Artículo 5.255º: “Nombres de mujer y hombre: Joaquín Álvarez Quintero”.
En cierto modo los nombres de
personas son un cierto misterio histórico. Todos tienen un origen, pero se
producen también en el seno de las culturas y metafísicas religiosas.
Se
indica, Internet lo expresa que los nombres más comunes en España son Antonio, María y Carmen. Me imagino,
pero es una imaginación y en un artículo de opinión, lo imaginario y lo
hipotético y lo posible, siempre que se exprese explícitamente es bueno, quizás
el nombre de Carmen sea por
influencia de los carmelitas que durante siglos tuvieron una implantación
importante, y, la Virgen del Carmen.
Y,
el nombre de Antonio es quizás, por
la influencia franciscana de Antonio de
Padua, santo, y, además durante siglos se ha rezado a él, entre otros
motivos, porque las jóvenes tuviesen amor y amar y esposo durante toda su
existencia. Son cosas reales, los nombres de personas nos llevan a realidades
humanas. El nombre María es obvio
dentro del cristianismo la enorme importancia que tiene. Al final, siempre se
ha indicado que nuestro terruño es la tierra de las Mil Vírgenes, o de las diez
mil, en todo pueblo o aldea o concejo o anejo, al menos hasta ahora tendrá una
advocación a María Virgen, cuándo no dos o tres...
Si
van entrando en Europa nuevas metafísicas religiosas, vendrán con sus nombres y
sus apellidos, por lo cual, como el mar dónde van a parar muchos ríos en el
paisaje social y cultural, nos iremos encontrando con nombres, al menos en
Europa de distintas lenguas y sociedades y culturas. Suponemos y esperamos que
como también existen cientos de alfabetos, además de miles de lenguas, se irán
traduciendo o pasando a alfabeto latino, o se combinarán ambos.
Realidad
que se debería estudiar, siempre en tolerancia y mutuo acuerdo, porque creo que
facilitaría mucho el entendimiento y la comprensión entre personas, grupos y
colectivos. Aquí dejo que expertos y los grupos de entendidos puedan llegar a
acuerdos. O, quizás de forma simple y sencilla la realidad se imponga. Cuando
una persona de otro continente o geografía cultural llega a Europa, y, abre un
negocio, si pone su nombre y su negocio aunque sea en su idioma pero con
caracteres latinos, creo que le facilita mucho la expansión y el éxito de su
tienda o bar o restaurante –expreso esto por el mayor entendimiento entre
personas y colectivos y grupos…-.
Existe
un capítulo especial, que muchos nombres tienen acepciones, alguien se llama José, venga el caso, y se le puede
denominar en el ámbito social: como Jose,
sin acento y sin tilde, se le puede denominar Pepe, o a veces, Pepito,
y todas las formas posibles. Incluso en el ámbito familiar, que puede pasar al social
acaba disponiendo de reducciones del nombre, por ejemplo, Carmen puede terminar como Mamen.
Si además el nombre es doble, se deba a que durante siglos, la religión o
religiones imponían un nombre de su cultura o su sociedad, o el nombre del
santo del día o uno de los santos del día, pues la familia añadía a ese nombre
otro que quería, y, se hacía un nombre compuesto, y, se convertía un nombre
oficial y un nombre familiar o familiar-social…
No
entramos en los motes, que es un sobrenombre en muchos lugares rurales que se
han ido heredando… o se combinaba el nombre jurídico y legal y religioso con el
mote.
También
está que durante generaciones, el nombre del padre se debía poner al varón
nacido, de ahí que en las culturas anglosajonas, llaman junior al vástago, o a
veces, I, II, III en las famosas sagas familiares. O, a veces, doble, por el
nombre del padre o del abuelo, y, resulta que no es bonito, y, tienen que
combinar con otro… En fin el estudio del nombre es una realidad muy compleja.
Decía,
hace tiempo un escritor, alejado de la memoria y cercano, que los humanos, unos
complican las realidades, otros, otros simplifican las realidades… Unos, lo
complejo intentan hacerlo simple, otros, lo simple lo hacen complejo. Unos, los
problemas intentan trocearlos y que se vayan resolviendo, otros, lo simple lo
convierten en problema. La experiencia enseña que las personas que complican lo
simple mal vamos y mal va esa persona, mal va ese seno de trabajo o ese seno de
entidad social o política o ese seno familiar o ese seno de uno mismo con uno
mismo… Porque complica la realidad, añade un IVA de complicación a esa realidad
humana… sin necesidad…
No
sé si era, no recuerdo bien, Carlos III,
llamado como sobrenombre “el Político” o “el mejor Alcalde de Madrid”, rey de
España o de las Españas en aquel tiempo, que creo le habían puesto en el
bautizo más de varias decenas de nombres, casi todos santos, como es lógico
para que lo protegieran. Cierto en este tema, a veces, se produce, un nombre,
al menos, al menos antes de ahora, un nombre en el bautizo eclesial, y, otro
nombre, una parte/doble del anterior, en el registro civil. Esto también
sucede…
En
este nadar por el articulismo de opinión que vamos haciendo, de vez en cuando,
para recordar dos realidades, temas que quizás todos sabemos, pero que es bueno
recordar, y, para mostrar que los artículos como género tienen una tradición ya
larga en el tiempo, y, por tanto, los mismos temas vamos tocando de unos a
otros…
Hoy
quería recordar y homenajear a uno de los Hermanos
Quintero, que en ABC, el 07 de diciembre de 1943
publicó una columna titulada: Nombres de mujer. Por Joaquín Álvarez Quintero (1873-1944).
No he encontrado una Web dedicada específicamente a los Hermanos Quintero. Cosa que sería bueno para nuestro terruño. No
digo que no exista, sino que personalmente no la he encontrado. Dejo aquí a
algún departamento de Filología de las docenas que existen en nuestro suelo
ibérico, para que lo realice… Así, se podrían ir insertando nuevos materiales
documentales. Así, valoraríamos más nuestros pequeños terruños regionales y el
nacional ibérico.
Pero
si deseo que miren ustedes, en plena guerra mundial, aquí en esta Piel de Toro
o Tierra de Conejos, en plena postguerra, los escritores, hacían lo que podían
para suavizar las realidades reales y cotidianas. Nos recordaban algo de los
nombres de las personas. Alguien podría pensar, que entre las muchas
finalidades de la literatura una es la de terapia, consuelo, sosiego, hacernos
mirar hacia lados no negros de la realidad. Darnos un soplo de espera en la
esperanza. Aquí, aquí es un ejemplo… Y, si mira usted el periódico hoy en la
opinión sucede lo mismo, al menos algunos artículos.
Mientras
los cañones de Europa sonaban en todos los rincones, aquí uno de los grandes
escritores de esta Celtiberia, ya que su hermano había fallecido, este
escribiente intentaba producir un poco de olvido y consuelo de la realidad
presente, hablándonos de los nombres y de los cambios que se producen. Paz y
bien.
https://muckrack.com/jmm-caminero-1 ©
jmm caminero (04 diciembre 2025 cr).
Fin artículo 5.255º:
“Nombres de mujer y hombre: Joaquín
Álvarez Quintero”.
E.
14 diciembre