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Artículo Periodístico 3.308º: “Cocido de Lalín, la eternidad en la inmanencia”.

                         Artículo Periodístico 3.308º: “Cocido de Lalín, la eternidad en la inmanencia”.

Encontrar el equilibrio y la armonía entre productos alimentarios simples y sencillos, pero formar o conformar con ellos una ópera de sabores y olores, eso es el cocido de Lalín.

No podemos negar, que en multitud de variedades y toques, el cocido, combinado de garbanzos y otros ingredientes está extendido por todo el mundo, entre otros: madrileño, lebaniego, maragato, montañés, de pelotas murciano, de pelotas almeriense, gallego, andaluz, a la portuguesa, rasol, berza jerezana, escudilla, puchero andaluz, pote asturiano, puchero valenciano, sancochado peruano, y el cocido de Lalín.

El cocido de Lalín formado y conformado con los ingredientes: cabeza de cerdo, lacón, espinazo, rabos, tocino, costilla, morros, orejas, uñas, chorizos de Lalín y cebolleros, lengua, gallina, ternera, grasa o unto, garbanzos, habas, grelos, patatas y agua y fuego…

Si Merlín u Orestes, sea el medieval, o sea en la interpretación de Cunqueiro volviese a aparecer por esta tierra gallega o irlandesa o griega, al acercarse a este cocido pensaría que es un invento de los dioses antiguos, que en un momento de lucidez, para hacerles la vida más fácil y agradable y esperanzadora a los simples mortales, les habían inventado o les habían dado la posibilidad de criar o crear este manjar de realidades sencillas, pero de todo tipo de sabores y olores y formas y colores…

Si el señor Santiago, santo y hermano del Señor –no entramos si es que eran hermanos de padre, si es que eran primos hermanos, si eran en las tradiciones semíticas, a los tíos se les llama hermanos, hasta bien poco, en la misma Mancha del Quijote, los sobrinos llamaban hermanos al tío…-. Si el señor Santiago, cuando vino por España, podríamos plagiar y copiar el estilo del gran maestro de la literatura y de los veinte mil artículos, el señor Cunqueiro.

Decíamos si el señor Santiago antes de venir con la nave de piedra se acercó por esta comarca predicando, según dicen algunas voces, muy lejanas en el tiempo o muy imaginadas por estas tierras, y, que le dijo la fórmula y ecuación del cocido gallego de Lalín, a un pastorcito que cuidaba una piara de tres o cuadro cerdos, y que tocando la cítara lloraba porque su madre estaba enferma, y, temía falleciese, y se quedaban él y sus hermanos solos, y el señor Santiago, el hermano del Señor, el primer mártir de los apóstoles, para consolarlo le enseñó el cocido, un cocido que su fórmula original venía de una mezcla del mundo judaico y del griego y del romano. Y, de ese primer empiece, se ha terminado en el cocido de Lalín…

Los que piensan que comer es solo comer, no han entendido bien, y, demasiado poco lo que es el ser humano. La humanidad no crea nada más que símbolos, todo lo que toca, lo convierte en signo y metasímbolo. Una realidad simple y sencilla lo convierte en dimensiones y perspectivas y horizontes de distintos significados y significantes. Sea una pluma para escribir, un sombrero o un cocido… Todo tiene componentes, en este caso, alimentarios, económicos, políticos, sociales, religiosos, estéticos, artísticos, morales, de fiesta, y, todas las interpretaciones que ustedes quieran…

Aunque los componentes finales del cocido de Lalín son similares, me digo a mi mismo, que la presentación. Analicemos la presentación, en un plano grande, y, que con los distintos componentes se creen formas y figuras diferentes. Que se puedan realizar fotografías, y, que existan dos modalidades: una presentación normal y popular de siempre, y, otra diríamos artística-fotográfica. Y, que la acumulación de esas imágenes, se exponga en una etiqueta de la Web del concello/ayuntamiento o de algún museo de la localidad o biblioteca del lugar…

Como pienso y opino, que un artículo periodístico de opinión, es un artefacto que los humanos hemos inventado o descubierto, para intentar hablar de todo con palabras de imprenta, y, proponer cualquier cosa. Si se me permite, siguiendo el adagio antiguo griego, “no sirve ninguna filosofía que no intente curar algún mal humano”. No sirve ninguna columna periodística que no intente ofrecer un viento de mar y salud y esperanza y sonrisa…

Yo, me atrevería sugerir a este concello/concejo, que se les percibe, como personas, que no conozco, desde hace lustros, que intentan incentivar fiesta y feria, para que su pueblo tenga más proyección económica. Yo, les sugeriría que estudien la posibilidad del concepto y realidad: Pueblo-Arte, que existen varios, pero uno de los más famosos es el de Genalguacil, que arrastra ya esta iniciativa varios lustros, y, ha conformado que el pueblo sea todo una obra de Arte.

Como dar consejos, no cuesta demasiado, pero no es fácil, porque hay que relacionar varias realidades al mismo tiempo, sugiero enviando esta paloma de la paz, que el Concello de Lalín estudie la posibilidad de que unan al concepto de cocido de Lalín, el concepto de Pueblo Arte, al estilo de Genalguacil –aunque quizás continuando la temática y figura y forma del cerdo o del cocido, restringiendo a esas temáticas solo-. Bueno, por lo menos, es un consejo de buena voluntad. Paz y bien…

https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (30 nov.-07 dic. 22 cr).

Fin artículo 3.308º: “Cocido de Lalín, la eternidad en la inmanencia”.

E. 07 diciembre 2022 a Xornal de Galicia.es. El Diario Alhaurin de la Torre.com.

Humor 2.331 a 2.336.

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