Artículo 4.797º: “En Santander: El Archivo Lafuente”.
El Archivo Lafuente de arte
moderno y contemporáneo consta de 138.000 items, incluyendo 19.000 obras de
arte –pinturas, dibujos, grabados, fotografías, audiovisuales…-.
Posiblemente,
sea uno de los Centros Documentales sobre Arte, sobre textos escritos sobre
arte plástico, manifiestos artísticos y multitud de otros materiales sobre el
arte contemporáneo, especialmente del siglo veinte más importantes del mundo.
Sus finalidades es catalogar y compilar documentación, archivarla, cuidarla y
ponerla en disposición de investigadores y del mundo de la cultura. Reitero que
se entiende que posiblemente sea un Archivo y Centro de Documentación sobre
Arte Plástico más importante de Europa y de Occidente.
El
mérito de esta colección y de este archivo ha sido y es del coleccionista y
emprendedor José María Lafuente,
dicha colección base está situada en la ciudad de Santander –aunque ahora llegó
a un acuerdo con el Museo Reina Sofía-.
Creo
que en las Artes y en el Arte Plástico se cae en un error, que se va
reproduciendo generación tras generación, que la ciencia no comete. En ciencia,
en síntesis, un autor o autora equis, realiza lo que considera un trabajo de
creación e investigación, pongamos por caso, de matemáticas. Realiza dichos
algoritmos o demostraciones matemáticas, y, ya que lo tiene terminado, lo
registra en la propiedad intelectual, y, por lo general, lo envía a una revista
especializada de matemáticas, y, ésta siguiendo, por lo general, el sistema de
doble ciego, pues lo valora. Si lo consideran que cumple los parámetros
científicos suficientes, lo publican –sea quién sea el autor, sea un matemático
de renombre, o sea un matemático anónimo e inédito-.
Pero
en el resto de saberes que no son ciencias, en los terrenos de las humanidades
–artes, arte plástico, literatura, filosofía, teología, cultura en general,
etc.-, al no ser existir ese “sistema de falsación y validación o veracidad que
la ciencia si dispone, que Popper
planteó-. Pues en estos terrenos, diciéndolo de muchas maneras, “se vive en una
especie de anarquía cultural”. Intervienen cientos de factores para “aceptar
que la producción de un sujeto tiene valor o suficiente valor”.
O,
dicho de otro modo, que necesita ser validado por la industria cultural,
resumiendo o sintetizando, si es arte plástico por el mundo comercial de las
galerías privadas de arte, si es literatura, por las empresas editoriales
privadas. Si pasa esa barrera, por lo general, se considera que es arte o es
literatura. Y, después ya vienen los distintas fases o distintas selecciones
que se realizan sobre dichas obras y autores… -con multitud de variantes-.
Pero
en Arte Plástico, que es el tema que nos importa en estos momentos, existen el
noventa por ciento de autores y autoras, que no pasan por la criba de las
galerías profesionales y privadas de arte plástico, nacionales e
internacionales. Con lo cual, sus obras, van ocupando modestos puestos, y, sus
escritos sobre arte lo mismo. En definitiva, todo el mundo sabe, que el noventa
por ciento de autores plásticos, hayan realizado obras de arte, o, y, textos
escritos sobre arte. Pues la mayoría, se van perdiendo a lo largo del tiempo, a
lo largo de las décadas. Y, por tanto, no tienen ningún lugar dónde podrían
estar. Y, ese noventa por ciento, quizás, en cada generación sean millones, se
habla de un millón o de dos, de artistas plásticos, contando por debajo de cada
siglo y en cada siglo en el mundo, especialmente en el veinte.
Creo
que los Archivos de Arte o Centros
Documentales de Arte podrían, en muchos sentidos, suplir el hueco que queda
en el mundo del Arte Nacional o Internacional. Que es, al menos, documentos
escritos conservarlos de miles de autores, conservarlos para el futuro. Es una
paradoja de la vida y de la existencia cultural humana, se conservan lo que se
denomina Colecciones Ephemera, cosas
diríamos de segundo valor, pero que reflejan la época de su tiempo, por
ejemplo, cajetillas de cerillas, vitolas de cigarros, invitaciones a
acontecimientos sociales o culturales, papelillos de caramelos, etc. Y, creo
que está muy bien… Por otro lado, vivimos en una sociedad que se dice del
reciclaje…
Y,
al mismo tiempo, como una paradoja o una hipocresía cultural, a los autores de
las artes, están en una situación muy parecida a como estaban los proletarios
del siglo diecinueve, en los grandes centros industriales de su época. Esta es
la realidad…
Al
menos, las Entidades Públicas, las Administraciones Públicas, las Entidades Privadas podrían buscar maneras
o formas, para que la producción cultural, realizada por miles de autores, en
cada una de las artes o saberes, que pueden ser de tercera o quinta categoría.
Al menos, las de papel, y los documentos escritos, y en este caso, las obras de
arte en papel –en todos sus géneros-. Hubiese instituciones y entidades que las
conservasen para el futuro. Aunque sea en forma virtual, Centros Documentales o Archivos de Arte Virtuales… Y, así, los
autores que quisieran, quizás, quizás miles, podrían tener esperanza de que
algo de su trabajo se conserve para el futuro. Al final, quién sabe lo que se
valorará dentro de equis tiempo, quién sabe dónde está el talento encerrado,
quién sabe… Al final, una ermita de tres siglos de tu pueblo, sin gran valor
artístico, es en sí un documento…
Creo
que los Archivos de Arte o los Centros
Documentales de Arte y Arte Plástico entre todas sus funciones, una más que
pueden hacer, sería ésta que aquí indicamos. Porque al final, una obra de arte,
no solo tiene que ser esa obra de arte, sino la explicación de esa obra de
Arte. Creo que la iniciativa de Archivos de Arte o Centros Documentales de
Arte, como éste del Archivo Lafuente, es un gran invento y descubrimiento que el
siglo veinte ha hecho en relación con la actividad cultural del ser humano.
Espero sigan y prosigan conservando materiales artísticos y documentales,
porque al final, quién sabe lo que dentro de cien años será tenido como gran
valor o mediano valor. Paz y bien.
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (07 marzo-06 abril 2025 cr).
Fin artículo 4.797º:
“En Santander: El Archivo Lafuente”.
E.
06 abril