al estar dicha persona de carne y hueso, como diría Unamuno, al borde del límite, al borde del abismo, nos narra algo muy profundo del ser humano, de todos o de algunos, unos en algo, otros en otras características, pero mucho de la humanidad…
                        Las biografías y las obras que hacen esas biografías nos hacen ver y entrever y analizar y reanalizar lo que somos. Las biografías son como mares interiores y espejos de otros seres humanos, no para ver solo a ellos, sino a nosotros mismos. Evidentemente con diferencias, pero todos sentimos que llevamos algo de todo ello. Podemos caer en sus grandezas o en sus miserias, porque llevamos las mismas semillas que ellos o ellas.
                        3. Dostoievski como todo ser humano se enfrenta al problema de la maldad, o en definitiva a la cuestión de la bondad y de la maldad. Sea individual, sea colectiva, sea social, sea histórica, sea por una razón o sea por otra.
                        El ser humano es una especie de mar sin fondo, de enigma y misterio sin fondo, que no conocemos sus límites. Describir, descubrir, investigar y buscar en esos misterios profundos de la esencia humana. Ese es el fin de un escritor según Dostoievski y a eso se dedicó toda la vida. Este diríamos podríamos ser la síntesis, o al menos, una de ellas, de la vida de este autor, de su obra literaria, de su vida social y política.
                        No podemos olvidar que en su época existían veinte millones de siervos en Rusia, siervos que estaban en una situación como en el resto de Europa habían estado en la Edad Media. Que soportaban unas condiciones de vida enormemente crueles, y desde luego, sus amos o al menos, algunos, no tenían límites. Cosa que parece ser era la personalidad del padre de Dostoievski, que parece ser, que era tan cruel que quince campesinos de su hacienda se rebelaron y lo mataron… Y este fue un motivo, esencial, que convirtió al ingeniero Dostoievski en el escritor Dostoievski.
                        ¿Hoy cientos de millones de personas están en el borde del hambre, en guerras sin sentido, en enfermedades y epidemias que ya están resueltas, en genocidios por una bandera o por otra, en docenas de millones de refugiados, cientos de millones de personas enclaustrados en ideologías que les quitan libertad y muchos derechos humanos y que no son conscientes de esa pérdida…? ¿Dónde están hoy los Dostoievski, que hoy nos narren esas miserias, y los Dostoievski, que nos combinen esos cuatro jinetes del Apocalipsis de hoy con las enormes claridades y bondades que el mundo tiene, bondades como jamás la humanidad ha alcanzado…? ¿Porque hoy se producen ambos mundos, por un lado, miserias heredadas de siglos y milenios, pero al mismo tiempo, claridades y grandezas como jamás ninguna sociedad ha alcanzado jamás…?
                        Entender profundamente los personajes, para entender esencialmente a las personas. De ese modo salvar no solo al hombre, a nivel individual, sino a nivel social y político. En definitiva defender la igualdad de los seres humanos. Ese fue el sueño de Dostoievski, en la famosa reunión del viernes con otros conocidos y amigos de los mismos ideales políticos.
                        ¿Qué significó para Dostoievski, con veintiocho años puesto delante del pelotón de ejecución…? Pero sea real el perdón por parte del zar o fuese un truco o engaño de fusilamiento, lo cierto es que en el último momento vino un mensajero para evitar el fusilamiento o el aparente fusilamiento, Dostoievski se enfrentó a su propia muerte y este hecho lo cambió esencial y radicalmente por dentro…
                        En Siberia conoció, porque tuvo que convivir con hombres reales, con hombres del pueblo, con hombres, con sus grandezas escondidas, pero con sus miserias expuestas claramente. Comprendió la materia de la que estamos hechos, y no solo con los sueños de los que creemos estar fabricados. Siempre el bien y el mal. Se obsesionó por comprender el mal, el pecado, el sufrimiento,  la redención, la culpa, el bien… y todo combinado en los seres humanos.
                        Diríamos que Dostoievski siempre siente adicción al límite, a los extremos. Y quizás por eso se pierde en ellos, y quizás por eso, nos narra algo de los que somos… De alguna manera la novela era en ese siglo el gran arte. Las ciencias sociales acababan de nacer, como ciencias sociales en su sentido estricto. Es el cambio de la segunda fase de la revolución industrial de 1850, es el siglo de la erradicación de las primeras epidemias de la humanidad, es el siglo del primer gran crecimiento demográfico, es el siglo las consecuencias tardías de las revoluciones inglesas parlamentarias, de las revoluciones americanas y francesa realizadas cincuenta o cien años antes… Diríamos que Dostoievski reúne todas esas circunstancias y otras…
                        Dostoievski explora la psique humana, explora la moralidad humana, explora la espiritualidad y el alma espiritual del ser humano… en definitiva intenta analizar y narrar el problema eterno del ser humano, antes que él, en su época y ahora mismo… Es decir, diríamos con palabras de hoy, la carne-psique humana, la moralidad-corazón humano, el alma-espíritu humano. Ciertamente, hoy, para muchas mentes no creen en este tercer nivel, porque no creen en la eternidad, ni en la inmortalidad del ser humano, ni en lo Trascendente o en Lo Otro. Lo cual en muchos sentidos es peor, porque deja al ser humano desnudo ante las intemperies de hoy y de mañana, del presente y del futuro.
                        4. Narra lo que somos y no solo lo que deberíamos ser y no solo lo que nos creemos que somos y no solo lo que decimos que somos. Y en esta historia aún estamos, ahora con los saberes oficiales y ortodoxos, con todas las artes…Al final, Dostoievski narra el misterio humano, su misterio humano, nuestro misterio y enigma humanos.
                        En definitiva, Dostoievski, eres tú y soy yo y somos todos, de alguna manera o de otra. Este es el misterio y el enigma del ser humano.
                         © jmm caminero (06-15 diciembre 2015 cr).
Fin artículo 406º: “Solitarios: Dostoyevski”.
                                                                                  *


[1] Enviado y publicado en el periódico digital Extremadura Progresista el día 15 de diciembre del 2015.

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