Artículo Periodístico 4.649º: “Debo confesar que existen cuestiones que no sé resolver intelectualmente”.
Sé, que no son tiempos para decir
esto, sé que esto es hacerse el harakiri como articulista de opinión. Pero si
soy sincero, siempre han existido cuestiones que no sé la solución.
Ciertamente,
no son solo cuestiones sobre la Naturaleza, porque la ciencia correspondientes
todavía no ha llegado a un saber cierto y verdadero. Que en este campo, existen
cientos de temas. Y, ya, ya sé que la cultura no llegará a descubrirlas, al
menos, mientras que yo siga respirando, quizás después si se consiga.
Pero
me refiero a multitud de esos temas, que se abordan en parte por las ciencias
sociales, la filosofía, las humanidades, las artes, la moral, las teologías,
etc. En este cúmulo de temas y cuestiones y áreas y conjuntos de realidades…
existen multitud de cuestiones, que debo confesar, que no sé la solución, no
encajan todas las piezas en mi cabeza, sé que será falta de conocimientos,
falta de inteligencia, falta de una concepción moral correcta, quizás falta de
mil cuestiones. Podría poner decenas de casos. Porque por un lado esta la
vertiente afectiva de personas implicadas –que no necesariamente tengo que ser
yo, y, que generalmente no soy yo-, por otro lado, está que dimensión u
horizonte o aptitud valoras más: la moral o la ética, la psicológica o
psicomoral, la social o la sociedad, los derechos humanos clásicos o alguno
nuevo que esté abriéndose camino, y, mil otros temas…
El
mundo de la Naturaleza es enormemente complejo, y, solo hemos rozado la
superficie, bajo mi modesto entender –existen miles de millones de galaxias,
por tanto, no sabemos que habrá dentro de ellas o fuera de ellas-. Pero el
mundo humano es enormemente complejo, las filosofías y los sistemas
sociopolíticos y los teológicos-religiosos y, algunos instrumentos más, como
las artes, quieren poner un poco de orden. Pero yo confieso, que todo esto
supera mi inteligencia. He abogado tantas veces, porque las ciencias aborden
los temas de humanidades, para que nos den luz, pero supongo que como las cosas
de palacio irán despacio. Es cierto que las ciencias sociales, apenas tienen
tres siglos, desde sus primeras sistematizaciones… Esperemos que aquí se abran
nuevos campos de saber y de verdad. Y, desde luego también esperemos que la
informática, nos ayude a comprender y comprendernos mejor…
No
sé, hasta dónde está el tema de la relación entre Naturaleza y Cultura. Este es
el quid de la cuestión, o al menos, uno de ellos. Hasta dónde un individuo con
su libertad y su voluntad puede modificar la Naturaleza, sea la propia o sea la
de los otros, o sea de la sociedad, o sea de la misma naturaleza. Aquí, aquí
nos debatimos con enormes dudas y enormes desalientos y enormes dilemas…
Siempre recuerdo una conferencia dada por un viejo jesuita, ya con edad muy
avanzada, que dijo una frase que jamás se me olvidará, y, la recuerdo después
de casi cinco décadas… “ahora los filósofos y teólogos, porque han estudiado
filosofía y teología, y, han hecho un doctorado, ya creen que saben de ética y
de moral y de teología moral…”.
Es
decir, decía aquel jesuita, que llevaba setenta o casi setenta años estudiando
teología y filosofía y moral, y, decía que apenas sabía casi nada. Y, que las
nuevas generaciones, que llevaban una quincena de años, ya creían que tenían la
solución a los graves y grandes
problemas de moral y de teología moral… Aquella frase, y el tono que
utilizó, nunca se me ha borrado de la cabeza… Recuerdo, que había sufrido, lo
que hoy se denomina un ictus. Entonces, tenía otros nombres… En fin, aquel
hombre, se le notaba que un lado de su cuerpo, no lo movía bien…
Todo
esto y más cosas me lo han recordado, al encontrarme con un nuevo caso, una
variedad de la vida, un ejemplo de que la vida, siempre está poniendo o
descubriendo o inventado casos o realidades o casos morales, como aquellos
matemáticos griegos que siempre buscaban nuevos problemas matemáticos, “dadme
problemas matemáticos”, dicen que decía el viejo Euclides. Pues algo así sucede con la vida, con ocho mil millones
de seres humanos, pues existen una enorme variedad de actos humanos, de
posibilidades de acción humana…
Pues,
hoy me he encontrado con este tema o cuestión, pero planteado desde otro lado
de la realidad, con un artículo firmado por Rebecca Collins Jordan, publicado el 28 de diciembre del 2024,
titulado: Por favor, solo déjenme amar a mi esposa, publicado en The
New York Times en español.
Yo,
confieso que me cuesta mucho trabajo entender el mundo natural y de la
Naturaleza, incluso lo ya descubierto, pero inmensamente más, me cuesta
entender y comprender el mundo social y humano, tanto el individual como el
colectivo, tanto el interior, como el exterior. Solo sé que se está abriendo
una nueva era histórica, que no sé dónde nos llevará. Pero yo creo, si existe
derecho de expresión y de libertad de expresión, yo creo, sin que nadie se
ofenda, yo quiero creer, sigo creyendo, creo que debo creer, que si las
personas siguen los diez mandamientos o mandatos de Moisés, las personas y las
sociedades se evitan muchos problemas, angustias, sufrimientos...
Yo,
sigo creyendo que debe existir una naturaleza humana y por consiguiente una
naturaleza humana con unas leyes regulares, igual o parecido o semejante, como
existe unas leyes de la naturaleza física. Nadie se ofenda, porque a nadie
deseo ofender, y, desde luego, a nadie deseo se le margine, o se le silencie, o
se le manipule o se le quite, ni un derecho natural de su ser. Paz y bien.
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (31 dic. 2024-12 enero 2025 cr).
Fin artículo 4.649º:
“Debo confesar que existen
cuestiones que no sé resolver intelectualmente”.
E.
12 enero