Artículo Periodístico 2.863º: “Escribir es una cosa muy fácil, lo difícil es hacerse leer”.
Esta
frase se le achaca a Josefina Carabias, y, se sea periodista o
articulista o literato o escritor o artista, en cualquier arte o actividad
cultural, pienso que todo el mundo la aceptaría.
Este
es el drama de la creación cultural. No olvidemos que toda
autoría-creación cultural, lleva implícita, en mayor o menor grado, un tiempo-esfuerzo
de búsqueda-investigación, un tiempo de
diseño-arquitectura-organización-sistema. Cambia la actividad concreta, pero en
todos se produce, sea artista o sea matemático o sea filósofo o sea teólogo o
sea escritor o sea columnista o sea científico social o se sea humanista.
Además del tiempo de formación-estudio-preparación que puede durar décadas, al
principio, una formación-educación mínima, reglada o no, después, una
continuación constante durante años y años lunares y solares.
En
el campo del columnismo, por fijarnos-centrarnos en uno, pero
pienso, que analógicamente se producen a y en todos, en líneas generales, pueden existir en estos momentos docenas de
miles de articulistas, que producen-diseñan-inventan-escriben-investigan-crean
en la Península Ibérica, unos, son grandes y considerados así, otros
olvidados y en silencio, unos ponen sus letras-ideas-imágenes-conceptos en
grandes rotativos, papel o digitales, otros, en medios, digamos discretos
provinciales o comarcales, incluso, algunos, lo compaginan con blogs
personales, que pueden tener a su vez, mucha o poca
audiencia-recepción-aceptación…
Unos
para ser leídos, a lo largo de la historia, han llevado sus huesos y cerebros,
a los centros de poder, poder político y económico e institucional, y por
tanto, culturales, y, allí, han intentado construir sus edificaciones
culturales, que les hiciesen caso. Eso ha sucedido durante siglos, en toda
Europa, bajo monarquías o repúblicas, en Estados-sociedades de gran calibre
demográfico y productivo o pequeños, en unas lenguas o en otras.
Otros,
se han afiliado a grupos ideológicos, incluidos sistemas sociopolíticos, para
sentirse arropados, con buena o regular voluntad.
Fórmula que ha funcionado, porque la ecuación, es relativamente fácil, lo
negativo o menos positivos en tu sector ideológico, lo olvidas o lo tocas solo
con tenedores suaves, pero criticas negativamente, todo lo negativo del otro,
incluso todo lo positivo, por lo cual, tendrás un grupo ideológico que te
defiende y al que defiendes. Si toman el poder, tú irás con el bando de los
ganadores. Por lo general, como son ideologías humanitarias y progresivas y
futuras y futuribles, siempre, aunque te equivoques, la sociedad piensa
inconscientemente, “fue un hombre/mujer
de buena voluntad, pero no alcanzo sus metas-ideales”. O, nadie es
perfecto, pero fue un gran artista o un gran científico o un gran escritor…
Otros
toman la decisión de hacerse una figura-imagen que resalte, una personalidad
pública, diríamos un marketing de persona, algo que destaque, y que si es
posible, esté siempre en los medios de comunicación, en las tertulias, en la
vida rutinaria, siempre epatando, siempre mostrando su gran personalidad.
Pueden optar de distintas maneras, pero la persona-personaje público
extravagante, dandi, realizando conceptos que llaman la atención, o acciones
diferentes, que llevan “al humor o al horror”, como algunos indicarían. Pues ha
dado también buenos resultados. Cierto es, que después, esto hay que
acompañarlo, con una producción cultural en su actividad extensa o profunda, o
ambas cosas al mismo tiempo.
Otros,
buscan el éxito-fama-notoriedad en su trabajo de profesión, aceptan una labor
profesional, por ejemplo, en la Universidad, y, desde ese atalaya, después,
proyectan su figura y sus producciones culturales, a y en la sociedad. De
ahí, surgen grandes figuras del pensamiento o de la literatura o de la cultura,
algunos optan por tener una presencia pública, incluso institucional a nivel
político, otros, se quedan en su profesión, pero siempre con constantes
dimensiones-extensiones-proyecciones de luz y color y sombras y grises en la
vida pública. Con lo cual, son los expertos y especialistas en un tema, que
después, nos enseñan de mil modos, según su voluntad o deseos, sus dimensiones
culturales, en ese terreno, o, por lo general, hablan de todo y de todos y de
todas…
Pero existe otro problema-cuestión, para mí, incluso más dramático, te lean
o no te lean, la cuestión de la conservación de los productos culturales.
Pienso que este es el gran drama. Porque no es que tengas un lugar bajo el
sol-luna de la cultura, sean aceptada tu persona, y tus producciones
culturales, sino que se mantengan en el tiempo, es decir, no se
destruyan-deterioren-desaparezcan. Este es el verdadero drama. Dicho de otro
modo, con el ejemplo, que estamos hablando, alguien, puede realizar, mil
columnas periodísticas o diez mil o treinta mil, ¿pero seguirán existiendo
dentro de cincuenta o cien años, o se irán olvidando en los cajones o en el
silencio de los vientres de los ordenadores…?
Por tanto, no es solo que te lean, siguiendo la metáfora-realidad de Carabias,
sino que ese producto cultural, siga existiendo dentro de cincuenta o cien
años, aunque sea para el estudio-análisis-investigación de especialistas y
expertos e investigadores culturales o universitarios.
Ya saben la solución, para que
este problema se reduzca, lo he indicado ya tantas veces, que me da vergüenza
repetirlo. La respuesta es fácil, en
cada nivel territorial, localidad o comarca o provincia, diversas entidades,
desde ayuntamientos o bibliotecas o fundaciones o museos, abran en sus Webs
directorios para conservar fichas y nombres, y algo, algo o mucho de la
actividad cultural de esas personas que se dedican a ese menester. Por
ejemplo, departamentos universitarios según su especialidad y según un
territorio. Aquí dejo el guante, otra vez este guante, en forma de paloma de
paz y pan y racionalidad.
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (12 diciembre 2021-19 enero 2022 cr).
Fin artículo
2.863º: “Escribir es una cosa muy fácil, lo difícil es hacerse leer”.
Euromundo
Global.com. El Diario Alhaurin de la Torre.com. El Tambor Revista de la
Gomera.es.