Artículo Periodístico 242º: “La ropa, el protocolo, la autoridad, la política”[1].
0.
¿La autoridad política mientras ejerce sus actos y actividades, especialmente
en las representaciones, cámaras, parlamentos, consistorios deben llevar una
ropa adecuada? ¿En Occidente el símbolo de autoridad para los varones es la
chaqueta y la corbata, al menos?
1.
Nos debemos preguntar que ante la minusvaloración del ejercicio de la actividad
política, uno de las varias docenas de factores o variables es la presentación
de la ropa o el vestido. O dicho de otro modo, una vestimenta correcta y
adecuada para el momento es necesaria para el ejercicio de la autoridad
política.
2.
Una persona en la calle, mientras pasea, puede ir vestida como quiera, dentro
de unos límites. Pero en un despacho de una representación política (sea
ayuntamiento, diputación, autoridad regional o nacional) no se le debe exigir
que al menos lleve la ropa correcta que representa y simboliza la autoridad de
su cargo.
3.
Un cargo es una representación del pueblo. Sea este pueblo una ciudad, sea una
provincia, sea una región, sea una nación o Estado.
4.
No se es menos democrático porque los varones vayan vestidos de traje y corbata
en sus actos de representación política. Aunque después en la calle, quizás
cuando salgan de sus despachos y de sus parlamentos se quiten la corbata y
vayan sin ella, o incluso se quiten corbata y chaqueta y vayan caminando por la
calle en camisa…
5.
Quizás uno de los problemas añadidos y que quizás no tenga solución es que las
autoridades políticas por multitud de razones no caminan por la calle, salvo en
algunos periodos electorales. Comprendemos que la seguridad debe primar sobre
todos los valores. Entendemos que por la calle, todo el mundo o les pediría
favores o los abordarían exigiéndoles unas cosas u otras, o incluso polemizando
con ellos, con distintos cariz y distintos niveles. Comprendo todo ello y todas
las razones añadidas.
Pero
viendo la enorme necesidad de la elevación de la estima por lo público, lo
político, la cosa pública, la función pública, la autoridad. Todos los cargos,
desde los de nivel más bajo hasta los más altos, al menos deberían dedicar un
día a la semana. Un día a caminar por la calle. Ir a su trabajo de
representación política andando o en los medios convencionales de transporte.
Quizás, salvo el presidente de gobierno. Eso sí con la suficiente seguridad
para sus personas.
6.
Nos podemos encontrar en las próximas semanas y meses que parte de las
autoridades o de las personas que son la representación del pueblo, no solo en
las calles que tienen derecho, no solo en los despachos que diríamos sería un
terreno admisible en algunos casos, sino en las altas representaciones o en las
cámaras de representación (sean de consistorios o ayuntamientos, sean de
diputaciones, sean de parlamentos regionales, sean de Cortes Nacionales) vayan
en camisa, simple camisa, sin corbata, sin chaqueta, sin traje.
Este
problema cuando llegue el momento, supongo que llegará a los medios de
comunicación y llegará a las columnas de opinión este problema o esta cuestión
o este hecho. Quizás este artículo en
concreto se está adelantando a este problema.
Pero
es obvio que la autoridad política hoy en Celtiberia, en todos sus niveles y
escalas está en una situación de bajo nivel, tiene una valoración por la
mayoría del pueblo muy baja, está demasiado criticada. Por lo cual todo lo que
pueda contribuir a elevar la fama y el honor y la autoridad de la política y de
la rex pública seria necesario. Y el detalle de la ropa sería uno de las
docenas de factores que habría que tener en cuenta.
7.
Por todo lo cual parece que aunque sea una variable pequeña, la ropa correcta
en el lugar correcto, haya que plantearse que la autoridad y el ejercicio de la
autoridad política, la ropa correcta, la representación de dicha autoridad, la
simbología de la autoridad, etc., debe ir unida también al traje o al vestido o
al vestuario correcto. Al menos al que en Occidente se considera correcto.
No
se es más progresista, ni menos, ni más conservador, ni menos por ir en las
Cámaras de Representación política, a y en todos los niveles territoriales
vestidos de la forma correcta occidental. La imagen, según el dicho, y ahora
las imágenes viajan a velocidad de la luz, es esencial para el ejercicio de la
autoridad.
Tal
como está la situación política en la Piel de Toro, lo pequeño también tiene
importancia. Más cuándo desde fuera están mirando con lupa.
Por
aclaración personal, no suelo ponerme chaqueta, y menos aún chaqueta con
corbata. Por si alguien cree que estoy defendiendo o proyectando una forma
personal de vestuario.
8.
Si nos encontramos en las distintas cámaras de representación territorial
dentro de unas semanas o meses, como ya en algunas sucede, y como aún podría
suceder más personas solo con camisa qué proyección de autoridad y de poder
estamos enviando al mundo.
¿O
dicho de otra manera cuándo las elites políticas y económicas extranjeras vean
las fotografías de que personas de la autoridad política de Celtiberia, en
parlamentos regionales o en consistorios de ayuntamientos o en Cortes
Nacionales van vestidos solo con camisa o con jersey, qué pensarán de dicho
país, de dicha sociedad, de dicha autoridad política, qué simbología o mensaje
están enviando? ¿Pensarán que somos un país y una sociedad y tenemos unas
autoridades que son serias y responsables o pensarán que quizás solo somos unos
advenedizos…?
¡Pero
puede ser que esto no se produzca a nivel de grandes ayuntamientos, de cámaras
parlamentarias regionales o nacionales, o solo siga produciéndose en los
ayuntamientos, en docenas o cientos de ayuntamientos que no salen en las
fotografías de los medios de comunicación!
¡Qué
país, qué paisaje, qué paisanaje decía Unamuno, pues eso, qué país, qué
paisaje, qué paisanaje…! ¿Y nadie se ofenda, porque a nadie se desea, ni se
quiere, ni se necesita se sienta ofendido!
©
jmm caminero (28 mayo-18 junio 2015 cr).
Fin
Artículo 242º: “La ropa, el protocolo, la autoridad, la política”.
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