Artículo Periodístico 2.956º: “El saber y la belleza del Museo de Cuenca”.
Podríamos haber titulado como los
misterios y enigmas de los museos provinciales, museos de tamaño medio que
contienen piezas que no se valoran lo suficiente.
Hasta dónde sé y conozco,
procedentes del Antiguo Museo Provincial de Cuenca, como otros, de su origen,
están o suelen estar formado por distintas secciones, en el de Cuenca, por una sección Arqueológica, otra Etnológica y otra
de Bellas Artes.
En esta serie de
artículos-columnas que voy modestamente redactando de y sobre entidades
culturales de la Mancha, le ha tocado el turno-azar-suerte al Museo de Cuenca.
Hasta dónde sé y conozco, los museos
provinciales y arqueológicos, ya con ciento cincuenta años la primera
iniciativa, la idea de la creación, empezando denominándose museos
arqueológicos, con diversos fines, entre todos, el ir recogiendo los materiales
arqueológicos que se iban encontrando o coleccionando o acumulando de las
excavaciones arqueológicas, en mayor o menor grado, de corte empirista o
científico.
Dichos museos, con distinta
suerte, desarrollo, riqueza de material acumulado, según regiones y provincias,
pues han ido recorriendo las distintas décadas y generaciones y los distintos
acontecimientos históricos que esta Piel de Toro ha ido atravesando, además, de
todos los componentes sociales, culturales, educativos, universitarios,
políticos, económicos que nuestra sociedad y país y Estado han ido remando por
los mares del tiempo.
Tengo
la sensación y percepción, que por lo general, que cuando uno atraviesa los
muros de estos barcos de cultura provinciales, sea de un lugar de esta
península o del otro, por lo general, suelen
ser visitados por muy pocas personas. Puede, que esté en el error, puede
que existan algunas excepciones, pero por lo general, el público en general,
vive con cierta distancia estos buques de cultura acumulada, por lo general, de
sus propias provincias. Siempre, suelen existir otros al lado, que con propio
mérito se llevan todas las ganancias y laureles y visitas. Pero, si nos fijamos bien, estos medianos museos,
contienen material de valor. Material que representan la microhistoria de los
territorios, por todos los vaivenes que han ido pasando esas tierras y esas
generaciones de seres humanos que nos han precedido…
Se decía entre los bastidores de
la cultura, en los foros-plazas-cantinelas del mundo de la creación cultural,
realidad y aserto que desconozco si es verdad, que algunos grandes marchantes del mundo occidental, algunos grandes
artistas plásticos, algunos grandes críticos, todos venidos de fuera de este
pentágono-cuadrado de nuestra península, que cuándo
venían-viajaban-turisteaban por nuestro territorio, no solo iban a los grandes centros de Arte, sino que visitaban los
pequeños y medianos museos del ramo, porque creían que es dónde podían
encontrar ideas y sugerencias y estilos y tendencias, que ellos, sean artistas,
sean marchantes, sean directores de grandes museos, después, podrían incentivar
y buscar en sus respectivos territorios, fuesen Gran Bretaña, Alemania,
Estados Unidos... No sé, si este enunciado tiene una base real, pero por los
toriles de los fracasados de la cultura se menciona o recordaba de vez en
cuando…
Pienso que este Museo, y otros,
semejantes, que están y son en todas las provincias de la Mancha y de España,
podrían tener más recorrido, quizás, los sectores de la educación, deberían,
sistemáticamente, realizar visitas a los museos de su entorno, de su propio
pueblo o de su propia ciudad, o de su propia provincia o de su propia región.
Quizás, el profesorado que tanto se mueve y remueve de un lugar a otro, deberían ser más consciente y tener más
consciencia, de amar lo propio, lo pequeño o mediano, porque es el reflejo de
la propia autoestima colectiva. Los grandes faros de los grandes museos de
España, de Europa, de Norteamérica, siendo esenciales, pero son como las luces
de las libélulas. Apreciamos tanto, con
razón, los grandes emporios museísticos del mundo, y, quizás, olvidamos, los
medianos y modestos museos que están a unos cientos de metros o unos miles de
metros de nuestra residencia…
Este museo de Cuenca, contenía un Libro-Arte o Libro de Artista,
un Quijote, que era uno de los más grandes del mundo, tamaño cartulina, con
pinturas figurativas y abstractas del momento actual…
Quizás, si se créase, como en
otros artículos he indicado, redes de
museos provinciales de España, redes de museos de la Mancha, y, se creasen
sinergias entre ellos, entre los equipos directivos, entre las actividades que
se realizasen, entre convenios entre estas entidades, creación de exposiciones
itinerantes entre ellos, sea a nivel regional o nacional, quizás, sería un
acicate para ser conscientes, que al lado de nuestra casa, tenemos pequeñas o
medianas o modestas joyas de nuestra historia, a nivel documental, a nivel
histórico, a nivel artístico.
Quizás, deberíamos ser más conscientes del valor de lo que tenemos, del valor
de lo que somos, para aumentar la propia autoidentidad y la propia autoestima
de nosotros mismos, como individuos, como colectivos, como grupos, como
personas que vivimos y existimos bajo un trozo del paraguas del mundo.
Usted, estimado lector o lectora,
que habrá viajado posiblemente, a muchos lugares de este mundo, ¿ha visitado
este museo que estamos narrando, ha visitado museos de su ciudad, de su
provincia, de su región…? ¡Si no lo ha hecho, como decía un escritor, no
recuerdo el nombre, cuándo alguien le indicaba que todavía no había leído el Quijote, y le contestaba, algo así:
“buena suerte tiene usted, porque todavía puede leerlo”! ¡Todavía usted, puede
y debe visitar-sentir-percibir-meditar-pensar el Museo de Cuenca…! ¡Paz y
bien…!
https://www.youtube.com/channel/UCP1qKD3iC1dhkOschAftOAQ © jmm caminero (14 febrero-06 abril 2022 cr).
Fin
artículo 2.956º: “El saber y la belleza del Museo de Cuenca”.
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