Artículo Periodístico 383º: “Síndrome de
David-Betsabé”[1].
0.
Se cuenta en el Antiguo Testamento que David se enamoró o se apasionó de
Betsabé que era la esposa de Urías, hitita, uno de sus generales. Y que hizo
todo lo posible para seducirla y de esa seducción nació Salomón. Pero además
intentó y consiguió que a dicho general lo pusieran en primera línea para que
muriese en el combate.
1.
Siempre se suele citar en los libros de moral y espiritualidad clásicos y
tradicionales el ejemplo de David, como rey elegido por Dios de un alto nivel
moral y espiritual, y que por caer en pasiones y tentaciones y desordenes
morales y sensuales cayó en multitud de faltas.
Vivimos
en una época que las nuevas generaciones, apenas saben y conocen nada de la
Biblia o muy poco. Y deberíamos admitir, que incluso aunque se aceptase que
dicho conjunto de libros, como solo libros de historia, de mitología, de
moralidad, de relatos y no se admitiese como libros sagrados o inspirados como
hace la doble tradición judía y cristiana. Aunque solo aceptáramos esa
posibilidad, deberíamos ser conscientes que quizás nos perdemos una cantidad
enorme de sabiduría y de conocimiento acumulado durante siglos.
Igual
que al desconocer la mitología y teogonías greco-romanas, básicamente, también
nos perdemos una enorme cantidad de saber y de conocimiento y que después
podríamos aplicar a nuestra propia vida y existencia. Al análisis de la
realidad humana y social.
2.
Esta historia y este relato o este cuento o esta narración, como ustedes
quieran interpretarlo, nos indica entre otros muchos temas la cuestión del
control de los deseos, de las pasiones, de las emociones, de las ideas. El
eterno problema del ser humano.
Por
supuesto que usted, ni yo, tendremos la ocasión de tener tanto poder como
David, y por tanto estar en esa situación. Pero la vida, los apólogos, las
historias, los cuentos, los relatos nos narran ideas y conceptos y
posibilidades, que después se adaptan a la vida de mil maneras y mil formas.
No
va a tener usted, supongo tanto poder como el comisario Beria, que exigía
favores sexuales a cambio de no llevar al paredón a los padres o hermanos de la
muchacha, ni tampoco la de un hijo de un sátrapa de hace unos lustros, que
dicen iba a las puertas de los institutos y sus guardaespaldas cogían a la
chica que querían, hacía con ella lo que quería durante unos días o semanas, y
después o se perdían en el desierto muertas o las devolvían a sus casas, con
todas las consecuencias, que después acarreaba a esa muchacha por parte de su
propia familia y ambiente y cultura y…
Pero
tantas veces, vemos en la vida normal y rutinaria, cuántas personas, de carne y
hueso, diría Unamuno, que están babeando que se pasan meses, años y lustros
intentando seducir a otra persona, que ya tiene compromisos serios y profundas
con otra, pareja o casada o novia. Ver este espectáculo que llevamos viendo en
la existencia normal y rutinaria. No digo en todos los individuos pero si en
más de los que quisiéramos es triste y es lamentable. Porque vivimos en una
época que si alguien le rozas con una puerta del coche al suyo, te pone un
cartón y te incrimina para que tengas mucho cuidado, y si le engañas en cinco
euros te monta una denuncia, y en cambio en los temas de las pasiones,
especialmente las sexuales y otras, pero ahora estamos analizando las pasiones
desequilibradas y desordenadas de tipo lúbrico o sexual, en esto tenemos, en
general, una manga muy ancha.
No
cuidamos el lenguaje, y el lenguaje mata a otras personas. No sabemos
distinguir entre una simple broma y un deseo traspasado en broma… No
controlamos los propios deseos, los propios pensamientos, las propias
emociones, las propias miradas… y digo no controlamos, así nos metemos todos y
así se salve quién se salve…
3.
David, el elegido por Dios, el ungido por Dios, el que tenía enormes virtudes
humanas y militares y políticas y morales y espirituales se había ido dejando
engañar y manipular y descontrolar por sus propias pasiones. Y toda pasión
desordenada destruye al que la sufre, destruye a otra y otras personas, y sus
consecuencias duran a veces, varias generaciones…
David,
no olvidemos que tenía o había tenido, hasta donde se sabe en aquella época ya
varias esposas legales o ilegales… Pues no se pudo conformar con lo que tenía,
sino que tenía que meter la mano y el moco en otro plato… como el relato del
que tenía una sola oveja y el que tenía muchas, otra historia de otro profeta
del antiguo testamento que en otro momento habría que recordar…
Se
decía en los libros antiguos de moral y espiritualidad, si David elegido de
Dios fue capaz de caer en esos errores o en esos grandes errores morales,
cuánto más los demás, simples mortales, que sufrimos las mismas pasiones
desordenadas que el resto de hombres y mujeres, si no tenemos que tener más
cuidado…
Hoy,
en la cultura actual, expresar y decir, que en la ley mosaica, existe el sexto
y el noveno mandato, se exprese en las formas judías o en las formas cristianas
o en las formas católicas. Hoy, esto no se puede indicar en la sociedad humana.
Pero si admitimos que estos son normas humanas, partamos del principio, sea
cierto o no, que son solo normas humanas, y no solo divinas, sino son humanas
que los hombres después han divinizado, admitamos en principio esto.
Si
somos consecuentes, no tendríamos que pensar, si estas normas morales humanas y
normas legislativas humanas han sido descubiertas o inventadas por los hombres
desde hace miles de años, en todos los códigos mesopotámicos y egipcios y de
los antiguos imperios ya existían de una manera o de otra. Si es así, es porque
es esencial para el ser humano, y eso solo visto desde un punto de vista moral
y legislativo y social y político meramente humano…
Pues
no sería suficiente para entonces, volver a pensar, de la necesidad del control
sexual del ser humano, de un control ordenado, según leyes adecuadas a nivel
jurídico y a nivel moral y a nivel social…
4.
La pregunta a modo de reflexión, para que usted hipotético lector, pueda pensar
en el día de hoy, es ¿si Freud levantara la cabeza, nos diría que hemos pasado
de una etapa histórica de demasiada constricción sexual o una época victoriana,
a una etapa que hemos caído en un pansexualismo, y que si aquella era mala y
negativa para la personalidad y equilibrios humanos, y ésta es también negativa
y perniciosa…? ¡Pero evidentemente no sabemos lo que nos diría Freud, pero si
sabemos que muchos seres humanos, por las razones que sean, sufren lo que
podríamos denominar el síndrome de David-Betsabé! ¡Usted debería examinarse…!
¡Yo, para que usted no se ofenda lo llevo haciendo desde hace décadas…!
©
jmm caminero (12-25 noviembre 2015 cr).
Fin artículo 383º: “Síndrome de David-Betsabé”.
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