Artículo Periodístico 2.951º: “Lo obvio y lo evidente”.
Existe
un problema eterno entre lo obvio y evidente y la verdad y lo real y la
apariencia y la realidad. Este es uno de los graves y grandes cuestiones de la
humanidad, de lo humano.
Carmen
Martín Gaite
(1925-2000) en una columna-crónica-artículo titulado Comodines lingüísticos de
junio del 1996 en Ajoblanco trató de esta cuestión y temática… En definitiva, se planteó que es la realidad y qué es la
verdad y qué es lo evidente o no lo es.
Sobre
una temática equis, puede que el saber humano, haya alcanzado ya el
conocimiento de toda la realidad, o de toda la verdad. Por lo general, son
pocos, porque siempre, se sigue avanzando, incluso en la ciencia. Podríamos
situar este el primer límite. Pero que se haya alcanzado, un consenso en una
temática, ya se conozca todo o casi todo, ya se explique toda esa realidad, no
quiere decir, que usted o yo, tengamos un conocimiento completo de ese trozo de
la realidad…
Tampoco
quiere decir, no se ofenda usted, que usted o yo, no solo no tiene/tenemos los
conocimientos completos sobre esa realidad, sino que quizás, usted no ha
dedicado el suficiente tiempo, para intentar entenderla o comprenderla, o puede
suceder, que usted o yo, no tengamos los
conocimientos precedentes para entender y comprender esa realidad. Porque
la realidad tiene una escala o nivel, hay que conocer antes otras
explicaciones, para llegar a la final.
Puede
que usted tenga una idea general sobre esa cuestión, porque no se puede conocer
todo, pero es un concepto general, pero no es capaz de entender o comprender,
por diversos modos, toda esa realidad. Utiliza usted su teléfono móvil, y,
posiblemente, no entienda, yo tampoco, todos los artilugios que van por dentro
y por fu3era, todo lo que supone de tecnología, ciencia, conocimientos en
multitud de campos desde la física, a los materiales, a las matemáticas, a la
política, a la economía…
Podríamos
indicar, que caminamos en la vida, con
una especie de anteojos, aceptamos, lo que nos parece es verdad, pueda ser
evidente o coherente, con nuestros pensamientos o concepciones anteriores, y, no es evidente, no es verdadero para
nosotros, lo que no encaje con los conceptos o ideas anteriores que disponemos
sobre ese tema, o cuestiones semejantes a esas realidades…
Vivimos
en un mar inmenso de espacio, cientos de miles de millones de galaxias existen,
dicen, los expertos, además ahora existe la materia y la energía obscura o
invisible. Dicho de otro modo, no
conocemos, en líneas generales, lo que es el universo, y, en una mota de
polvo, este planeta, habitamos… Existen,
también, millones de conceptos e ideas, que están alrededor de nosotros, dentro
de nosotros, para explicarnos todo el misterio del mundo. Nosotros mismos
como misterio. Vivimos con unos cuantos de miles de conocimientos, teóricos y
prácticos, que creemos verdaderos y buenos, y, con ellos, intentamos superar y
existir en la propia vida. Esta es la realidad…
Podríamos,
sintéticamente, dividir todos los conocimientos y prácticas, que realizamos,
posibles o potenciales, en dos grupos, unas,
las que su verdad o veracidad, la sustentan el método científico, en mayor o
menor grado. Y, otro grupo, que es inmenso que están bajo el método humanístico, a grandes rasgos, la
cultura, la filosofía, las teologías-religiones, validado por siglos de
opiniones o de prácticas, en mayor o menor grado verificables o
demostrables o verdaderas o verídicas o no…
Esta
es la realidad, aumentaría la calidad de
la humanidad, si se buscasen métodos y formas, para que esos miles de conceptos
y prácticas, que todavía no entran en el campo del método científico, se
examinasen, con el mayor grado de racionalidad y prudencia y verdad posibles…
Movernos menos en todo tipo de opiniones, por mucho que sean de nosotros, y,
removernos más en el campo de la realidad y verdad del método demostrable y
demostrado y verificable y falsable, del maestro Popper… O, al menos el más racional
posible…
Pero
existe otra clasificación y cuestión, en
los temas sociales y políticos y económicos, qué grado de verdad la humanidad
ha alcanzado sobre esas áreas, y, después, los agentes y actores que
intervienen en esos campos cuánto conocen. Existe por ejemplo, un conflicto
armado, usted y yo, que somos seres que andamos por la calle sin chófer y sin
coche oficial, sin demasiado cargo y medallas y cargas. ¿Usted y yo, aunque estemos todo el día, escuchando los medios de
comunicación, que conocemos en el fondo de la última guerra equis? ¿Póngale
usted nombre a esa guerra, o al conflicto económico de tal sector, o la otra
cuestión política, o…?
¿Aunque
usted o yo nos esforcemos en conocer la realidad de ese acontecimiento equis,
cuánto podemos conocer, cuánto nos darán a entender, cuánto sabe el saber
ortodoxo sobre esa cuestión, qué grupos o intereses, pueden estar detrás o
delante o al lado o dentro o fuera para llevar esa realidad hacia un fin o
hacia otro…?
¿Por tanto, que es lo obvio y evidente, que
es la verdad y veracidad, y, qué es la realidad, qué explicación es la más real
en ese trozo de realidad, sea realidad social o cultural o moral o
espiritual o natural o…? ¿¡Usted lo sabe…!? ¡¿O, o, es una carga con la que
tenemos que vivir y existir, durante toda la vida…!? ¡¿Al final, tenemos que caminar con nuestras piernas, sean largas o
anchas, pequeñas o grandes, tenemos que caminar con las ideas del mundo que
tenemos, es la condición humana…!? ¡¿Pero
podemos y debemos perfeccionar las ideas y conceptos que disponemos de y sobre
la realidad…!? ¿¡Es nuestro deber
como humanos, cada uno, en la medida de lo posible y de sus posibilidades…!?
http://personal.cim.es/filosofia © jmm caminero (06-30 marzo 2022 cr).
Fin artículo
2.951º: “Lo obvio y lo evidente”.
El Diario Alhaurin de la Torre.com y otros.