Artículo Periodístico 3.858º: “La sucesión temporal en un conflicto”.
Sea un conflicto equis, social,
político, económico, familiar, laboral, etc., siempre se suele caer en el error
de no captarlo desde el inicio hasta el final, solo en un tiempo determinado…
Un conflicto equis, sea del tipo
que sea, por lo general, raramente se analiza y valora y pondera en el
desarrollo del tiempo. Y, especialmente en el inicio de dicha cuestión o tema.
Y, esto sucede en los trabajos, en las familias, en la sociedad, en la
política, en la economía.
Imaginemos que un conflicto
equis, dura diez o veinte años, y, solo se valora la situación de dicho
conflicto en el medio del tiempo, pero no se valora en el inicio, o solo se
valora al final, pero no en el principio y todo el desarrollo.
Con lo cual, personas que se van
integrando en ese “conflicto” de una forma u otra, solo lo perciben “desde ese
momento”, o en solo unos “momentos espacios temporales”, con una serie de
variables y dimensiones y no otras.
Y, por consecuencia, “las nuevas
personas que van integrando el conflicto equis”, sea del tipo que sea, “adoptan
una posición o adoptan otra”, pero desde ese punto de vista, temporal o
espacial.
La cuestión se complica, porque
sea el conflicto laboral, familiar, social, económico, político, siempre se
toma “afectiva y emocional y sentimentalmente” por una parte de las dos o tres
que existen o existan. De tal modo, que las “razones o motivos del otro” se
ignoran. Puede ser que el otro no sea “capaz de defender sus puntos de vista”,
puede ser que no se le escuche, que solo se oiga una parte, puede ser…
Por lo general, en un conflicto
equis, sea del tipo que sea, casi siempre se cae en el error afectivo y, después
racional, porque la afectividad se eleva a la categoría de racionalidad, que
“solo se escucha a una parte”, a la que se está más cerca por motivos
irracionales afectivos, sentimentales, ideológicos, políticos, etc., y se
ignora a la parte contraria. No se cumple el principio universal de que “en un
juicio tienen que existir dos partes, dos partes al menos”, y, que para juzgar
y sentenciar “hay que escuchar a las dos partes”.
Y, tampoco se cumple, el
enunciado “que la parte no es el juez, ni el tribunal, ni el jurado”, sino solo
una parte. Por lo general, no se escucha o raramente se escucha a una parte.
Este es el drama de los conflictos sean del tipo que sean…
De ahí, la enorme necesidad de
Tribunales Superiores en todos los conflictos, y, especialmente en los
políticos. El Estado es el invento de la humanidad, que ha creado o inventado o
descubierto para que “exista un Juicio Justo”. El Estado, casi siempre,
funciona como Tribunal Superior en los juicios o conflictos de todo tipo que se
producen en su seno…
El problema está, en todos esos
conflictos, que “no está claro quién tiene que ser el Tribunal Superior que
juzgue”, por ejemplo, entre dos Estados, entre dos comunidades dentro de un
Estado, si ese Estado no tiene suficiente fuerza, entre cuestiones laborales,
en temas de amistad y amistades, en temas familiares… En todas esas cuestiones,
la cuestión se complica hasta grados enormes. Y, cada vez, muchas veces, en vez
de aclararse se va enmarañando…
Pero si viésemos la historia del
conflicto, los orígenes del conflicto, sea familiar, social, político,
económico, interestatal, etc., se podría captar y ver una cuestión más clara y
evidente. Si esa norma equis, ha sido refrendada por un Tribunal Internacional
o no. Si el conflicto lo empezó una parte y no otra. Si en el conflicto la
parte que lo empezó obligó a la otra parte a que se defendiese. Si cuando
empezó el conflicto si la parte que lo empezó hubiese ganado la partida, la
parte atacada habría perdido y se habría silenciado el conflicto para siempre.
Pero si la parte atacante gana ese primer conflicto, entonces, se olvida, quién
empezó y quién se defendió, etc.
En un conflicto equis, sea del
tipo, social, económico, político, cultural, religioso, familiar. Puede verse
un “origen del principio”, un “principio del principio”. Y, por lo general, si
existen dos “partes o tres partes”, por lo general, una “una, es el origen del
conflicto, esté muy tarde o antes en el tiempo, unos meses, unos años, unas
décadas, unos siglos…”.
Y, la otra parte, solo ha tenido
como solución o remedio nada más que defenderse, de una manera o de otra.
Muchas veces, la defensa es mala o negativa o no eficiente. Es más, demasiadas
veces, el “originador del conflicto queda como victima, y el que se ha
defendido, como verdugo”, cuándo en la realidad es lo contrario…
De ahí, las grandes teorías de la
sociología y de las ciencias sociales, de la cohesión y del conflicto y del
entendimiento… El ser humano debe caminar hacia teorías prácticas del
entendimiento, a y en todos los conflictos… Por desgracia, nos encontramos en
la vida real y rutinaria, personas que buscan el conflicto, sea del tipo que
sea. Porque lo necesitan psicológicamente, para tapar muchas obscuridades de su
corazón, para suavizar traumas que soporta malamente, ponen una o mil excusas
para crear un conflicto con otra entidad, sea estrato social, sea persona, sea
colectivo, sea ideología, etc., -y, la otra parte, que no desea conflicto, se
ve obligada a defenderse…, muchas veces, el que se defiende, pierde, y, el que ha
creado el conflicto gana-.
¡Y, lo peor es que los conflictos
se van enredando, anudando, enrollando, formando espirales de conflictos, y, al
final, encontrar la equidad y la justicia es enormemente complejo y
complicado…! ¡Pero siempre una parte equis, no quería el conflicto, y, una
parte equis, podría estar refrendada por la ética, el derecho, un Tribunal
Superior…!
Y, lo peor de todo, que en muchas
situaciones, el que es la victima, individuo o colectivo, pasa como verdugo, y,
el verdugo como victima. Y, la victima, lo único que ha hecho es medio
defenderse, y, alejarse para que el conflicto no se agrave, y, el verdugo,
creador del conflicto, ha sido el que lo ha creado y mantenido y criado el
conflicto. Y, encima es el que ha creado el conflicto y encima es tomado como
la persona o grupo que es la equitativa y justa y la victima como el injusto...
El cambio de todos los valores de
Nietzsche se ha impuesto… ¡Ahora dirá usted, en tal conflicto equis, sea
social, económico, político, cultural cual es el creador del inicio o del
principio del conflicto, quién es el originador del conflicto, quién es la
victima y quién es el verdugo…! ¿Quién le pone cascabel al león…? ¡Qué ha dicho
el Tribunal Superior, si existe, en ese conflicto, qué y quién es, y, qué ha dicho…!
¡Paz y bien y equidad y racionalidad y…!
¡Hay realidades de la Naturaleza
que superan mi inteligencia y mis conocimientos, hay realidades de la Sociedad
que también lo superan…!
http://www.facebook.com/cuadernossoliloquiosjmm © jmm caminero (15-24 octubre 2023 cr).
Fin
artículo 3.858º: “La sucesión temporal en un conflicto”.
E.
24 octubre