Artículo Periodístico 4.239º: “23.000 viñetas de Antonio Mingote”.
A raíz de su fallecimiento,
tránsito, se expresaba antes, surgió en la prensa digital que realizó 23.000
viñetas de humor gráfico, sin contar ilustraciones publicitarios y algunas
pinturas.
Diríamos
que una parte de nuestro existir ha estado al lado de los dibujos de Mingote, cuándo abrías un periódico, y,
durante décadas hasta que el azar-determinación de Internet surgió, en casi
todos los bares, existían uno o dos periódicos, y, solía existir la costumbre,
de disponer de dos o tres barcas o marcas o cabeceras. Para que los clientes
mientras tomaban el café y miraban y criticaban lo último de su ciudad o del
país, pues echasen un ojo. Recuerdo como unos nos pedíamos el periódico a
otros. Por tanto, la persona que entraba en la cueva y gruta del café moderno,
especialmente por la mañana, según la categoría o costumbre del dueño, pues
disponía de uno o dos o tres distintos. Entonces, según el tiempo lo repasabas,
uno o dos o tres.
También
en las bibliotecas, existía la sección de prensa, y, dónde en todas o en casi
todas, existían todos los periódicos. Cuándo ibas, echabas un ojo a la prensa y
revistas. Ahora el otro día de algunas semanas, visité una de cierta
importancia universitaria, y, ya, no disponían de periódicos, si de revistas en
papel. Pues todo ello hacía que Mingote
de una manera o de otra, podrías encontrártelo, si no todos los días, porque no
repasabas por encima todas las mañanas o tardes, el periódico, que todo el
mundo conoce, el viejo ABC, donde llevaba décadas
rellenando las alegrías y las comisuras del papel con ideas –desde 1.953 si mi
memoria no me falla-.
Cuento
y narro y relato lo anterior, porque quizás, una persona de tres décadas de
vida, hacia abajo, no entiende o no comprende la realidad, de hace unos lustros
aquí en España. El café y la mañana y el periódico en un bar era el rito seglar
y laico, sea el que sea, estaba siempre con un periódico. Cuándo ibas a otra
ciudad, pequeña o grande, recuerdo, me gustaba entrar en bares, porque en
cualquiera existía un periódico de la zona. Me gustaba mirar otras miradas y
otras perspectivas, desde La Vanguardia en Barcelona, durante
años, siempre me gustó ese periódico, hace tiempo que no lo he visto en papel,
ahora algunos días de algunas semanas entro en su cabecera, ya que no puedes
ser suscriptor de todos. Me gustaba La Vanguardia por lo extenso que
tenía/era, por tantas hojas como tenía impresas, hace varias décadas me refiero
–no sé su situación actual en papel-.
Pero
fueses al lugar que fueses de la geografía de este terruño ibérico, en bares de
hoteles o en bares de la calle o en bares de grandes superficies, siempre
existía el periódico. En algunos casos, para que no se los llevase algún
cliente, con una moral distraída o relajada o flexible, les ponían unas maderas
con un candado, y, así podías leer el periódico con letras, y, además con un
candado, que a mí, siempre me recordaba como en la Edad Media, algunos libros
estaban atados con cadenas al marco de la mesa…
Todo
alrededor de los periódicos ha sido muy misterioso y enigmático, recuerdo en un
centro escolar, que en algunos también recibían algunos periódicos, en alguno
dos o tres de varias tendencias, y, en aquel que recuerdo, pues cinco o seis de
una marca y tintero y cabecera, y, las personas que lo recogían, recortaban los
trozos de publicidad, que coleccionando diez o veinte o treinta les regalaban
pues alguna cosa. Lo cual, que en los pasos intermedios se rellenaban de
recortes de papel, muy bien hechos, que apenas se notaban…
Todo
esto, lo he ido indicando, para mostrar la situación, que ha cambiado
completamente, cualquier periódico, o casi todos, tenían sección, casi siempre
en la opinión, de viñetas, de uno o varios autores. No solo ha caído en crisis
el periodismo de papel, sino que desde luego esta sección, cientos de
periódicos existen en Internet en Celtiberia actual, dicen que más de
ochocientas cabeceras, de un tipo o de otro, y, dicen, yo lo he visto en la
mitad, al menos la mitad no tienen secciones de viñetas. Y, era una subsección
que casi todo el mundo veía, en ocho o diez segundo, te ponían en situación de
un problema.
Creo
que uno de los errores del periodismo actual, es el abandono de esa sección por
parte de los periódicos. No ha caído el periodismo en crisis, el digital lo
muestra, pero es que antes existían doscientas cabeceras en papel, y, ahora
existen ochocientos, sin contar las Webs de radios, televisiones, y, empresas
de todo tipo, que muchas veces funcionan como periódicos, en algunos de sus aspectos.
Todo
esto, lo expreso para que entiendan ustedes, que Antonio Mingote, Forges, Peridis, Máximo, Chumy Chúmez y otras
decenas, después vinieron las parejas de viñetistas, porque todo periódico nacional o regional o
provincial, o casi todo, disponía de un viñetista o dos. La viñeta de humor era
un alimento para millones de personas, cada mañana o cada tarde. Pero Mingote,
era y es el genio. Debemos reconocerlo. No digo que otras firmas no lo hayan
sido, en su época y en su tiempo. Pero Mingote,
Antonio Mingote Barrenchina era y es el genio.
Bueno
es que no lo olvidemos, aquí mi homenaje a doce años de su tránsito. Bueno es
recordar que los Museos y Centros existentes del Cómic y, o del Humor gráfico,
no olviden dicho arte, el noveno de la historietas-cómic y de la viñeta de
humor, según algunos indican…
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (25 mayo-02 junio 2024 cr).
Fin artículo 4.239º:
“23.000 viñetas de Antonio
Mingote”.
E.
02 junio