Artículo Periodístico 3.833º: “Gastrocultura: Cocido de Lalín”.
Es un misterio y enigma histórico
que la comida que es absolutamente tan necesaria se hayan tardado milenios en
abordarla desde todas las dimensiones del saber y de la realidad.
La Fiesta del Cocido en Lalín, debo
confesar, quizás por mil variables y razones ha terminado acercándose a un
estudio completo e integral de multitud de las facetas de la comida. Es una
fiesta con acercamientos artísticos plásticos y artes en general, etnológicos y
costumbres, antropológicos, psicológicos, históricos culturales, periodísticos,
gastronómicos…
Se narra en la Wiki que la fiesta
del cocido se debe a la reunión que los
alcaldes de Deza, tuvieron en 1968, para intentar crear formas de difusión de
sus productos comarcales, especialmente el cerdo. Es y era una necesidad
biológica, alimenticia, de la vida y de la sobrevivencia. Algo semejante, en el
siglo veinte, dicen que los productores de cereales en Estados Unidos, buscaron
y planificaron formas de vender su producto de forma más eficiente, y, dicen,
-los articulistas hablamos de todo, pero no podemos saber de todo-, se crearon
la necesidad de degustar cereales en el desayuno, y los prepararon de formas
distintas –en Extremadura, tienen la costumbre de comer migas por la mañana en
el desayuno, es una variedad más de la misma idea-.
Ya que he citado a Extremadura,
sigamos con ello, en Mérida, suelen tener en las calles
dos nombres, el substantivo de la calle y debajo conmemoran una persona o un
libro o una realidad de sus terruños o semejantes. Me digo y pregunto a mi mismo –no lo sé-, Lalín ha puesto un nombre a
una calle o plaza o monumento o escultura o placa a “esos alcaldes que se
reunieron y que tuvieron una gran idea”.
En nuestra sociedad tenemos que
ser más agradecidos, tenemos que tener más memoria para las realidades buenas y
positivas. Ya no se conocerán los cinco o seis o diez personas que se
reunieron, quizás, ya no se sepa sus nombres, pero quizás, sería justo y
equitativo y bondadoso un homenaje a ellos, si no se pueden recuperar los
nombres, al menos, como conjunto simbólico. Y, quién sabe si mañana, una
escultura en abstracto de los seis o siete alcaldes que montaron y empezaron la
Fiesta del Cocido.
En el fondo todo plato o comida
está formada por diversos elementos, incluso la más modesta y pobres, al menos
tiene agua y aunque sea ese asomarse el hueso del jamón, como nos narra, entre
ironía y realidad y broma, Camba en
alguno de sus artículos. El cocido es simplemente eso, agua cocida y dentro de
ella, se insertan alimentos.
Se cree que este modo de
alimentarse, se produjo cuándo se descubrió o inventó el fuego. No sabemos
cuántos miles de años después, después de asar o de ahumar la comida, a
alguien, que no conoceremos su nombre, según los prehistoriadotes, se le
ocurrió en una piel de animal seca, echar agua, y poner dentro piedras
calientes, y echar todo lo que tuviesen de comida… De este invento o invención,
quizás inventado varias veces, y, perdido varias veces, llegamos a todos los
guisos y comidas, dónde el agua interviene como elemento esencial.
El cocido en sentido estricto,
existen varias modalidades, solo en nuestra Iberia y Celtiberia, pues uno es el
Cocido gallego, en su variedad del Cocido de Lalín, formado y conformado sus
ingredientes, por repollo, sal unto, costilla, rabo de cerdo, lacón, cabeza de
cerdo, garbanzos, chorizo de carne y cebolla, grelos, muslo de gallina, carne
de ternera, patatas, pata de cerdo, lengua de cerdo, huesos del espinazo,
panceta… y, personalmente, siempre indico que agua, fuego, aire, sal…
Ciertamente, todo lo popular,
todo lo humano va modificándose y cambiándose y variándose. El cocido y el
cocido de Lalín, hay distintas fórmulas, como si fuesen las fórmulas secretas
del vidrio venecianas, según casas, cocineras y cocineros, y restaurantes
tienen, algún elemento como supersecreto, custodiado bajo la herencia familiar.
Este elemento es uno más, que proporciona la variedad y la alegría de la vida.
Cuando alguien me indica, redacta
artículos de actualidad y de política y de historia concreta de la economía, y,
no tantos de tipo cultural. Siempre pienso, acaso no es más real y natural y
actualidad, “hablar de la tortilla”. Acaso no es más importante dialogar y
observar y analizar la tortilla. En este caso el cocido. Acaso no movemos los
humanos mares y montañas, para tener un plato en la cocina lleno de algo, sea
de tortilla, sea de cocido, sea de paella. Para nosotros y nuestros hijos y
nuestros nietos y nuestros biznietos. Esta es la ley de la historia y de la
naturaleza, de todo ser viviente, se sea colibrí o se sea cerdo o se sea delfín
o se sea humano…
En tiempos complejos, como quizás
todos lo sean, necesitamos dormir y necesitamos comer y necesitamos vestirnos y
necesitamos tener un fuego que nos caliente y necesitamos seguridad, seguridad
ciudadana. Todo eso necesitamos y algunas cosas más, materializándose en mil
modos y en mil circunstancias…
El
cocido de Lalín, es una
muestra de la innovación y creatividad ante situaciones complejas de la vida,
de la economía, para que las personas puedan vivir y sobrevivir con dignidad y
con suficientes medios. Se les ocurrió a esos alcaldes, quizás, siempre surge
una idea de alguien, una persona, que no conoceremos, entre todos esos
alcaldes, quién sabe de un adolescente que le dijo a su padre, porque no
hacemos una fiesta para valorar el cerdo, quizás, de algún asesor, quizás de un
concejal, y, alguien, un alcalde lo recogió, o un concejal, y, se les ocurrió
reunirse.
Y, de esa reunión pasando el
tiempo, se hizo un Premio al Periodismo, se hicieron esculturas en la calle, se
hizo un desfile y una fiesta popular, se empezó a coleccionar arte alrededor
del cerdo, se vivió y se respiró vida…
Aquí, quisiera dejar mi homenaje,
no solo al Cocido de Lalín, sino a esas personas, anónimas o con nombre, que
pusieron en funcionamiento esta iniciativa, a esos alcaldes y quizás, asesores,
que fueron capaces, de recoger o crear una idea, y, no esconderla y no taparla,
sino ponerla en funcionamiento. Porque de esa iniciativa, surgen muchas cosas.
Unos días, unas semanas, un mes de fiesta.
De alegrar y alegrarse un poco el
corazón y el estómago, alrededor de un cocido. Paz y bien.
http://youtube.com/jmmcaminero © jmm caminero (09 septiembre-10 octubre 2023 cr).
Fin artículo 3.833º:
“Gastrocultura: Cocido de Lalín”.
E.
10 oct.