Artículo Periodístico 2.922º: “Tomelloso en su metafísica”.
En toda ciudad, pueblo, aldea
está, heredada la sedimentación de siglos y milenios, generaciones de seres
humanos que han rodeado sus límites, que han sido degustados por sus calles.
El viajero o los dos viajeros por
unos motivos trascendentales o inmanentes han arado con sus pies estas piedras
y arenas y plazas buscando la realidad. La interpretación de lo real. Cada pueblo o aldea o ciudad o megalópolis
nos muestra y demuestra una o varias definiciones-descripciones-concepciones
reales y posibles de lo humano, de la humanidad. Tomelloso también.
En este relámpago de pasos y
realidad el viajero se acerca a los cuatro dólmenes, palos de ladrillos
levantados horadando el azul de la meseta, como molinos escuálidos sin aspas y
sin brazos, bolígrafos plumas clavados en el horizonte de la tierra junto al
mar del azul cielo. Dicen, que en esta tierra hubo una compañía de unos cien,
que eran los laberintos de la industria derivada del néctar de los redondos
vegetales como ubres de la tierra, semiredondas y esféricas ofreciendo la
síntesis de tierra y aire y espera y esperanza de los hombres a lo largo de
siglos.
Los viajeros nadó-atravesó-horadó
con su presencia la basílica-parroquia-iglesia de la Asunción de Nuestra Señora,
combinación de piedras de la tierra, insertada en el aire viento por fuera y
por dentro, mezclada y combinada con los vuelos del espíritu y los deseos del
alma. La síntesis y reflejo y sinfonía
de lo humano: carne y mente y alma inserto en la Naturaleza, Sociedad, Cultura
eso es lo que somos, siguiendo a los maestros viejos, amados antiguos maestros:
El Nazareno, Aristóteles, Tomás
de Aquino, somos un ser substancial de cuerpo y mente-psique y
alma-espíritu, en una galaxia de Naturaleza y Sociedad y Cultura. Eso es lo que
somos y en lo que somos.
Los paseantes recorrieron las
tierras y almas colectivas de este terruño del mundo, inserto y situado en un
ovoide que en un enorme molino recorre millones de kilómetros cada día
alrededor del centro de su galaxia. Dentro de este trozo de espacio y tiempo, pasearon por el vientre de la tierra, como
un queso gruyer o gruyere con agujeros en el laberinto de la tierra, dónde se
guardan y conservan líquidos de todos los colores surgidos de la planta verde y
azucarada y la luz del sol y el hontanar del hombre/mujer horadando los surcos.
Lleno a reventar esta el subsuelo
de agujeros grandes, bodegas, te suavizan la garganta y los ojos se
abren/cierran un poco. El vivir es un trozo de queso/jamón y un pequeño vasito
de este líquido de los dioses de la mitología griega, que ha ido atravesando
los lugares, a caballo de todas las culturas-sociedad-ideologías-civilizaciones-interpretaciones
de lo humano. Ciudad-Pueblo de las cien
bodegas, podríamos autotitular a este lugar. Siempre me digo a mi mismo, con una decena o docenas de algunas de
estos estómagos de la tierra, se podrían llenar de obras de arte. Convertirse
en el primer museo subterráneo del mundo, dónde los colores y formas y
esculturas y música podría besar los corazones cansados de los humanos. Que
vendrían de otros lugares, a visitar este museo dentro de la tierra, colección
de arte y música, para entender-comprender mejor el mundo. Aquí dejo esta
sugerencia en forma de paloma con alas de viñedos.
Los viajantes, amantes de las
formas y colores en lienzos y paneles, los viajantes atravesaron el dosel del Museo
de Arte Contemporáneo Infanta Elena. Paredes con docenas de
significados y temáticas y significantes. Siempre al enfrentarse a estos
museos, medianos, de provincias que están clavados en los lugares del silencio,
desparramados por montes o llanuras o mesetas, en recovecos esperando la voz y la
mirada amiga que los entienda y comprenda.
Siempre que mi corazón se
enfrenta a esos lugares de sabiduría y belleza y veracidad y buscadores de
verdades, me llega desde lo más profundo del corazón-alma, la flecha que
atraviesa mis carnes. Estos lugares museos
tienen la misma categoría que los grandes centros internacionales mundiales de
las grandes capitales culturales del mundo. Lo único que esas enormes naves que caminan por enormes megalópolis
disponen de docenas de miles de obras, de todos los formatos, y, estos medianos
contenedores de belleza, solo unos cientos. Pero en cuánto a calidad es
semejante. Porque al final, el estilo internacional atraviesa todo el planeta
occidental, desde la aldea más pequeña, con perros hablando a las estrellas,
con gallinas picoteando el espacio del tiempo de su micromundo. Si no os fijáis
en firmas y nombres os daréis cuenta de este aserto que atraviesa este vehículo
de artículo de mil palabras es relativamente verdadero…
Los dos andantes, recordando a
las eternas figuras arquetípicas, construidas por la mitología/sabiduría de un
manco famoso, con muchas penas en su corazón, con mucha
visión-percepción-inteligencia de la realidad, con un hambriento dolor de
libertad, egregio manco, que desde entonces, millares de millares de
escribientes-escribidores-polígrafos, intentamos imitar e imitarte, sea por
fama o por notoriedad o por pasar a la historia o por vanidad o por soberbia. Los dos descansaron sus estómagos y sus
posaderas en un recinto dónde se trufaba el líquido del lugar, con moderación y
pan y galianos. Las miradas atravesaron la luz de la noche y los
cuerpos-carnes-psiques-mentes-conciencias-almas descansaron sobre un rectángulo
mullido de dos por dos metros…
http://youtube.com/jmmcaminero ©
jmm caminero (01-09 marzo 2022 cr).
Fin artículo
2.922º: “Tomelloso
en su metafísica”.
El Dia Digital.es CLM. MiCiudadReal.es