Artículo 5.253º: “En la memoria de Ortega y Gregorio Marañon”.
Es evidente que en filosofía yo
me crié de joven, bastante joven con Unamuno,
Ortega, Zubiri y algunos otros. Comprendo que otras generaciones se hayan
bebido en otros.
Después vinieron otros, otras
escuelas, o casi al mismo tiempo, todos los existencialismos, vitalismos, y,
todas las escuelas y muchos autores, en parte, no totalmente, porque totalmente
es imposible, las filosofías de antes de la guerra mundial, segunda, esos cien
o doscientos años antes, y, lo que vino después. Esta es la limitación del
filosofar y del pensar en filosofía. Cada uno, como en un supermercado se basa
y se alimenta y bebe de distintas fuentes, distinta escuelas, tendencias,
autores, e, incluso libros diversos en cada autor. Aunque nadie quiera
indicarlo esta es la realidad, el azar forma parte importante del pensar-filosofar
de un pensador-filósofo.
Puede que lo anterior no guste a
muchos, pero esa es la realidad, que te encuentres con un libro a los quince o
diecisiete años, de Nietzsche o de Tomás
de Aquino o de Sartre, tanto sonaba en el pasado el escritor-pensador-filósofo
Sartre, y, bien lo hemos metido en
el purgatorio –se esté de acuerdo en todo con él, con su obra o su biografía, o
no se esté, pero Francia trata mejor
a sus hombres y mujeres de la cultura, que nuestro terruño ibérico, más ahora
que existe una dialéctica cultural e ideológica tan fuerte…-.
Siempre estamos en esta Piel de
Toro con esta triada, al menos, las personas de una edad. Las generaciones
jóvenes tienen que beber de otras fuentes, como nota esencial de sus
pensamientos. Bueno es saber, cada uno dónde respira y donde se alimenta y
dónde bebe. Bueno es, que cada uno se defina cual es el pensamiento esencial de
su ser, de su ser primero, y, desde ahí, hacia dónde ha evolucionado. Porque
después las raíces se diversifican, y, todo el mundo toma de todo y de todos.
En el caso de este escribiente, mucho de las ciencias sociales, mucho de las
ciencias en general, y, de los saberes ortodoxos –ciencias, tecnología, artes,
filosofía, artes, cultura en general-. Evidentemente de forma limitada, el
conocimiento ahora es tan amplio, y, la filosofía es un mar de entresijo, por
decirlo de alguna manera sencilla y suave…
Recordemos hoy a dos figuras del
pensar hispánico, de la escritura-literatura, del pensamiento-filosofía, dos
figuras que ahora están unidas en su Fundación, José Ortega y Gasset (1883-1955) y Gregorio Marañón Posadillo (1887-1960), y relacionémoslos en un
artículo que el segundo, que Marañón
publicó en ABC, el 19 de octubre de 1955, un día después del fallecimiento
de Ortega, del maestro Ortega.
Titulado: Universidad y retórica en Ortega.
En el que entre otras cosas, lo
homenajea, nos recuerda lo que se debe a Ortega
en el pensar español, indirectamente su influencia en la política real de
nuestra sociedad, porque no podemos olvidar, que Ortega aunó las tres realidades o cuatro o cinco: profesor de
universidad, escritor literario-filosófico, ambas realidades se unían, teórico
político y político en la práctica, escribidor de prensa, de artículos
periodísticos-filosóficos, conferenciante político-filosófico… en el caso de Marañon, se dice, que en su casa se
firmó la abdicación de Alfonso XIII,
se dice…
Siempre me he hecho esta pregunta
o conjunto de cuestiones, ¿si Ortega
no hubiese estado tan metido en la política práctica, sino más bien dedicado,
más tiempo a la filosofía sistemática, a la larga habría sido mejor para la
sociedad y país ibérico, porque habría deducido e inducido más principios,
habría sido de más base para el pensar teórico y el hacer práctico…?, ¿pero al
mismo tiempo, si no hubiese tenido esa proyección práctica y política habría su
pensamiento y filosofía y persona y personaje tenido tanta importancia en su
época y posteriormente…?
Nunca he sabido contestar a esas
preguntas que surgen del anterior párrafo, aplicado también a Unamuno, porque creo que le sucedió lo
mismo. Zubiri que hemos citado, no
es el caso, llevó una vida discreta siempre de pensar y reflexionar, y, la
realidad existencial es que su pensar y filosofía, pues en cierto grado está
muy dormido, su Fundación que tiene también, de alguna manera, intenta lucir
las ideas profundas de Zubiri. Pero Xavier Zubiri Apalategui (1898-1983), que sabía suficiente de ciencias, para ser
un pensador-filósofo de su tiempo, y, suficiente de teología, sus ideas de
alguna manera, al no ser un personaje público pues se ha ido desdibujando en el
tiempo.
Si lo citamos aquí, es para no
olvidar que en la filosofía en español, Zubiri,
es uno de los grandes pensadores de estos cinco siglos. Quizás, nuestra
sociedad-país no ha sido capaz de proyectar a sus pensadores en Europa y menos
en Occidente. Quizás, sea una asignatura pendiente, de tantas otras que existen
a nivel cultural… Quizás crear una Fundación-Museo de Filosofía Ibérica del
siglo veinte sería una realidad necesaria. Para proyectarnos en el mundo, para
comprendernos mejor nosotros a nosotros mismos en el mundo. Aquí, aquí dejo
otro trozo de sugerencia, como tantas he ido dejando y abandonando como trajes
tirados en la calle de las palabras.
Si citamos otros artículos de
opinión, de estos tres siglos, es para mostrar y demostrar a usted, que tenga
la convicción que la columna de opinión que está leyendo, sea ésta, o sean las
cientos que hoy mismo, que cada día se publican actualmente en los cientos de
periódicos digitales de nuestra Península Ibérica, para que sea consciente que
está leyendo y viéndose en un espejo, el articulismo de opinión y personal y
literario, que lleva con nosotros tres siglos, incluso antes que Larra.
El artículo de opinión es el
género, muy parecido a los comentarios que ahora hacen, grupo de mujeres, que
por la mañana salen a caminar y andar, mientras que realizan ese ejercicio
físico hablan de todo, especialmente de todo lo que sucede en el barrio. Paz y
bien.
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ
© jmm caminero (01 dic. 2025 cr).
Fin
artículo 5.253º: “En la memoria de Ortega y Gregorio Marañon”.
E.
14 dic.