Artículo 5.230º: “236 millones de dólares por un cuadro de Klimt”.
No soy yo, el que voy a indicar
que esto es una enorme injusticia, atropello moral o estético o todo lo que se
suele indicar en estos casos. Pero si podemos reflexionar un poquito…
En cualquier actividad humana,
social y cultural, hasta ahora, siempre existen estratos dentro de ella,
existen empresas multinacionales y existen empresas del mismo ramo que sólo
disponen de tres empleados. Y, existen médicos cirujanos que son capaces de
crear, al menos antes, hospitales privados y tienen fama internacional, y,
otros que hacen su trabajo lo mejor posible, en una consulta de algún pueblo
–siendo ambos enormemente importantes para el sistema de la salud pública y
para el bien de cientos de miles de personas, porque al final, un médico en
toda su vida, da el veredicto y el diagnóstico a más de cien mil personas, sea
la rama que sea…-. Imaginen diez o doce personas que van al médico de familia,
del centro de salud, así durante cuarenta años o más…
En el arte y arte plástico que es
este ejemplo, sucede lo mismo, pero aplicado a cualquier arte y a cualquier
actividad cultural. No vamos aquí a desentrañar algunos de los mecanismos del
mundo de las artes, y, del arte plástico. La realidad, es que un autor/a además
de que tenga un cierto grado de originalidad, es que desde el principio, en su
carrera se apueste por él, los mecanismos económicos que gestionan el mundo del
arte, y, en segundo lugar, después los coleccionistas, los museos, los críticos
y catedráticos de arte. Y, especialmente, estén catalogadas todas sus obras.
Entonces, la obra de arte, se convierte, es ya no sólo una obra de arte en sí,
sino que es una pieza que tiene un valor económico, es una parte del mundo
financiero.
De las cinco o seis patas que
forman y conforman el mundo del dinero a nivel internacional, uno es el arte.
El arte, véase la Aduana o Puerto Franco
o Libre de Ginebra. El gran Arte, llamémoslo así, es una pieza más del
círculo o mecanismo del mundo empresarial-financiero: bienes muebles, bienes
inmuebles, acciones, dinero-monedas, arte, etc. diríamos que el dinero se mueve
por esta noria que forma y conforma distintos aspectos de la realidad humana,
realidad mercantil y dineraria del mundo… Esta es la realidad, y, esto es lo
que tenemos que asumir… El arte no es sólo arte en sí, o estética en sí, sino
tiene una dimensión de valor económico muy importante, especialmente el arte
plástico…
De cada generación, en cada
territorio geográfico, se seleccionan en la escala A, pongamos cien artistas, y, después de cada
territorio, digamos veinte o treinta para pasar al nivel planetaria, se
seleccionan otros cien o doscientos en la escala B, de las anteriores
selecciones. Con lo cual, atraviesan la puerta para arribar, digamos al futuro,
unos doscientos por cada generación. Y, estos a su vez, se dejan que en décadas
siguientes vayan poniéndose en su lugar… el arte es una constante selección de
selección. Hasta que pasa un siglo o dos, que ya quedan como valores seguros,
tanto estéticos, como económicos, ya es un valor seguro, y, por tanto, ya se
puede alcanzar las grandes cifras…
He indicado anteriormente, que en
un territorio equis, se seleccionan de cada generación cien, pongamos España,
pero de Francia también, de Alemania, de Gran Bretaña… de todos esos cien, al
final, se van decantando otros cien de toda Europa del mismo periodo, es decir,
son una selección de los cien anteriores de cada geografía: España, Francia,
Alemania, etc. Pero a su vez, de esa generación, en distintos ismos y
movimientos, a nivel occidental, del mismo periodo, se hacen otras selecciones,
otros cien… Y, de esos cien a nivel occidental, pues tendrán que irse
comparando con los otros cien de Asia, etc. Esos son los que están en la puerta
de pasar al futuro. Hay que esperar varias generaciones, para ver, si todos
quedan para el futuro o sólo algunos… Evidentemente el lector entenderá, que si
expreso cien puede ser ciento veinte o doscientos… Eso es otro tema, que en
este modesto artículo no podemos matizar…
Pero existe una cifra que no he
indicado, que es anterior a los cien por cada generación y todos los ismos de
esa generación, de un territorio geográfico, los primeros cien, los cien de la
primera selección, o selección A, de un país. Antes que esos, existen no
cientos, sino miles de esa generación que intentan ocupar un lugar en el
planeta del arte, que con distinta suerte, realizan algunas exposiciones,
algunos en galerías privadas, en salones públicos, que algunos obtienen algunos
beneficios… esos y esas obras y esos/esas autores/as son los comparsas…
Pueden estar pintando o dibujando
–en las demás artes, analógicamente sucede lo mismo-, durante diez o treinta o
cincuenta años. Y, al final, sus obras, pueden ser cientos, miles, sí, miles de
dibujos y pinturas, están condenadas a la desaparición. Pueden que algunas
docenas queden en colecciones privadas, algunas decenas en algunos museos… pero
sus obras y sus nombres se van desdibujando. Cierto que hay diferencias, entre
unas obras y unos autores y otros. Son los considerados de tercera categoría o
quinta categoría o séptima categoría… ¡Pero esto es enormemente complejo por la
variedad de casos, y, en un artículo no se pueden fijar…! Por tanto, usted se
fija y mira este cuadro de Klimt,
pero olvida que de esa generación en Europa, hubo miles y miles de autores
plásticos que están olvidados o ignorados o algunas de sus obras en museos que
nadie mira…
Terminemos con dos conclusiones,
me alegro por Klimt y su cuadro que
ha batido el record. Pero también llevo indicando, la Administración Pública o
Privada, no podrían en sus museos, fundaciones, bibliotecas, archivos crear
directorios de artistas, sean materiales o virtuales. En los que hubiese todos
los nombres y autores que deseen estar, una pequeña biografía, y, enlaces a sus
páginas de sus obras. Porque al menos, exista una esperanza, de alguien que ha
trabajado diez o treinta o cincuenta años, dentro de cien años, alguien pueda
ver, aunque sea de forma virtual, que hubo cien o mil artistas plásticos en
aquel territorio, aunque fuesen de quinta categoría…
Y, también, relacionado con esto,
no se podría crear museos o fundaciones o archivos, que al menos, obra en papel
real y material de arte, papel porque ocupa menos espacio. Estuviesen
dispuestos a conservarla de los autores y autoras que quisieran donarla
gratuitamente, para que al menos, tengan la esperanza, de que una parte de su
producción se conserva para el futuro.
Es triste, debe ser triste pasar
los últimos meses y años de la vida, de un autor o autora, que ha estado
fabricando arte cincuenta o cuarenta o treinta años, sabiendo que sus obras,
desaparecerán todas o casi todas. Sólo es cuestión de tiempo. Es triste. Debe
ser triste…
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero
(21 noviembre 2025 cr).
Fin
artículo 5.230º: “236 millones de dólares por un cuadro de Klimt”.
E.
30 nov.