Artículo Periodístico 4.061º: “Besando Ciudad Real, II”.
Los
de estas tierras deberíamos proponernos, ir visitando todos los lugares de
aquí. Si alguien dispone de siete días de vacaciones, dedicar tres hacia
dentro, y, otros cuatro hacia fuera.
Es
la manera de conocer algo de lo que está con nosotros y apenas valoramos,
conocer la historia que entra por los ojos en el olvido. Es mover el dinero
también dentro de estos límites. Es una forma y manera de amarnos a nosotros
mismos, de sentirnos a nosotros mismos, de estimarnos a nosotros mismos. Es
empezar a levantar un poco el pequeño orgullo de nosotros. Tenemos derecho
también a ocupar un pequeño lugar bajo el sol. Irnos pareciéndonos a otros
trozos de esta Europa más desarrollada, de esta España más desarrollada…
Si
no conocemos no podemos amar, si no amamos no podemos conocer. Eso es lo que
tiene que atravesar nuestros corazones hacia estos nuestros lugares cercanos, a
unos miles de metros, a unas docenas de miles de metros… en Almadén, con su plaza de toros, de
1752, quizás para descanso de los estratos sociales del pueblo, durante
generaciones, la plaza no redonda. Almadén se ha ido decayendo, como
Puertollano, pueblos de minas. Cuándo hablo con algunos de sus habitantes, con
algún poder municipal, en algunos de estas ristras de palabras e ideas, que son
las columnas periodísticas, les digo, porque no piensan hacer un Festival
Gastronómico copien el de Lalín de Galicia. Busquen un producto, y, empiecen
poco a poco, quién sabe, si no se irá convirtiendo en un foco de atracción. Les
digo a los de Puertollano y les digo a los de Almadén, pero se lo digo a todos,
a quién quiera recoger el guante de palabras y sabores futuros. Miren en el
bosque de Internet, los diversos festivales gastronómicos que existen por esta
Ibería ancestral.
Con
las pinturas de miles de años de Fuencaliente,
rozamos los ojos y atravesamos esos
colores. Fuencaliente es de esos lugares de esta mancha de la Mancha, que se
sienten orgullosos. Es una rareza y una excepción, se sienten orgullosos de su
pueblo y de sus paisajes y de sus montes y de sus cazas y de sus pinturas
prehistóricas. Hay que señalarlo. Hay que indicarlo. Su pueblo es el mejor. Y,
en tiempos de tantas crisis, es bueno recordar que eso es bueno, que se sientan
con ese orgullo bueno y necesario para vivir y sobrevivir. Ese orgullo modesto,
orgullo no soberbio, no sintiéndose superior a nadie, pero sabiendo que son y
están en esta tierra, y, deben amor y amar a esta tierra. Pero como todos, la
historia de varias generaciones, quizás desde el diecinueve también ha sido
migrar, todo Madrid está lleno de fuencalientinos, y, otras zonas de esta
Península…
Una
generación fue, parte de Fuencaliente
a Puertollano, otra generación de
Puertollano a otros lugares, muchos a Madrid.
Siempre Madrid, no olvidemos que Madrid era de Castilla La Nueva, que Madrid es
Mancha, también es Mancha, aunque ahora las divisiones territoriales políticas
y administrativas, no lo hayan hecho así. Pero Madrid es un poblachón manchego,
ya lo dijo el maestro Azorín,
todavía en el núcleo viejo de Móstoles, quedan algunas casas, que son típicas
manchegas, de barro y mampostería de dos pisos.
Peña
Escrita, que
nos enseña que antes de Roma y antes de Cartago y antes de Fenicia y antes de
las colonias griegas que atravesaran estos lugares, antes que las
comarcas-estados prerromanas, hubo seres que anduvieron por estos caminos. El
neolítico debió de ser largo por estas tierras, con inviernos muy fríos,
viviendo de esa mezcla de agricultura y cacería… ¿Qué significan esos símbolos
que tienen unos miles de años…? Saben ustedes que se han encontrado un cerdo
verrugoso den las Islas Seychelles,
en el Pacífico, de cuarenta y cinco mil años. La pintura, posiblemente como la
canción y la música y la literatura de relatos y las adoraciones a un Dios,
debe estar con nosotros decenas de miles de años. No sé, no sabemos si antes de
la invención o aprovechamiento del fuego o al mismo tiempo o un poco después.
