Artículo 5.231º: “Encontrar su lugar: Charles M. Schulz”.
En estos tiempos que se habla del
mobbing y cosas parecidas, ahora más con y en los móviles, quizás halla que
recordar por diversos motivos a Charles
M. Schulz 1922-2000).
Se
considera uno de los diez más grandes historietistas o tebeistas o viñetistas
de humor o comiqueros del mundo, de todas las lenguas y de todos los tiempos.
De estos tres últimos siglos, porque se considera a Rodolphe Töpffer (1799-1846) como el pionero con tipos móviles o
con imprenta moderna. Preparen los museos del mundo del humor gráfico y del
cómic los tres siglos de la historieta.
Bueno,
es recordar a este autor, alguien que tuvo graves dificultades en la escuela y
en la enseñanza, alguien que tuvo que asistir a los últimos estertores de la
Segunda Guerra Mundial, alguien que tuvo fracasos hasta que encontró su lugar,
su lugar de y con el dibujo humorístico, de y con el mundo. Algunas veces, me
digo a mi mismo, qué dirían y qué pensarían algunos de sus compañeros de clase,
cuándo veinte años después era uno de los grandes autores en este género
artístico y literario, de las viñetas o de las tiras, a nivel internacional.
A
veces, me digo y me pregunto, qué dirían esos compañeros de clase y de
instituto cuándo cincuenta años después, verían que el aeropuerto de su zona
tenía y tiene el nombre de Schulz,
qué les contaría a sus hijos y nietos, aquellas personas –bueno, bueno es
recordar este detalle, de todas aquellas personas que intervienen en su edad
adolescente o anterior, en realizar esos actos a otras personas, a otras
personas, que en algunos casos terminan de forma trágica, y, que en otros,
tiene consecuencias para su existir durante toda su vida-.
Realizó
diecisiete mil tiras de sus héroes en su famosa tira de Peanuts, dispone
actualmente de un museo denominado en inglés Charles m. Schulz Museum,
dónde como en todos los museos de autor o autora, sea en la disciplina que sea
o en el arte o ciencia o, política o…, se intenta recopilar y recoger y
coleccionar toda la documentación del autor, y, de toda la que su obra o
producción ha provocado. Quino,
también humorista internacional, viñetista internacional también se merece un
museo, según los datos que dispongo se está planeando uno que se inaugurará en
2026, en la ciudad de Mendoza, Argentina…
Alguien
se preguntará como una actividad o cosa o realidad tan pequeña, una viñeta o
una tira de viñetas, es decir, tres viñetas
cinco o siete formando una historia ha llegado a tener tanta
importancia. Cómo Quino, Schulz, Ibáñez,
Goscinny con Uderzo y tantos otros han tenido tanta luz y sombra y color en
el mundo actual.
Cómo
unos modestos dibujos, a veces, en blanco y negro y a veces en color, han
representado de alguna manera el mundo. Cómo de la materia tan pequeña de los
sueños, de los sueños de algunas personas, nos representan el mundo. Quizás,
alguno diría, porque son los sueños de todos. Lo que Schulz nos representa, cada autor y autora, y, existen y han
existido y existirán
cientos/miles/diezmiles, tienen sus representaciones del mundo, nos
simbolizan y metaforizan y nos cuentan el mundo. Un trozo del mundo, un trozo
del mundo real…
La
viñeta gráfica o el humor gráfico o el tebeo o el cómic o la historieta, casi
siempre presentada en periódicos de papel, ahora digitales –ahora también en
redes sociales y blogs particulares-, después si se obtiene alguna notoriedad,
también en libros, y, si disponen de mucha audiencia pasan al video o a la
televisión o al cine. Nos cuenta nuestra vida, nuestras pequeñas vidas. Da lo
mismo una persona que otra, si sale de alguna forma reflejada algo de su ser y
su estar, aunque no ponga su nombre en una viñeta, que se lee en cincuenta
segundos. Se siente reflejado algo de su ser. Algo pequeño o algo grande, algo
de la realidad humana. Recuerdo que se cuenta que una Alta-Máxima Autoridad en
la Segunda Guerra Mundial de una Sociedad-Estado No-Democrático utilizaba la
viñeta y el cómic como propaganda/defensa contra sus invasores…
Debo
confesar, quizás una excepción que de niño o adolescente nunca leía cómics o
tebeos, si viñetas de los periódicos. Debo confesar que no sé porqué no me
agradaba ese género de adolescente o joven, quizás porque las historias
fantasiosas o las historias de demasiado imaginación o las historias
mitológicas, quizás esa parte de la existencia o de mi ser, esa dimensión
imaginaria de todo ser humano, lo tapaba o satisfacía con el cine o realidades
semejantes. Pero debo reconocer, que las viñetas de humor, o las viñetas de
pensar, un género entre literatura y pensamiento y realidad. Eso sí creo que me
ha interesado siempre. Es más, siempre he creído que es un género más de la
literatura y del arte plástico. Y, siempre lo he tenido enfocado, en mayor o
menor grado, según épocas y tiempos…
Schulz se habría merecido el Nobel de
Literatura. Ahora, vuelvo a expresar la necesidad que el Comité Nobel cree un Premio Nobel de la viñeta y del cómic y de
la historieta. O, alguno de las Artes Plásticas. O, alguno de los
que hacen las mismas funciones, se asocien con el Nobel, así de ese modo este
género o este arte, tendrá el lugar que le corresponda/corresponde…
https://muckrack.com/jesus-millan-munoz ©
jmm caminero (21 noviembre 2025 cr).
Fin artículo 5.231º:
“Encontrar su lugar: Charles M.
Schulz”.
E.
30 nov.