Artículo 5.093º: “Hay tanto que leer y pensar, Félix de Azúa”.
Hay tanto que leer y tanto que
observar y tanto que analizar y tanto que pensar… que el tiempo se queda corto,
porque también hay que hacer cosas, tanto que hacer, legal y moralmente…
Pongan
por caso la literatura, el arte literario que es una luz o perspectiva de
entender la realidad. Existen otras, otras artes, la mirada de las ciencias, la
de la filosofía, la de la tecnología, la de la teología, la de la cultura en
general… Y, todas nos proporcionan sobre un mismo tema y objeto, nos permiten
tener una visión que completa o complementa las de las otras. Es imposible,
nadie hoy, nadie humano, se entiende, puede conocer todas las perspectivas y
dimensiones sobre un conjunto de hechos y fenómenos y entes y cosas. Nadie
puede.
Quién
lo ha intentado ha fracasado, y, además ha dejado de ser experto en alguna
manera de mirada, y, por tanto, ningún grupo o comunidad cultural los considera
de los suyos, y, por consecuencia, han tenido más posibilidades de entender
fenómenos, más fenómenos en sentido amplio, pero también más posibilidades de
fracasar en la vida social, laboral, económica, o la aplicación del saber para
el ascenso social. Es duro decir esto, pero es cierto –aunque no sé en qué
proporción de personas…-.
Dentro
de la literatura existen multitud de géneros, y, además distintos escritos en
distinta lenguas, y, además en distintas culturas, y, además en distintos
tiempos… sea el género epistolar, el género del articulismo de opinión, el
género de la poesía, el género de la novela, el género del teatro, el género
del guión de cine como género literario, etc. No hay vida para tanto. Y, eso,
sólo fijándose en lo que más aceptación cultural tiene y dispone en cada
momento…
Por
eso he indicado muchas veces, que expertos y especialistas en literatura, por
ejemplo, cada año, con encuestas, nos digan cuales son las cincuenta obras más
importantes de la literatura, por ejemplo. Así, así el que no sabe mucho de
esto o sabiendo, tiene un mapa para orientarse. Porque se lee muchos productos,
dicen de quinta fila, y, a veces, nos olvidamos los de primera fila –no critico
a los de quinta fila, quién sabe, si algunos de estos, dentro de cien años son
considerados de primera…-.
Hay
tanto que leer, tanto, la vida es corta, en la vida hay que realizar otras
cosas, hay que tener un trabajo y vocación para vivir y sobrevivir, trabajo y
si es posible coincida con la vocación, si las has encontrado… hay, la
generalidad así lo hace crear-criar una familia, hay también que ocuparse del
mundo de la sociedad y de lo social y algo del Estado, aunque una persona sea
pueblo o pertenezca al pueblo, también puede ocuparse del Estado… Todo esto me
lo ha recordado el notable escritor y hombre culto, Félix de Azúa, en un artículo titulado: Calaveras de tinta,
publicado en The Objetive, 21 de mayo del 2025… pero para que existan
personas que lean, tienen que existir documentos-libros-páginas, y, para que
existan libros tienen que existir personas que los escriban…
¿Por
qué, porqué alguien se pasa tres años escribiendo un libro, quién sabe si diez
años antes, pensándolo escribir, buscando materiales….? ¿Por qué alguien
escribe un libro, en el género Memorias o memorias, que tiene diez mil o veinte
mil páginas, hay muchos casos…? ¿Porqué alguien, que yo conozco ha escrito un
libro, de un único título y un único autor, que tiene en el original sesenta
mil páginas, y, qué nadie valora, y, que se perderá, y, que no se creerá que
existió dentro de …?
¿Por
qué los humanos hacemos arte, todo el mundo hace arte, todo el mundo hace arte
o consume… todo el mundo…? Si, todo el mundo, la persona analfabeta, puede que
cante, y, en ese cantar y cantos hace cambios. Cuándo éramos una sociedad
rural, las personas se tiraban horas y horas en soledad, muchas veces en el
campo, pues cantaban, era el arte predominante. Al cantar, narraban sus
alegrías y sus penas, se curaban de sus alegrías y sus penas, y, además
algunos, algunas veces, cambiaban palabras, modificaban tonos.
Todo
el mundo hace arte, ciertamente, algunos pueden pintar quince mil pinturas y
dibujos, y, otros solo diez, y, éstos siendo niños. Pero todo el mundo hace un
tipo de arte, consume -palabra que no me
gusta especialmente- un tipo de arte, y, hace de alguna manera un tipo de arte.
Usted será la escritura, otros la danza, aquellos el teatro, su vecina del
quinto las teleseries… Todo el mundo hace y rehace arte, en mayor o menor medida,
en mayor o menor calidad. Todo el mundo necesita la catarsis del arte, concepto
greco clásico de Aristóteles… El
arte es una necesidad, el arte-belleza es una necesidad como el aire, la
comida, el refugio, la seguridad…
Hay
que terminar los artículos, éste también, pero el mayor drama, no son los
autores o escritores que no triunfan. Sino todos aquellos, la inmensa mayoría
que saben que sus obras se perderán… Se perderán, así de simple y sencillo. Y,
saber que la sociedad actual le da lo mismo, que se pierdan –este es el gran
drama de miles y decenas de miles de autores y autoras-. Claro está, más drama
son las personas que están muriendo en estos momentos: en guerras, epidemias
resueltas, hambre, sed…
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© jmm caminero (04
septiembre 2025 cr).
Fin artículo 5.093º:
“Hay tanto que leer y pensar, Félix
de Azúa”.
E.
14 septiembre