Artículo Periodístico 3.903º: “Ha muerto Juan Ramón Jiménez”.
Viven
los hombres, mueren los hombres, viven los poetas, mueren los poetas. Vivimos y
existimos y morimos a y en este mundo. Nos consuela la esperanza de que
tengamos alma inmortal.
Me he encontrado referencia, no
un artículo con firma, sino una editorial, que en definitiva, es un artículo
editorial, que alguien lo debió de hacer o construir, una persona o un equipo.
Titulado: Ha muerto Juan Ramón, publicado como editorial en Diálogo
de las Españas, en México, en julio de 1958.
Juan Ramón siempre estuvo dentro
del huracán de la polémica del exilio, se plantearon muchas veces, ¿por qué no
volvía, otros lo hicieron, en silencio, pero lo hicieron…? Son tiempos
complejos, todos lo son. Nunca somos capaces de hacernos una idea de esos
tiempos del pasado, aunque hayan pasado unas décadas. Porque muchas variables y
circunstancias, se olvidan, no quedan reflejadas y coleccionadas y conservadas,
ni en bibliotecas, ni en archivos. Los humanos pierden, siempre vectores que
explican el pasado. Con el tiempo, se hacen una idea, quizás, más completa de
lo sucedido. Pero mientras tanto, pierden actos y conceptos e ideas, de miles o
de cientos de miles o de millones de personas que actúan, y, se olvidan. Que
padecen, y se olvidan. Que sienten y se olvidan. Que perciben y se olvidan. Que
dan sombra y se olvidan… ¡¿Pero tenemos alma inmortal!?
Hace unos años, leí, no sé si es
cierto, que su Casa Museo, dónde estaba almacenada, miles de páginas de sus
archivos, originales, publicaciones. Teniendo en cuenta, que rehacía
constantemente, los mismos poemas. Decía la prensa, que se estaba deteriorando.
Espero, que con el tiempo, lo hayan escaneado, y, no se pierda y no se
destruya… A uno, le produce tristeza, si a Juan Ramón, en su propio archivo y
museo y casa, sus papeles se están deteriorando que sucederá con los demás…
sean más conocidos o menos.
Reitero, la necesidad, aunque sé
que escribo para las ranas del parque que no
entienden mi croar, que es necesario se creen archivos reales y
virtuales, que voluntariamente, el autor o autora que desee, en cualquier arte
o saber, pueda enviar sus materiales, para que se conserven para el futuro, al
menos, de forma digital o escaneada. Esos archivos pueden ser de letras o artes
o ciencias, clasificados por materias. Pueden ser varios de la misma temática,
en distinto grado de territorialidad. Puede existir uno de poesía a nivel
nacional, y, otros o varios, de la misma materia a nivel regional…
Siempre he creído, que el mundo
de la cultura, se mueve en una situación, para muchos, semejante a los
proletarios del siglo diecinueve. Es cierto, que muchos autores y autoras,
viven de las letras o de su saber. Pero existen muchos, cientos, hemos puesto
el ejemplo de los poetas. Cientos de poetas, miles de poetas, cada generación,
que se pasan diez o cincuenta años, arando versos y buceando el alma y la carne
de los hombres. Publican algunos libritos, y, saben que, posiblemente, gran
parte de sus archivos, de sus poemas no publicados, de sus escritos, están
condenados a la desaparición. Quizás, no en la primera generación de
descendientes, pero si cada vez que pase una, se irán perdiendo y olvidando y
destruyendo y deteriorándose más. Al final, de aquel, de decenas, de cientos de
escribientes o de buscadores de la verdad, hayan sido geniales o hayan sido
pésimos, solo quedarán algunas páginas, quizás, algunas docenas…
Ahora que la Inteligencia
Artificial va a tomar el mundo de la Cultura, en y dentro de unos pocos años.
Esos programas, si tienen suficiente combustible, de producciones culturales
que estén en Internet, pueden recoger, recolectar, reservar datos y conceptos,
quizás, un poeta, que es el ejemplo, que hemos indicado, hizo una bodega de
vinos, de mil botellas poemas. Quizás, novecientos noventa no tienen apenas
valor. Pero quién dice, quién puede decir que no, existan diez, que sean
notables. Y, hoy se podrían conservar. Eso es riqueza cultural.
Ahora, nadie niega el valor de
conservar la Naturaleza, de conservar la arquitectura de siglos pasados, de
crear museos etnológicos, incluso la popular. Pero pocos son conscientes, que
miles de producciones culturales, se van perdiendo cada año. Siempre indican,
que son autores y autoras de segunda o quinta fila. Pero no pensamos, que a
nivel local, comarcal, provincial, regional, todas esas producciones, quizás,
de nivel de calidad y profundidad más débil, puede o pueda tener valor, algún
tipo de valor para el futuro…
Algo que los programas de
Inteligencia Artificial, creo que harán, incluso, como ahora que están en su
primera fase, es que ante cualquier tema, serán capaces de recoger y
recolectar, ideas y conceptos y fórmulas y ecuaciones y productos que están
sepultados y olvidados. Todo el mundo, incluido yo, estamos asustados con los
cambios que producirán dicha forma de organizar el mundo intelectual y real y
material y productivo, que es la IA, pero una realidad que no creo hay dudas,
es que quizás, se pueda recoger, aspectos que están olvidados. Dormidos y
sepultados y olvidados en montañas de información y de datos. De tal forma, que
quizás, resuciten ideas y personajes y personas y obras, que de otro modo,
seguirían dormidas durante generaciones, y, al final, se perderían…
Si, si es verdad, que existen
materiales documentales de Juan Ramón en su propio museo y casa que se están
deteriorando, que estará sucediendo, con cientos y miles, y decenas de miles de
autores y autoras de multitud de saberes, que nunca obtuvieron el Nobel…
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Fin artículo 3.903º:
“Ha muerto Juan Ramón Jiménez”.
E.
20 noviembre
