Artículo Periodístico 3.854º: “La Longevidad y Francisco Umbral”.
Se
dice, de forma demasiado sencilla y simple, que Umbral no tenía ideas, que solo tenía retórica y oratoria y
metáforas y trucos estéticos y estilísticos. Creo que no es verdad.
Debo reconocer, que como todo el
mundo, no estoy de acuerdo en todo, ni con todo, ni en todo. Por no estar de
acuerdo del todo, no lo estoy conmigo mismo. Y, en esto, no soy original,
porque esta es la realidad de todos los seres humanos, o casi todos,
especialmente, en este país, en España, que se suele decir, que está lleno “de
anarquistas de izquierdas y anarquistas de derechas”, yo, añadiría, también, de
anarquistas del centro…
Creo que en la cultura y en la
intelectualidad, falta amplitud de miras, falta generosidad. Puede que con un
autor o autora no estés de acuerdo por su forma de vivir, puede que por sus
ideas, puede que por determinados actos. Pero también debemos reconocer que
quizás haya aportado algo, importante o menos, en la cultura, en las letras, en
la ciencia, en la técnica, en la economía… Y, por consecuencia, aunque haya que
tener en cuenta esa franja de gris tan grande que arrastra, también, hay que
valorar los colores brillantes en su campo de actuación. Ya, ya sé, como los
viejos maestros teólogos morales, que lo ideal es “ser santo y ser sabio”.
Pero, pero, pero…
Debo reconocer que en el
articulismo de estos dos últimos siglos y un poco más en nuestro país, pienso
que quedará Umbral, como uno de los
diez más grandes. Puede que usted no esté de acuerdo con su evolución
sociopolítica, con sus ideas en temas antropológicos femeninos, que usted no le
guste su carácter tan bronco, que mil otras cosas. Pero si hubiésemos vivido
cercanos a tantas figuras del pasado, pongamos por caso Quevedo, Cervantes, Larra, y, tantos otros, quizás, como personas y
sus aptitudes morales y éticas y sus formas psicológicas de carácter tampoco
nos abrían agradado… Aunque el ideal sea ser sabio y santo…
Decíamos, que para mí, Umbral es uno de los diez grandes
articulistas que este suelo y terruño, ha aportado, con todos los grises que
ustedes quieran ponerle. Pero también, hay que indicar, que los grises y los
negros, solo se les pone a determinadas personas, de determinadas ideologías,
y, a otros, que también tienen los mismos u otros semejantes, esos se olvidan.
No hay imparcialidad en esto, como tampoco existen en tantas otras cosas…
(Invito a los investigadores que analicen el articulismo del siglo dieciocho,
antes de Larra, estaría Fernán Caballero y otros…).
Umbral
publicó una columna titulada: La Longevidad, publicada en El
Norte de Castilla, del 21 de noviembre de 1973, en que nos trata de
esta temática, y, en la que demuestra que también tiene ideas y tenía ideas y
tenía conceptos y argumentos y razones, simple y sencillamente, no solo porque
leía, que es una forma de observar, sino porque observaba, y, al observar
añadía el analizar y el pensar, y, el escribir textos, redactar palabras e
ideas y conceptos e imágenes y metáforas es el último paso –mejor dicho, el
antepenúltimo, porque el último sería la publicación, o mejor dicho, el postúltimo
es la interpretación que hacen sus oyentes, y las futuras generaciones-.
Ya, hace tres lustros y algo que Umbral nos dejó –debo confesar que su
bronquedad en los medios, nunca me agradó, pero tampoco me hubiese agradado de
conocerlo a Quevedo y otras cientos
de figuras…-.
Trato este tema y este artículo,
porque la otra tarde me acerqué, para visitar a un familiar, al hospital de mi
ciudad, y, allí esperando la prueba correspondiente con sus familiares más
directos, me fijé, que al menos, la mitad de las camillas que llevaban enfermos
y enfermas para pruebas especiales, ya que era por la tarde, eran personas,
personas de la tercera edad…
Se ha creado una gran revolución
social que no valoramos: una, al menos en Europa, el derecho de Sanidad Pública
Universal y gratuita, segundo, que ha aumentado, la edad de la jubilación
definitiva o tránsito o muerte. Mientras tanto, pienso que las personas, que
después de la jubilación viven y existen, cinco o diez o veinte años, en la
medida de lo posible, deben contribuir al bien de la sociedad y al bien de la
humanidad y al bien de sus familias…
Deben y lo hacen, la mayoría de
esas personas, personas mayores, de muchas formas y de muchas maneras, son un
elemento esencial en la economía actual. Son cuidadores de nietos y nietas, son
llevadores por las calles a las escuelas y recogerlos, son los que se les
envían a multitud de recados, palabra castiza de esta Hispania de milenios,
cuándo no puede el hijo o la hija, son, son personas que merecen nuestro
respeto…
Mientras tanto lea usted,
artículos de opinión de Umbral y de
tantos que han poblado este bosque tan rico de esta geografía cultural, que
tanto necesita tener y tenerse más autoestima, lea y perciba y piense, solo se
tarda cinco minutos en cada columna, lea a Umbral,
Larra, Alcántara, Cunqueiro, A. Sánchez, Campmany, Camba, Pemán, Plà, Montalbán,
y, cientos de otros…
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (07-17 octubre 2023 cr).
Fin artículo 3.854º:
“La Longevidad y Francisco Umbral”.
E.
17 octubre
E.
24 octubre