Artículo 5.248º: “Se borra la historia: Archivos borrados”.
La Historia como ciencia se basa
en encontrar documentos y hechos y datos, y, sobre ellos se interpreta la
realidad histórica, la realidad que sucedió o más cercana a lo que sucedió.
Pero la historia y la Historia y
la microhistoria está llena precisamente, de crear y criar datos y hechos e
interpretaciones, y, especialmente, también de borrado de datos, documentación,
papeles, archivos para que la historia del presente no se perciba tal y como
sucedió, y, la historia del futuro cuando con el saber de la Historia,
historiografía acceda a su estudio y análisis, no encuentre papeles,
documentos, cartas, correos, llamadas de teléfonos, conversaciones, testimonios
de encuentros, etc.
Para mí, esta realidad, esta
convicción fue tan profunda, que me causó una enorme crisis, hace ya lustros,
sobre la historia y la Historia. Tuve la convicción, me bajé del caballo, no
que lo que se escribía por los historiadores profesionales era falso, no, pero
que casi todo es o era incorrecto, en una parte o proporción, quizás el ochenta
o noventa por ciento correcto, y, diez o veinte por ciento incorrecto. Y, la
pregunta de entonces, que quizás ese tanto por ciento de incorrección, nunca se
sabría o se conocería en todos sus detalles, aunque se fuesen limitando los
errores. De ahí, nos encontramos distintas corrientes historiográficas, y,
distintas corrientes concretas de explicación de la realidad y de lo real.
Siempre se han quemado papeles.
Esta es la realidad. Por lo cual, al estudiar un fenómeno o hecho concreto,
digamos una ascensión al poder de un partido equis en el siglo veinte, o,
explicar totalmente una batalla, o un hecho histórico y político o social o
cultural, siempre se están borrando papeles, siempre se están quemando papeles.
Puede que vengan después los periodistas y pongan en pie parte de lo escondido,
encuentren testimonios, o, vengan después los historiadores, unos lustros o
décadas después en el mismo presente, y, encuentren otras explicaciones y otros
documentos perdidos.
Por eso, siempre sucede en la
historia e Historia, que siempre se está haciendo y rehaciendo la historia de
lo que sucedió. No es que se cambie del todo, pero si en parte, Siempre existe
el encuentro de algunos documentos importantes o menos esenciales, para dicho
fenómeno. Por ejemplo, se indica para la Segunda Guerra Mundial la historia no
está escrita todavía del todo, porque quedan archivos de esa temática sin estudiar
en la Rusia profunda y en toda Asia. Diríamos testimonios de embajadas de
países de Asia, África, Australia, América del Sur en la Europa del momento,
por ejemplo…
Se acepta el principio en derecho
y Derecho, que una persona no tiene porque acusarse de un delito que ella misma
haya cometido. Basándose en este principio, que aquí no vamos a discutir, ni a
dialogar, ni a hablar, pues se basa que ante una realidad, en la que
intervengan los jueces o el sistema legal, las partes implicadas en tal hecho, sea
delito o no, pero si interviene el sistema jurídico ya hay algo detrás, al
menos una duda razonable, pues las personas implicadas producen una quema o
rotura de datos y de documentos y de archivos, en la actualidad también de
borrados, es la palabra que se emplea de correos, llamadas telefónicas y cosas
semejantes utilizados en distintos emisores y receptores electrónicos, además
de lo clásico. Por ejemplo, se dice que en el planeta muchos “campos de
prisioneros, de trabajo, concentración, concentración de paso, de
concentración-exterminio” del sigo veinte se han borrado casi todos los datos,
de un lado o de otro… -Se dice…-.
Si, se produce la realidad que no
existen peligros jurídicos, ni interviene el sistema judicial, pues se rompen,
se olvidan, se deterioran documentos, para que la historia del futuro, cuándo
se escriba o se pueda redactar sobre este tema, pues se escriba con color verde
o color marrón o color gris, según interesa al ente social o cultural o
ideológico que dispone de esa documentación o ha realizado esos hechos, para
que se pierdan y se destruyan…
En fin, para que ningún
historiados o periodista del presente pueda encontrar datos y documentos por
los cuales, se puede inducir o intuir o deducir una orientación concreta o
explicación concreta de determinados hechos. Así, así ocurre no crean ustedes
sólo en la política o gran política, o en los sistemas económicos, sino en
todos los ámbitos de la realidad. Se deteriora información para escribir la
historia del presente para el futuro, para que se escriba la historia del
futuro sobre el presente. Por diversidad de intereses, y, diversidad son muchos
diferentes.
En los ámbitos personales y
familiares, también, se orienta a las generaciones siguientes y presentes,
algunas explicaciones de la historia, y, puede suceder, que la victima se
convierte en verdugo, y, el verdugo en victima. La persona que ha sido la
perjudicada, pasa a ser lo contrario. Esta es lamentablemente la historia, la
microhistoria, la microhistoria.
¿La cuestión, grave y radical, si
es necesario conocer la historia, la Historia verdadera para no repetirla, la
cuestión es si queremos saber lo que es la historia y la Historia, lo más
verdadera posible, por ese fin y otros, para no cometer los mismos errores,
habría que pensar, que los documentos, llamadas, correos, conversaciones entre
todos los entes deberían buscarse la forma y la manera, que fuesen
confidenciales, durante treinta o cincuenta años, pero que no hubiese manera de
destruirse, porque los del futuro tienen derecho a saber lo que sucedió en el
pasado…?
¿Dicho de otra manera, que tal
figura X, Z, M tiene derecho de confidencialidad, de todo lo que hable o haga o
todo lo que escriba o los archivos que demande en su presente real, de su
función, y, por tanto, todo quede en el mayor secreto durante cincuenta años,
pero después, esté abierto a la interpretación real…? ¿Para eso, no se pueda
producir, ninguna destrucción, deterioro, pérdida, lo que ahora se llama
borrado, antes quemado, de ningún papel, ninguna conversación, ninguna
información…? Sin contar los silencios de los que saben y no quieren hablar,
sin contar las conversaciones que no quedan escritas en ningún documento, sin
contar…
¿Y, dirán con lógica racional,
dónde queda el derecho de la intimidad…? Evidentemente, no lo sé. Por eso
hablamos que puedan ser públicos cincuenta años después de lo sucedido o
setenta años después… -que entren en la ley de secretos oficiales, las
conversaciones, etc., al menos, a quién se ha hablado o quién ha recibido…-.
Bueno, es una cuestión muy
compleja, aquí dejo un carro de preguntas… Alguien dijo que la cultura y la
historia está hecha sobre una montaña de cremación de documentos y papeles,
para que lo sucedido siempre quede desnublado en gran parte. Paz y bien.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (07 diciembre 2025 cr).
Fin
artículo 5.248º: “Se borra la historia: Archivos borrados”.
E.
14 dic.