Artículo Periodístico 3.845º: “¿Falta de asientos/puestos en bibliotecas…?”.
Se
dice que en algunas ciudades, barrios, aldeas, pueblos faltan asientos o
puestos en las bibliotecas. En su totalidad o en cada una de sus tipos:
estatales, municipales, universitarias…
Opino, que un artículo y un
articulista, tiene que ser suave como guantes con palabras dulces, que no
hieran, pero al mismo tiempo tienen que reflejar trozos de realidades. No solo
negativas, sino positivas.
La columna de opinión, bajo mi
modesto entender y comprender, es un artilugio que los humanos se han dado o
inventado o diseñado y, son la unión de multitud de procesos históricos y
sociales y culturales. Esencialmente, la columna de opinión, personal y
literaria, ha surgido históricamente en los periódicos, que a su vez, es una
proyección de los dimes y diretes, que durante siglos atravesaron las plazas de
los pueblos.
Hay quién indica, un hecho que se
constata, que parece ser que en muchos lugares-aldeas-pueblos-barrios-ciudades,
existen pocas plazas de asientos y puestos y sillas en dichas bibliotecas.
Ahora, se ha concentrado más el problema, porque algunas salas de ellas están
cerradas, por falta de presupuesto suficiente, por consecuencias de la
plaga/epidemia que hemos padecido, por el coste del personal, porque los libros
ocupan lugar y espacio y tiempo. Y, por mil razones.
Es una realidad, en mayor o menor
grado, que no es culpable nadie. Nadie es totalmente responsable, nadie dispone
de la llave que abra el corazón de la solución ideal. Existen bibliotecas
universitarias, bibliotecas privadas, bibliotecas públicas estatales,
bibliotecas municipales, bibliotecas de barrios…
La realidad es que los pisos y
apartamentos y viviendas son pequeñas, y, desde hace décadas, una parte
importante de la población, se trasladaba unas horas, a la biblioteca más
cercana, y, en ella varias horas, estudiaba sus asignaturas de carrera, de
bachillerato, de la selectividad –que ha ido cambiando de nombre, cada década-,
para las oposiciones o de secundaria/terciaría/postgrado/master, sean del tipo
que sean, para intentar disponer de un trozo de rayos de sol bajo la tierra.
Todo el que ha pasado por las
aulas universitarias, también, sabe y conoce, las pequeñas mentiras, de dejar
los libros, y, después el asiento estar sin utilizar más de media hora. Porque
también la biblioteca ha sido un lugar de encuentro entre jóvenes y
adolescentes, la sangre manda, la vida y la vía de la vida también –esto es
fácil, cada media hora, el personal de dicha entidad se pasea/pasase, y quién
no esté, se retira el material a un lado, si es que esto no va en contra de
alguna ley o norma, que supongo que irá, quizás, contra el sentido común-.
Porque la biblioteca cumple
muchas funciones y muchas finalidades, me pregunto a veces, podría haberse
producido el cambio sociopolítico, en nuestro solar y terruño, si no hubiesen
existido bibliotecas en las facultades universitarias junto con bares,
pequeños, por lo general. Dónde los estudiantes, iban de un lugar a otro,
haciendo planes, de amores y de revoluciones y de cambios…
Ciertamente, si es una biblioteca
universitaria debe estar abierta a los estudiantes matriculados. Pero la
biblioteca es un concepto muy amplio. Desde la Grecia Antigua y Helenística, la
biblioteca cumple muchos fines. Puede que sea y aparezca y se presente como un
modesto y humilde instrumento, pero ya sabemos, según la tradición, que sobre
el jumento y asno y burro o burra humilde y pequeño se levantan las pequeñas
economías de los pueblos. Durante siglos.
Ciertamente en una biblioteca
universitaria, los matriculados tienen la primacía. Pero no olvidemos la
polifunción de cualquier biblioteca. Hay que buscar formas y maneras que
cualquier persona tenga acceso a los asientos y a los libros. Quizás,
restringiendo el número de libros a trasladar de forma privada a su casa -si no
se es estudiante matriculado, quizás, reducir a dos o tres, cuándo los propios
estudiantes, tienen derecho a cinco, quizás estar abiertos a distintas horas y
días para permanecer en ellas, quizás y quizás-. Como alguien indicaba si un
producto cultural en forma de libro o de otro formato, no está en tu
biblioteca, tendrás que pedirlo por correo interno, y será más costoso para el
Estado, que al final, es el pagador, para la sociedad que paga impuestos…
Quizás, hacer encuestas de ideas
para resolver y solucionar. Loa jóvenes y no-jóvenes disponen de mucha
imaginación… quizás, ahí podría estar la creatividad… y, que la biblioteca sea
para todos, y, siga siendo gratuita, en todos los parámetros de voces y de
edades y de condiciones…
Ahora se invita a los niños y
niñas que vayan y visiten las bibliotecas, recuerda un sujeto bípedo y
semiracional, cuándo de niño, no le dejaban entrar en la biblioteca de su
pueblo, municipal o local, que estaba debajo del artefacto/edificio de la
música o de la orquesta del pueblo. Se colaba en ella. Y, a veces, lo echaban.
Tuvo que llamar la ayuda de su padre, y allí fue a hablar. Y, medio lo dejaban,
se colaba deprisa. Después la cerraron, porque solo era una habitación, el
hueco de dicho edificio que arriba tocaba la historia la música/orquesta, los
domingos. Como una ayuda al espíritu, en tiempos predecesores del cambio
sociopolítico…
Pero, todo es complicado.
Aceptamos la buena voluntad de todos, todos los que intervienen en este tema.
Que todos tienen derechos y todos tienen deberes. Pero si sé algo, que a una
persona que ha sido exalumno de una universidad, se le puede exigir un carnet
de biblioteca, pero jamás, se le puede pedir ni un euro, por ser socio de esa
biblioteca, que es y ha sido, durante muchos años, su lugar de estar y estudiar
y analizar y mirar y sonreír y esperar… Más si ese exestudiante de esa
facultad, ya está jubilado. Tener que pagar un euro, no es por el dinero, es
cómo expresar, que la cultura de las bibliotecas hay que pagar un coste. ¡Quién
sabe los proyectos y esperanzas, ya pequeñas, le quedan a ese corazón/cabeza de
exestudiante…!
Por otro lado, quizás esa
persona, ya jubilada, ya con cierta edad, quizás, solo visite ese lugar, una
vez al mes, quizás, una vez cada seis meses, quizás, solo pida un libro cada
tres meses llevarse a su casa. Quizás, ese exestudiante de esa universidad
pública lleva décadas investigando o creando o buscando, sobre temas de su
formación o de su interés. Quizás ese exestudiante, tiene algunos trabajos allí
dormidos en sus depósitos, muy modestos y humildes, pero con depósito legal…
Nos extraña mucho que no tengamos
un Premio Nobel, vivo y nacido aquí, y que resida aquí en este pentágono de
Iberia, pero me imagino, que existirán docenas de circunstancias y parámetros y
variables, y, quizás éste sea uno más… ¡Quizás…! ¡Paz y bien…!
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (26 mayo-17 octubre 2023 cr).
Fin artículo 3.845º:
“¿Falta de asientos/puestos en bibliotecas…?”.
E. 17 octubre