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Artículo Periodístico 2.874º: “El tiempo del yo”.

                         Artículo Periodístico 2.874º: “El tiempo del yo”.

El tiempo es una realidad que es un misterio para el ser humano se ha estudiado desde la física, desde la psicología, desde la metafísica, desde todos los saberes, pero nos supera…

Maruja Torres en El País Semanal del 08 de enero de 1995 nos dialoga-habla-comunica su concepción del tiempo personal y biográfico en un artículo titulado El saco del tiempo.

Más vale tarde que nunca”, nos diría, Libanius, ¿pero que es tarde, que es nunca? Los humanos vivimos-existimos-habitamos en/desde/con el tiempo, y todas las proposiciones y preposiciones que queramos aplicarles, pero en el fondo no sabemos muy bien, ni lo que es el espacio, ni lo que es el tiempo, ni lo que somos nosotros, ni sí nuestro tiempo-espacio termina a los treinta o cincuenta u ochenta años, o, después, existe Otro Tiempo, una eternidad-inmortalidad.

Según edades y circunstancias nos acercamos-sentimos-deseamos el tiempo, de diferente modo-manera. Parece que el tiempo está en la psicología profunda, Freud o Bergson, habitamos el tiempo y éste nos habita a nosotros y en nosotros. No es lo mismo el tiempo de Einstein, o el tiempo de Planck, o el tiempo de Teresa de Jesús, o el tiempo de Napoleón, o el tiempo de usted, o el tiempo de su vecino, o el tiempo mío…

No es el/lo mismo el tiempo de un bebé, de un niño de dos años, de un adolescente, de una persona de treinta o cincuenta u ochenta años. No solo parece que el tiempo pasa más deprisa o más despacio, no solo los deseos-pasiones-pulsiones tienen un color e impulso u otro, no solo miramos de distinto modo tanto el pasado como el futuro. Al final, existirá un tiempo real-físico-material-atómico, en un universo o en múltiples universos, pero después, también existe un tiempo humano fisiológico-biológico-psicológico-social-cultural-metafísico, y, también, si existe el Buen Dios, existirá un tiempo Metafísico.

Somos como una peonza bailando en muchos tiempos, reales y psicológicos y soñados y vislumbrados y pasados y sufridos. No es lo mismo tomar el café en un sillón en una mesa camilla, que estar en una fila, al amanecer en un campo de concentración. Las situaciones humanas son casi ilimitadas, las realidades que los humanos son-están, entre todos, casi ilimitadas. Cierto es, que por azar benéfico o menos bondadoso, no sufrimos, ni todas las buenas, ni todas las malas, ni todas las regulares. Sino que de muchas, tenemos una parte y partecita y un trozo y un trocito.

El tiempo también son los otros seres, vivientes, y no vivientes, vegetales y animales y minerales, pero también los otros seres humanos, pero también, los conceptos culturales en los que nos movemos y respiramos, también, esos deseos-conceptos metafísicos humanos y no humanos. Nos movemos en multitud de mundos, podríamos indicar, como las muñecas rusas o los conjuntos de Cantor, pero es la realidad, tenemos puentes con distintos conjuntos simbólicos y metasimbólicos y reales y metareales. Vivimos en una existencia-mundo que, si nos fijamos bien, nos supera, y cada uno, con sus ideas-concepciones-metáforas-símbolos-realidades, vivimos-existimos-sobrevivimos-sobreexistimos como podemos. Unos, tendrán muchas manzanas en sus bodegas, otros, mucho aceite, aquellos muchos vinagre. Pero todos tenemos de algo mucho, de casi todo, lo mediano de todos, y, de algunas cosas menos que la media.

Puede que usted amable-afable lector-a, esté esperando, que le indiqué la esencia del tiempo, en definitiva del existir. Podría citarle cien citas-conceptos-ideas desde distintos puntos de vista-opciones-caminos, desde la filosofía a la teología, desde la literatura a la psicología, desde las artes a las concepciones populares. Pero debo confesar, que en ochocientas palabras, las posibilidades son mínimas, aunque una frase pueda cambiar un corazón.

Usted, en su situación, lea muchos libros, observe mucho, piense mucho, tenga títulos universitarios o sea analfabeto visual o conceptual o gramatical. Esté en la situación que esté. Está usted dedicando cinco minutos a leer unas palabras-frases-ideas, de un autor desconocido para usted, que como usted, se asoma a la ventana de la vida, cada día, y no sabe muy bien como explicar esto. Nos movemos, estamos dentro de enormes fuerzas de la Naturaleza, de enormes fuerzas de la Sociedad-Historia, de enormes fuerzas de la Metafísica, de enormes fuerzas de la Cultura, y, y yo, como usted me siento tan débil y pequeño y triste y esperanzado y persuasivo y vulnerable como usted.

Solo, puedo darle alguna esperanza, esté usted en una cárcel, esté usted en la sala de un tanatorio, porque su hijo pequeño ha dejado de respirar, y la desesperación no la tapa, ni el lloro más profundo que está superando-sobrellevando, esté usted en el día siguiente de su boda, esté usted, en un edificio que va coleccionando ancianos o ancianas, y, sienta que sus nietos no vienen a verla, esté usted recordando los errores, sentimentales y económicos y afectivos que ha realizado en la vida, esté usted encima del Everest o en una isla en el desierto/vergel del y de la mar. Solo le puedo decir, que siga soportando el tiempo, con la mayor honradez y bondad posible. Eso es el tiempo, la búsqueda y vivencia de la bondad. Y recordar la frase de Ovidio. “la esperanza hace que agite el náufrago sus brazos en medio de las aguas, aun cuando no vea tierra por ninguno de los lados”. Aunque no vea en el horizonte, ninguna barca, barquito, trasatlántico, isla, bombilla, vela, luz, corazón humano al lado de usted.

https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (07-26 en 22 cr).

Fin artículo 2.874º: “El tiempo del yo”.

La Manchuela al Dia.com. Rota al Dia.com. La Voz de la Palma.com.

Humor 2.260 a 2.266.

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