Artículo Periodístico 3.396º: “Qué soy, qué eres”.
Esta es una de las grandes
cuestiones de milenios, que eres en ti y en sí, que soy en mí y en sí. Si
quitamos todas las capas de las circunstancias, sociales, culturales,
históricas…
Cómo una persona, usted o yo, de
hoy o de ayer o de mañana, se puede plantear esta pregunta. Si existe una
mismidad esencial en uno mismo. O, es/soy un globo neuronal y corporal y con
alma espiritual que se adapta a la realidad, que está siempre en movimiento, y,
no existe una esencia, sino que esa esencia es la adaptación al ambiente,
ambiente en sentido extenso. O, por el contrario, nada puede adaptarse al
ambiente, si ya no es algo antes de esa asimilación, o al menos, una posibilidad
de ser algo. No podríamos hablar, si no nos lo enseñasen, pero si no tuviésemos
la potencialidad de poder hablar. Y, así en todo…
Cómo voy quitando o añadiendo
capa a capa, para llegar a la mismidad, la mismidad de la humanidad, a la
mismidad de la especie, a la mismidad de mi o yo o usted como individuo. Qué
herramientas tengo que utilizar, qué herramientas tengo que conocer, qué
herramientas debo concebir y creer que son verídicas y bondadosas.
Si hoy, sin llegar a la
radicalidad budista, de que somos un bosque interior de deseos y pensamientos y
conceptos y recuerdos e ideas, que vamos de una rama a otra, sin detenernos.
Pero si somos pensamientos que van de una rama a otra, es que tenemos ramas y
es que tenemos una realidad, que será una especie de interrelación neuronal,
que llamamos ideas/pensamientos/conceptos/deseos/percepciones/recuerdos…
David Gistau, el maestro malogrado del columnismo,
tituló uno: El Jefe de la caverna, publicado en XL Semanal, el 23 de
febrero del 2014, que nos habla de estos temas y de otros, evidentemente, desde
su perspectiva de ese día o esa mañana. Todos los seres humanos que pasamos al
lado de una entidad o ente, sea del tipo que sea, pongamos el caso, de una
escultura que está situada en una plaza, por un lado percibimos parte de ella,
y, por otro lado, proyectamos parte de nosotros en ella. Ese juego del interior
y del exterior, esa electricidad alterna entre nosotros y los otros, entre
nosotros y la naturaleza, entre nosotros y la sociedad, entre nosotros y la
cultura, entre nosotros y la metafísica…
Este es el juego eterno…
Pero, aunque no lo creamos, este
es la gran partida de ahora y de todos los milenios, ¿Qué es Naturaleza y qué
es Cultura-Sociedad….? En el fondo, de decenas de cuestiones, que se están
tomando concepciones/decisiones actuales, ideas y prácticas, muchas normas y
reglamentos. En el juego de todo ello, está inserta esta cuestión. ¿Qué es
Naturaleza humana y por tanto, hay que respetarla, y qué puede ser
cultura-sociedad-ideas, y que puede aceptarse o negarse, o, dicho de otro modo,
qué parte de la Naturaleza Humana podemos cambiar…?
Inconscientemente, vamos
cambiando la Naturaleza natural exterior a nosotros mismos, con lo cual, sin
darnos cuenta, pensamos y creemos, que todo lo que nos permita el saber actual,
científico y técnico también podemos aplicarlo a cambiar la naturaleza interior
o la naturaleza humana… Esto se centra, en decenas de temas y cuestiones, de
ahora, que pueden venir de siglos, pero que surgirán nuevos, también en
próximas épocas…
En filosofía de la ciencia se
plantea este problema, de este modo: ¿Todo lo que el hombre pueda hacer, debe
hacerlo, aquí centrado en el tema del cambio de la Naturaleza, sea la
Naturaleza natural exterior al ser humano, sea en el terreno de la Naturaleza natural
humana…? ¿Si yo decido, y, la técnica y tecnología y la ciencia me lo permite,
ha llegado a ese conocimiento, pongamos un ejemplo y caso, que supongo todavía
no es posible, si yo deseo instalarme tres orejas o siete dedos en cada mano o
tres lenguas en la boca? ¿Yo, lo debo de hacer…? ¿La Sociedad y la Cultura me
lo deben permitir, deben tolerar los demás que yo instale en mi cuerpo tal o
cual cosa, o me quite de mi carne tal o cual cosa o realice tal acción que
afecta a mi interior o mi exterior…? [Nadie se ofenda porque a nadie se desea
ofender…].
Qué es Naturaleza y qué es
Naturaleza Humana y qué es Cultura-Sociedad-Ideología, qué es y que debe ser.
Sin negar la enorme misericordia y piedad y conmiseración y tolerancia que hay
que tener a todo otro ser humano. Si yo decido, tal cosa, porque la técnica lo
permite y la ciencia también, ¿tal cosa, debo realizarla? La sociedad, debe
tolerar que se haga, porque al final, entraría en el concepto de “derechos de
minorías”, y, además “derechos que el que quiera pueda realizarlo y el que no,
pues no”. Porque al final, son normas morales y éticas, que el sistema
jurídico, solo permite, tal o cual realización y construcción, pero que cada
uno hace lo que quiere. Y, al final, se dice, solo son unos miles de casos…
Pero siempre está dentro el eterno problema, que es Natural y que es
Interpretación Cultural –social, moral, religiosa, jurídica, costumbres, etc.-.
No hay que indicar, que nadie
niega, el enorme respeto a cada persona. Sea cual sea la situación y su sueño.
Nadie puede a ninguna otra persona marginarla, ningunearla, disminuirla, ,
vejarla, humillarla, silenciarla por estos temas de Naturaleza y Cultura, por
ningunos, sino seguir los Derechos Humanos de 1948…
Pero la cuestión que se abre en
el horizonte, es que el campo de la interpretación natural y cultural y
cultural sobre la naturaleza se irá abriendo más y más. Con lo cual, hoy
aceptamos hasta un metro de atravesar la muralla, dentro de cincuenta años, la
atravesarán tres metros, dentro de cien años, diez metros…
¿Al final, todo es cultura, solo
es Cultura todo, y, no tenemos Naturaleza, todo es interpretación cultural, y
no existe Naturaleza…? ¿O, sí, y, si es sí, cual es…? Ser o no ser, este es el
problema, estar o no estar este es el problema, ser-estar o no ser-estar este
es el problema…
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (17-25 enero 2023 cr).
Fin
artículo 3.396º: “Qué soy, qué eres”.
E.
25 enero