Artículo Periodístico 4.622º: “No queremos entender la realidad, ni lo real”.
Debo reconocer, que una de las
cosas o conceptos que he aprendido a golpe de disgustos, es que la mayoría de
personas no quieren aceptar la realidad, lo real. Ni yo, tampoco.
Puede
ser, un juicio o enunciado demasiado fuerte y duro. Pero uno, que se formó
pensando que lo real, la realidad, por influencia de mil ríos, es esencial,
empezando por Zubiri, que apenas
ahora nadie cita, pero pasando por todo el pensamiento que viene desde los
griegos y del mundo hebraico, que viene desde Jerusalén, Atenas, Roma y todos
los demás centros medievales. Eso de realidad con o más verdad o bondad o
belleza. Esa mezcla de estos cuatro grandes alimentos del ser y del estar del
mundo y en el mundo…
He
aprendido, a tortazos y a golpazos, que aunque a usted le parezca algo
evidente, que no es evidente la interpretación, sino que ese hecho sucede o
sucedió, la mayoría de personas tapan
ese hecho o esos hechos o esos datos. Que es obvio y evidente, que incluso
admitiendo un hecho o clase de hechos, cada uno tiene su interpretación, e
interpretación existen al menos una docena para cada acontecimiento, hecho o
conjuntos de hechos similares…
También
a disgustos, que unos te meten a ti como persona en un bando o en otro, y, tú,
quizás tú, ni quieres estar en un lado o en otro, o, es más, ni siquiera sabes
en cual estás, o tienes que ser católico o hugonete en la Francia de hace
cuatro siglos, en plena guerras de religión, pero tú ni, quieres ser
hugonote-protestante ni católico, tú solo quieres vivir en paz y tener los
mismos derechos. O, si eres una cosa u otra, por nacimientos, no quieres
problemas con nadie…
He
aprendido hasta la saciedad, que el bolsillo es la fuente esencial para aceptar
si una realidad es verdadera o no, si es buena o no, si es bella o no. El
bolsillo/cartera/dólares/poder/poderes y los intereses, y, los intereses son de
muchos modos o maneras… por tanto, nos tapan los ojos con esos cristales y esas
miradas, y, por tanto, al final, tampoco somos capaces de ver la realidad. Pero
no solo es que no la percibamos la realidad, es que no queremos percibirla o
pensarla o verla o conceptualizarla o mirarla. No queremos captar la realidad.
La realidad nos molesta. O, al menos, muchos trozos de la realidad y de lo
real.
Tenemos
una ausencia de deseo de la realidad y de lo real. Aunque esa realidad, no te
guste, no armonice con tus planes, con tus proyectos, con tus ideas previas. No
amamos la realidad, no amamos lo real. Lo pequeño real, lo grande real. Porque
estamos metidos en este mundo lleno de intereses y de formas y de maneras de
mil modos y maneras y…
Si
encuentra usted un ser humano, que busque lo real y la realidad, en todos los
terrenos, y, que busque la explicación de lo real y de la realidad, de todo lo
real, del modo más ortodoxo y científico y verdadero y racional y argumentado
posible, y no quiera engañarse, ni mentirse, ni a usted tampoco. Si encuentra
alguien así, habrá encontrado un tesoro.
A
veces, pienso y creo y opino, que vivo y vivimos, como en un gran teatro,
porque nuestros ojos y nuestro corazón y nuestros pensamientos y nuestros
intereses y nuestras afectividades, no nos dejan ver la realidad de lo real, lo
real de la realidad, en multitud de campos de esa misma realidad, sea del
presente, y del pasado o del presunto futuro. Vivimos en un mundo que no es el
real, en algunas áreas al menos, y, vivimos en un mundo de la mente no real. Es
obvio, unas personas en unos temas, otras personas en otras. Unas, son muy
conscientes de las realidades económicas, pero quizás, apenas entienden las
realidades culturales. Unas, unas saben mucho de arte, pero poco de la realidad
cotidiana, de cómo poner un clavo en una pared. Imaginen ustedes, los miles de
casos posibles…
¿Dirá
usted, con razón, pero cómo captamos lo real…? No es tan difícil, primero que
eso que le dicen que existe, que sea real, asegúrense que tiene realidad. Que
es real en sí. Segundo, siendo real en sí, qué explicación tiene, qué
explicación ortodoxa y científica y experimental y volvamos al termino real
dispone –de las varias existentes, cual es o cual sería la realidad, por
ejemplo, dicen que llevan viendo luces en San
Francisco y en Los Ángeles de
Norteamérica, primero, ese fenómeno es real, segundo que explicación es la
real, es acaso, preguntamos, un experimento social, hecho por algún
departamento del Gobierno-.
Tercero,
aceptando que un hecho es hecho o es real, y, habiendo encontrado la
explicación más real o más verdadera. Tercero, le queda a usted aceptarlo,
aunque ese hecho o ese dato, no encaje con sus ideas previas. La tierra es
redonda y no es cuadrada, la Tierra da vueltas alrededor del sol y no al revés.
Nos guste o no. Así, si aceptamos, si vamos analizando una idea detrás de otra,
un concepto detrás de otro, acabará viviendo en un mundo, no digo mejor, pero
si más real.
Quizás,
necesitamos realidad, necesitamos realidades, quizás, necesitamos recordar a Zubiri, esa corriente de pensar que
viene de la Antigua Grecia, recordar al viejo maestro Aristóteles un poco más… ¡Quizás, evitaríamos muchos conflictos y
muchos sufrimientos si aceptásemos de verdad lo real y la realidad…!
https://bsky.app/profile/jmmcaminero.bsky.social © jmm caminero (19-29 dic. 2024 cr).
Fin artículo 4.622º:
“No queremos entender la
realidad, ni lo real”.
E.
29 dic.