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Artículo Periodístico 3.107º: “El sueño de la imaginación produce monstruos”.

                         Artículo Periodístico 3.107º: “El sueño de la imaginación produce monstruos”.

El sueño de la razón produce monstruos, grabado de Goya, el sueño de la razón y de la imaginación y de la mente produce, a veces, monstruos, muchas veces, paraísos…

Es esa doble función o múltiple finalidad del cerebro/corazón humano, unas veces, nos llevan hacia islas paradisíacas, otras veces, hacia campos de concentración con púas y crematorios para convertir humanos en ceniza y humo…

Cuentan, no sé si es cierto y si es verdad, que de los seis campos de exterminio, que Yad Vashem ha indicado existieron en Centroeuropa hacia la mitad del siglo veinte, que en algunas ocasiones, los pueblos que estaban al lado, amanecían, con una capa de grasa y de ceniza que se depositaba por las calles y aceras y ventanas. No sé si este efecto será posible, que de tanta energía humana quemada, por las torres de esos centros de hipermuerte y de hipertragedia se evaporase no solo humo, ceniza, sino también partículas grasas. No lo sé.

Pero lo que estamos narrando y hablando aquí, mostrando y demostrando, es que el ser humano con su ser interior, le pueden surgir paraísos en la tierra, en forma de ideas, conceptos, enunciados, que después, se materializarán en realidades, y, también, pueden emerger verdaderos infiernos en la tierra, que primero, se conceptualizarán como ideas y conceptos y percepciones y deseos, y, que después, pueden cristalizar en realidades…

El gran pensador/filósofo Eugenio Trías, publicó en El País, El sueño de la razón, el día 16 de octubre de 1986. Y, como gran maestro y gran escritor, nos narra algo, basado en el grabado de Goya, algo de nosotros mismos, algo de la humanidad, algo de la historia. El yo humano y el yo individual, diseña-imagina-conceptualiza mundos, mundos posibles, mundos que intentan responder a/para ser copias e imitaciones de mundos reales, mundos que pueden ser mundos matemáticos, mundos teóricos de lo que llamamos Física, mundos de diseño, mundos de futuros posibles, mundos de sistemas teóricos y conceptuales. El ser humano diseña-conceptualiza-inventa-imagina macromundos, sistemas teóricos-prácticos, ideologías, macroideologías, sistemas de sentido que abarcan cientos de temas y cuestiones…

Desde su presente, para resolver problemas de su actualidad, que vienen del pasado, diseña estructuras conceptuales, que pretenden, si tienen buenos fines, resolver multitud de problemas y cuestiones y datos y realidades y angustias. Casi siempre son utópicas e ideales y filantrópicas. Pero muchas veces, los sueños de la mente, los sueños de la razón, no son buenos cuándo se llevan a la práctica, sino que se convierten en paisajes llenos de púas e hierros y piedras afiladas y silencios y lloros y tragedias y lamentos y angustia y dolor y sangre y entierros a media noche sin familiares…

Esta es la realidad, los pensadores/filósofos/científicos sociales/escritores que diseñan ideas, porque al final, los intelectuales son diseñadores de ideas-conceptos-enunciados. Deben ser conscientes, que aunque ellos tengan una buena voluntad, aunque crean que resuelven un pequeño problema o un gran problema o un rebaño de problemas. Puede ser, sucede a veces, que después, la práctica no es lo mismo que la teoría. Primero, la teoría, puede tener muchos errores, y, muchos aciertos, pero los errores acaban entristeciendo los ojos, una comida puede ser perfecta, pero si lleva en su seno mucha sal y, o, mucho vinagre, puede entristecer los labios de los comensales, y, de futuras generaciones..

Podría citar utopías y sistemas teóricos y prácticos, que han abierto nuevos caminos, podría en síntesis, citar nombres y colores, desde la antigüedad hasta el momento actual, que pueden estar en los caminos de lo secular o de lo religioso o de lo secular-religioso o de lo religioso-secular. Podría citar multitud de catedrales de teorías, bien organizadas entre sí, pero que después, aplicadas en la práctica, disponen de algunas ideas ciertas y verídicas y verdaderas y buenas y bondadosas, pero, pero otras, que parecen dragones negros y tristes que martirizan la realidad, martirizan los conceptos verídicos, martirizan las carnes de los humanos, martirizan las mentes de los bípedos racionales… Podría citar, pero no lo haré, le dejo a usted, ese trabajo…

No sé, exactamente, cual es la solución, para que los sueños de la razón no críen/creen infiernos, sino, al menos, pequeños paraísos. Podría indicar siempre la bondad y la verdad y la belleza y la prudencia y el sentido común y la racionalidad más ortodoxa y, como la hoja y mapa de ruta para entrar en esos laberintos de ideas y prácticas, que son todos los sistemas de ideas. Podría indicar, otras soluciones, que están regadas en algunos de estos cientos de artículos/crónicas que he ido pergeñando en bits de información. Pero, hoy, indicaré otra.

La otra, es una cuestión que me he hecho, durante muchos años. Si muchos pensadores e intelectuales, cuando vivían, hubiesen sido capaces de publicar sus escritos. Y, por tanto, hubiesen recibido críticas, críticas racionales y razonables, quizás, habrían, transformado sus principios y sus conceptos, los habrían perfeccionado, los habrían matizado, los habrían puesto más autocrítica. Y, por tanto, el resultado de su cóctel de ideas y datos y conceptos, habría sido mejor…

Podríamos citar nombres con mayúsculas, del pasado, que todavía dan sombra al presente. Porque, no olvidemos, cuando un humano pone nombre a una cosa o realidad conceptual o externa, después, ya queda el nombre para siempre, produciendo bastante sombra.

Porque, no olvidemos, por lo general, después, los discípulos, cientos/miles, en varias generaciones, no son capaces de cambiar los grandes fundamentos de la herencia de los maestros. Y, entonces, los discípulos si aplican, llegan a materializar esas utopías e ideales en la práctica, pueden llevar en su seno, grandes beneficios, grandes ideas buenas, pero también, pueden llevar, en su seno, cuándo crezcan, “grandes trozos de terrenos rodeados de alambradas con púas”, o muchas personas, que se van rompiendo por/en la vida, por la aplicación práctica de algunos de esos principios/conceptos/ideas o por el mejor de los mundos posibles, que nos podría indicar, el gran Leibniz...

Los sueños de la razón e irrazón pueden producir campos de rosas o campos de serpientes. ¡No lo olvidemos…! ¡Los intelectuales agradezcan, enormemente, las críticas negativas, que les hagan a sus planteamientos, agradézcanlas más y mejor, que las crítica laudatorias con laureles y premios…! ¡Paz y bien…!

http://twitter.com/jmmcaminero           © jmm caminero (10-13 julio 2022 cr).

Fin artículo 3.107º: “El sueño de la imaginación produce monstruos”.

E. 13 julio 2022 a Xornal de Galicia.es. El Tambor Revista de la Gomera.es.

Humor 2.271 a 2.277.

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