Artículo Periodístico 3.284º: “Reconciliación sociopolítica en la Piel de Toro”.
Me
pregunto y pregunto si ese ánimo o tendencia por parte de la inmensa mayoría de
la reconciliación y tolerancia y mutuo acuerdo en política se ha perdido.
No soy, de los idealistas o
utópicos o melancólicos que todo el día están hablando del espíritu de la
transición y Transición de hace cuatro décadas y un poco más. Porque los que
vivimos y existimos en aquella época, aunque fuésemos jóvenes, sabemos del
dolor y del sufrimiento que trajo aquel cambio necesario y renecesario…
Pero echamos de menos, que las
grandes fuerzas ideológicas, los grandes líderes, los grandes colectivos, los
grandes poderes fácticos, los grandes medios de comunicación, y, todos los que
están moviendo los hilos de la realidad presente, sin negar que existan
excepciones, vuelvan a pensar y repensar y analizar y reanalizar, si hay que
quitar hierro y bronce y veneno a las relaciones sociopolíticas y políticas,
tanto de los que dirigen la rex pública/cosa pública, como el pueblo en
general…
No sé, o mejor dicho, pienso que
hay que reducir la tensión política en la sociedad, país, Estado español por
mil motivos o mil razones. Nadie desea y quiere, que todos estén de acuerdo con
todos. Pero si podemos y debemos pensar, que tenemos derecho, tenemos que
darnos el derecho a nosotros mismos, de que podemos vivir y existir en paz…
Cada uno puede tener las ideas e ideología que quiera, tiene su derecho a la
libertad de conciencia/pensamiento/culto/expresión/publicación. Pero hay que
expresar los enunciados, conceptos, ideas, datos, argumentos, razones con
respeto. Aceptar que el otro, el otro es una persona, no es un antagonista/adversario/enemigo,
sino alguien que según sus intereses, porque tiene derecho a defender sus
intereses, según su forma de pensar, piensa o cree o estima o ha inducido o
deducido que su esquema sociopolítico es el mejor o el más conveniente…
Cansado estoy, hablas de algún
tema, que roce la polémica, y, en seguida salen con la Inquisición Española.
Saben el nombre y el apellido. Pero me parece que la inquisición se terminó en
el siglo diecinueve, pero nosotros, seguimos teniendo, un espíritu
inquisitorial, tenemos que convertir al otro a nuestras ideas, y, si no es así,
lo anulamos o lo callamos o lo silenciamos o… Este es el gran problema de
nuestra sociedad, durante siglos, el gran problema de España…
No sé si es debido a que durante
siglos en este territorio hubo tres macroideologías y macroculturas, y,
tuvieron suficientes roces, no sé, porqué en el siglo diecinueve, hubo tres
guerras civiles, denominadas carlistas, no sé, porqué hubo una gran guerra
cruenta e incivil en el siglo veinte… Y, siempre parece, que estamos dados, a
coger la bandera del momento, y empezar a mirar al vecino de la calle de abajo
con cierta mala mirada y perspectiva…
Todo esto, lo anterior y más
cosas, me ha recordado y acordado, viendo en las fotografías, viendo después en
imágenes, como en las Cortes de la transición y las democráticas de hace cuatro
décadas, paseaban por sus pasillos, y terminaron por saludarse y hablar,
personas, que venían de grupos ideológicos muy diferentes, incluso, algunos de
hace de décadas anteriores, que estuvieron enfrentados y no solo
ideológicamente. Pero se dieron cuenta, tuvieron la inteligencia, que “el
pasado no se debería volver a repetir”. Que el vivir juntos y la tolerancia y
el acuerdo es la única manera de vivir y existir y de estar y de ser. Tenemos
derecho a darnos la paz, la paz individual, cada uno de nosotros, la paz social
entre nosotros, la paz política con nosotros. Porque con estos tres tipos de
paz, podamos alcanzar la paz económica y toda la riqueza y riquezas de todo
tipo, que se debe/surge/nace a/de la paz…
Decía que todo esto, lo he
recordado y mucho más, al leer o releer el artículo que Fernando Arrabal, publicó en El
Pais Semanal, el día 10 de abril de 1977, -si observan no he citado
ningún nombre, de políticos o empresarios o religiosos o militares de hace
cuatro décadas, antes y después-. No fue fácil la transición y la Transición.
No hay que olvidar que se preparó años antes del cambio de régimen, no fue
fácil ya que hubo episodios tristes y duros y enigmáticos y misteriosos, que
después, de tanto tiempo, al menos yo, no he sido capaz de dilucidar. Pero si
debemos aceptar que todos se pusieron de acuerdo en la paz, que había que
olvidar y que había que mirar hacia delante. Que no había que pensar tanto en
el pasado con rencor, y mirar al futuro con esperanza. Que había que olvidar un
poco a los abuelos, para pensar más en los nietos y biznietos…
Uno, se levanta cada semana, cada
mes, conociendo algún acto o noticia o información, en el cual, uno siente, que
ese espíritu de buscar un bien futuro para todos, se va resquebrajando. Que
unos tiran de una cuerda hacia un lado, y, otros hacia otro, y, uno siente o
presiente o percibe o teme que el barco se vaya
desgajando/desgarrando/deshilvanando. Y, olvidan, que cuándo una entidad se debilita
mucho, sea un animal biológico, sea una realidad sociopolítica, siempre
existirán fuerzas y presiones e intereses, de dentro y de fuera, que querrán,
llevarse trozos de carne, de la gran pieza, caída y herida y malherida y débil…
Me gustaría oír con esperanza que
hoy, los discursos y oratoria y lenguaje y fórmulas enunciativas que unos y
otros se digan, cada uno con sus puntos de vista, pero se realice en paz y
sosiego y tranquilidad y con respeto al otro. Me gustaría que eso sucediese
hoy, y, mañana y pasado mañana…
http://twitter.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (09-23 noviembre 2022 cr).
Fin artículo 3.284º:
“Reconciliación sociopolítica en la Piel de Toro”.
E. 23 noviembre