Artículo Periodístico 4.288º: “Detector de mentiras y usted”.
Podría
existir un mundo en el que se aplicase el polígrafo en los juicios jurídicos y
se hiciese lo mismo a determinadas personas y personajes por unas realidades o
por otras.
Se
dice, que antes del pecado original, los humanos tenían “dones
preternaturales”. Sin entrar en grandes radicalizaciones e interpretaciones
teológicos, serían aquellos dones por los cuales, entre otros los seres humanos
conocerían de verdad su corazón y el corazón de los otros. Lo que en algunas
experiencias místicas católicas, se indica “como que leen las almas y las
conciencias de los otros”, aunque los otros no sean conscientes y no lo sepan
y, que algunos santos/as son capaces de hacerlo y realizarlo…
Se
cree que el detector de mentiras, fue inventado en 1938, pero existen academias
científicas que indican que no es cierto, que no tiene una base suficientemente
científica, porque se ha visto y comprobado que muchas veces, ha fallado, en
eso de las guerras frías y calientes que han existido. Otros, por el contrario
piensan que si tienen un grado de fiabilidad, no absoluto y no total, pero si
relativa y proporcional. Porque existen reacciones inconscientes, que es muy difícil
tapar o que se muestren con algunos cambios neuroeléctricos o de presión
arterial, o de temperatura. Cierto es que quizás se puedan entrenar a personas
para que esas realidades no existan o no se manifiesten…
Pero
no entremos en si es total o parcialmente científico. Si solo es en parte o
solo en algunas ocasiones, o en algunos oficios o en algunas personas y en
algunas situaciones o concreciones… Pero imaginemos, que como sugerencia o como
posibilidad, aunque no sea una prueba eficiente y evidente, se aplique, a
determinados tipos de delitos en determinados juicios jurídicos.
Por
lo cual, de alguna manera, el principio que una persona no tiene porqué
inculparse a sí misma, se debilitara o dulcificará o se suavizara. ¿Qué
sucedería si para algunos delitos y juicios en los juicios entre otras pruebas
se exigiera, aunque fuese de forma secundaria, no como prueba total, pero si
como un indicio, que los reos o potenciales enjuiciados, incluso testigos, se
les aplicase dicha prueba…?
Dirán
enseguida, habría que perfeccionar dicho sistema de polígrafo, habría que
añadir Inteligencia Artificial, también Big Data, y, todos los sistemas
informáticos que se pueden inventar o ya existir…
También
deberían existir comités de personas que realizan esas pruebas, un comité, al
menos de tres personas que supervisarán dicha realidad, para que no existan
engaños por parte de los interpretadores de esas pruebas…
Pero
imaginemos que empiecen, como prueba secundaria que se empieza a aplicar. No
solo en juicios que se ha hecho ya el experimento o la experiencia, con
resultados no totalmente aceptables, según indican. Pero imaginemos que se
empiecen a aplicar a los Altos Cargos Políticos o que quieran aspirar a ellos,
también se apliquen a otras realidades y oficios, incluso antes de los
casamientos, para intentar remediar esta oleada de divorcios que ya es una
epidemia, con todas las consecuencias negativas que se arrastran…
Durante
siglos, en la sociedad cristiana, en general, se admitía y se sabía y se
aplicaba en parte, el mandato-mandamiento de “no mentiras”. Este es el grave
problema, que este principio o norma moral, que sin ello, las sociedades no
pueden funcionar, se está vulnerando. Porque no es lo mismo, que alguien no
pueda decir toda la verdad o la verdad, por una o mil razones, incluso por no
hacer daño a otras personas, y, otra cosa es “mentir o medio mentir o medio
decir verdades o todas las formas de manipular y de engañar, de actos y de
palabras y de escritos y de ideas y de emociones y…”.
El
grave problema de nuestra sociedad, o al menos, uno de los grandes, es que se
ha instalado un ambiente enorme de la competitividad y de saltarse multitud de
normas morales, y, una entre otras, es la de “no mentirás”. No estamos hablando
que alguien se perjudique adrede, pero hay que encontrar el equilibrio, entre
decir la verdad y decir la mentira-error. O, decir, algo que tú crees que es
mentira, pero lo dices, para obtener bienes de distinto modo o manera…
Se
dice, según Internet, que el mentiroso, o todos decimos, de media dos mentiras
al día. No sé si será cierto o no lo será. Pero sucede un hecho, quizás
complejo de interpretar, pero hay quién piensa, que el que intenta decir la
verdad, y, si no la puede decir, se calla, pero no dice una mentira, solo
camina con lo que cree es verdad... Porque mentira y error no es lo mismo,
alguien puede decir lo que cree es una verdad, aunque sea un error, pero no es
una mentira, porque cree que es verdad. Y, alguien puede decir un error
sabiendo que es un error, y, por tanto, es un error más una mentira…
Se
dice que el que dice la mentira o miente o manipula, lleva como dos barajas de
cartas, una de la verdad cuándo le conviene y otra la de la mentira, y, otra
callarse, cuándo le conviene. Y, el que expresa la verdad o intenta, solo lleva
una baraja de cartas, la de la verdad, aunque se equivoque, lo más que puede
hacer, es callarse y silenciarse…
¿Pero
la pregunta sigue en pie, sería conveniente ir implantando el sistema de
detector de mentiras, en determinadas situaciones y ocasiones y oficios y
profesiones y juicios, aunque no sean totalmente exactos sus resultados…?
¿Imaginen a los comités de los procesos selectivos de oposiciones, a los
seleccionadores de recursos humanos…?
¿O,
contravienen todos los fundamentos jurídicos de la sociedad y del derecho y de
los derechos humanos, porque de aplicarse masivamente, surgiría otra sociedad,
es decir, el individuo podría estar más controlado por la sociedad y los
poderes del Estado, más que lo que ya está, y, más lo que se está implantando
con progresivos cambios técnicos que se están aplicado en el espacio público y
privado…? ¿…?
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (18-30 junio 2024 cr).
Fin artículo 4.288º:
“Detector de mentiras y usted”.
E.
30 junio