Somos relato y somos historia de recuerdos, las pinturas son eso, deben ser
algo de eso…
Atravesar
Puertollano, ciudad que ha ido hacia
menos. Pero que la habitan seres que miran el futuro con esperanza. Que esperan
que esta oleada de vaivenes hacia atrás, se recuperen, que encuentren su lugar,
aquí en el sur de la Mancha, aquí en el sur de la provincia. Puertollano que ha
dado hijos que se han marchado a todos los lugares del mundo. También minas que
florecieron antes de la primera guerra mundial y después se fueron
engrandeciendo, y, después fueron decayendo. Como esas ciudades del Oeste
Norteamericano, que nacen de la búsqueda del oro, y, florecen como árboles y se
multiplican, y, después se van amansando, aquí fue el carbón. Pero con las
prohibiciones internacionales y otros vericuetos de la política y de la
economía mundial, han ido apagando el calor de la ciudad. Pero debe renacer.
Deben sus habitantes buscar motivos de creación de empleo. Deben cambiar de
mentalidad y empezar a crear árboles de emprendimientos. Deben ser visitadas
por el resto de los de la Mancha… Quizás el silencio-ruido de sus calles,
podría ser la esencia de Portoplano, porque nace de un nombre romano, un puerto
llano, un puerto de paso pero llano.
¡Qué
podemos indicar de Villanueva de los
Infantes, de aquel Quevedo que
dejó sus últimos huesos y respiraciones en estos lugares, aquí dónde la cultura
se mezcla con todo, el Antiguo Mercado ahora es Museo Municipal de Arte, buen
invento y buena invención y buen aprovechamiento… pero hemos pasado de rellenar
nuestras neveras con compras a decenas de personas con sus pequeños negocios, a
comprar a y en grandes superficies. Qué sucederá en las próximas crisis
históricas, con este tema. Porque no es lo mismo que vendan mi puestos de mil
personas en una región, que vendan diez puestos de diez entidades…
Villanueva
de los Infantes, un lugar que ha dado el nombre de uno de los más bonitos de
España, con su plaza. Todo en la Mancha es plaza, porque todo deviene de
griegos y romanos. Porque el lugar público es esencial. Diríamos que en Ciudad
Real y la Mancha, existen tres espacios: el lugar privado o casas privadas, el
lugar divino o iglesias, el lugar público o plazas. Todos los escritores de
España se dicen son Quevedistas o quevedianos o cervantinos o gongorinos. Todas
las tendencias durante siglos posteriores, son mezclas de estas tres… Ahora en
el pueblo están intentando rememorar y recordar al viejo maestro cascarrabias
de Quevedo. Uno de los grandes genios de la literatura, quizás, no tanto del
vivir, pero no se puede ser anacrónicos, el pecado mayor para los
historiadores, y, todos lo somos… Visitamos la celda dónde el genio y la
genialidad dio el último suspiro… les digo a las autoridades de estos terrenos,
porqué no hacen un museo, empiecen por poco, coleccionando todas las ediciones
posibles de las obras de Quevedo en todos los idiomas. Al principio solo serían
dos estanterías, después una cámara o habitación, después, quién sabe si una de
las casonas…
En
el recuerdo los dos viajeros, hace ya tiempo, llegaron a San Carlos del Valle, atravesaron una churrería y degustaron esos
manjares del pueblo, no recuerdan si con chocolate o no. Pueblo unido a una
plaza-iglesia, esas mezclas de lo sagrado y de lo terrenal, que por estas
tierras han durado siglos. Piedra y madera, y, con ambas realidades se
construyen casas para los humanos, casas para Dios…
No
le engaño a usted, intento curar heridas con las palabras y las ideas. Ese es
mi pequeño deber. Intento que los de esta provincia visiten esta provincia, que
los de la Mancha visiten esta provincia, que los de España visiten esta
provincia, los de Europa visiten esta provincia. No engaño a nadie, no manipulo
a nadie. Esto es un reportaje de invitación a que sus labios besen esta provincia…
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com © jmm caminero (19 enero-19 febr.24 cr).
Fin artículo 4.061º:
“Besando Ciudad Real, II”.
E.
19 febrero