Artículo Periodístico 4.195º: “Las antiguas glorias y E. Pardo Bazán”.
Todo ser que surge de la tierra
de esta península alguna vez se pregunta, cómo hemos pasado de gobernar medio
mundo a la situación en la que estamos ahora.
Un
Estado-Imperio o un Reino-Estado-Imperio que con todos los errores que tuviese,
a sus súbditos les daba los mismos derechos, no entremos en grupos, sino en
general, los mismos derechos a los que existían en Lima como a los que existían
en Toledo. Cómo un entramado de entidades e instituciones y poderes de ese
tipo, jamás hasta el momento había existido, que la potencia que conquistaba se
planteara en sus altas instancias políticas y religiosas, sobre los derechos
naturales, que eran entonces los derechos humanos, como lo hizo España.
No
voy a indicar aquí, que todo fuese de color azul o rosa o verde, pero tampoco
todo fue negro. Nosotros que quizás sufrimos en la Península conquistas más
duras, contemplándolas a la luz de su tiempo, cartaginesa, que poco se habla de
ella, después romana. Nosotros somos agradecidos y estamos agradecidos con Roma
y su cultura y su civilización, y, no todo fue positivo. No sé si los españoles
deberían ser tratados del mismo modo, sin negar los puntos o masas de color
negras, también recordar todas las del resto de colores.
Al
bordear el cruce de los artículos me he encontrado con uno de Emilia Pardo Bazán (1851-1921), con
nombre Despedida, que vio el sol del sol y de otros ojos, en El
Nuevo Teatro Crítico, en diciembre de 1893, que en definitiva, como
todos los que han pasado por estas tierras desde 1640 se plantea el porqué de
la caída o el descenso o el declive o la decadencia de este reino-nación-Estado
a lo largo de estos casi cuatro siglos. Fue un florecimiento, digamos desde
1470 hasta 1640, y, después crisis tras crisis, cada siglo se había dejado
algunos trozos de carne y de piel por el mundo. Quizás, quizás tendría que ser
así. Quizás cumplió su gran papel en el movimiento de la historia y la Historia
y de la Humanidad y humanidad, para después ir desvistiéndose poco a poco.
E. Pardo Bazán que en este artículo y en otros,
siempre preocupada y ocupada de esta Piel de Toro, sería como el resto de la
generación del 98. Si nos fijamos bien, este artículo está pensado y sentido y
percibido e ideado unos años antes de la gran crisis del 98. Aunque vaya a
escribir una herejía cultural y literaria para muchos, creo que a la Pardo Bazán habría que integrarla en el
movimiento del 98, con Unamuno y Pío
Baroja y Valle Inclán y todo el resto.
Pero
la cuestión o pregunta o percepción sigue en pie, qué nos sucede o qué nos ha
sucedido, que ese proceso digamos de declive, de ir rompiendo y destrozando
parte de lo que fuimos, se va dejando como tirones de tierras y esperanzas por
los siglos. No olvidemos que la hegemonía española, siempre consideró, salvando
matices y realidades que haya que matizar, de igual semejanza los que vivían en
Andalucía como los que vivían y existían en el Virreinato del Perú o de
Sicilia.
Esta
realidad y este detalle y este concepto, con todos los matices que se quiera,
no se produjo nunca, ni antes, ni siquiera, las colonias de otras potencias
europeas y mundiales de esa época, ni después. Este detalle que parece pequeño
habría que intentarlo matizar y estudiar y profundizar –repetimos sin negar los
errores que se pudieron y se cometieron, sin negarlos, pero también
matizarlos…-. Pongamos por caso la ciudad de Lima, Lima cincuenta años después,
un siglo después, tenía como ciudad todas las entidades e instituciones que
podría disponer la Toledo de Castilla.
En
estos meses me ha llegado la noticia y la información de que en esa época en
todo el Mediterráneo existían tantos o más esclavos que en toda América del
Sur. No sé si es cierta, no sé si es verdadera, no sé si hay que mirar no solo
la cantidad sino la comparación con la población total del arco mediterráneo,
tanto de las zonas del sur como las del norte. Porque no olvidemos que
legalmente los indios no fueron esclavos “per se” o por sí –sin entrar si
tenían restringidos algunos derechos-, ni tampoco hay que olvidar que entre los
españoles, también había diferencias de clases muy pronunciadas.
Pero
ya que hemos puesto el caso de Lima, analicen esa realidad en el siglo diecisiete,
dónde existían hospitales, en el concepto de la época, para indios, para
personas negras, para personas españolas. Díganme, en otras colonizaciones,
concepto que entonces no tenía el sentido tan peyorativo como después ha
tenido, díganme si en otras colonizaciones antes y después, tuvieron todos los
ciudadanos tantos derechos como en la española. Cierto, reitero y repito, sin
negar capítulos o casos muy negros. Preguntarse si los originarios de esas
tierras tenían más derechos antes de la llegada de España que después, cosa que
no se quiere analizar…
No
es que los españoles de aquella época fuesen mejores que otros seres humanos,
es que los españoles de aquella época sabían y creían que al final de sus
vidas, sus actos serían juzgados por el Mismo
Dios. Y, por tanto, tenían mucho más cuidado a la hora de tratar a los
otros, siempre sin olvidar sus privilegios o derechos de clase social. Sin
negar esto.
Díganme,
en qué imperio de antes o de ayer o de hoy, el virrey, que era tanto como el
rey, en Lima, fue cuándo Martín de
Porres se estaba muriendo, fue a su celda, pobre y sin nada, sin sillas,
que se sentó en una caja, fue a su lugar de muerte y agonía, y se acercó a él,
dicen que casi se arrodilló, ante Martín
de Porres, negro mulato no lo olvidemos, a pedirle que intercediese por el
mismo, virrey y su familia cuándo estuviese en el cielo. Díganme si este hecho
y hubo otros semejantes en todo el famoso imperio español, díganme si esto lo
hicieron en esa época o después, los ingleses, franceses, alemanes, holandeses,
rusos, y, quienes ustedes quieran…
¡Pero
la pregunta sigue en pie, qué nos ha pasado a nosotros los españoles, desde
hace varios siglos, que vamos rompiéndonos por dentro, trozo a trozo, qué nos
ha pasado…!
http://twitter.com/jmmcaminero © jmm caminero (19 abril-05 mayo 2024 cr).
Fin artículo 4.195º:
“Las antiguas glorias y E. Pardo
Bazán”.
E.
05 mayo