Artículo Periodístico 3.255º: “Sobre el pasado”.
El
pasado puede ser referido a distintos entes: lo social o la sociedad, el
Estado, una ciudad, una familia, unas personas y… pero, diríamos que todo el
mundo maquilla el pasado.
Cuando estudiaba historia e
Historia, de forma reglada y no reglada, una realidad que me apasionaba y,
todavía lo hace, ahora en menor grado, quizás, porque hayan fallecido ya muchas
neuronas, quizás, porque los líquidos intersinácticos se hayan ido aflojando,
quizás, todo ese complejo que llamamos experiencia y melancolía, quizás, toda
la bodega de esperas y esperanzas, que quizás, no se hayan cumplido, aunque
hayas labrado esos campos durante décadas… Cuándo estudiaba historia se
indicaba que nada se puede demostrar en historia/Historia si no hay un
documento, y, este resulte cierto y verdadero… ¡Y, después se interpreta
correctamente…!
Hasta ahora, durante décadas, lo
que he ido observando es que la inmensa mayoría de entes y entidades, lo que
hacen es, primero seleccionar y archivar lo que les conviene –salvo
excepciones-, segundo, ir olvidando documentos y archivos y datos que creen que
no les conviene, tercero, ir desdibujando el pasado y los documentos que no
convienen, cuarto, dar una interpretación histórica modulada o moldeada por los
intereses del hoy o el porvenir del futuro (sea a nivel personal o individual,
social, colectivos ideológicos, estratos sociales, familias, empresas, etc.).
Hace décadas en una entidad equis
pública o de funcionarios, no indicaré el nombre, en la etapa de la Transición
española, la mayoría de los trabajadores de dicho recinto, varias decenas, se
afiliaron a sindicatos de izquierdas en un mismo amanecer. La pregunta era
obvia y evidente, ¿querían que se tapase algo de su pasado…? Aquí, viene a
cuento el chiste de humor gráfico, que en algunos ambientes sentó muy mal, que
venía a indicar en cuanto al color político… “el bisabuelo negro, el abuelo
azul obscuro, el padre azul claro, el nieto rosa, y, el biznieto, el color que
convengan…”. Puede que en grandes capitales esto se desdibuje demasiado, pero
en provincias, la cosa es evidente y clara.
Pero el problema no es que
existan personas con suficiente inteligencia emocional sociopolítica para
siempre subirse al caballo ganador, porque por eso hay que dar y ofrecerles un
homenaje, sino que sucede el “complejo de los nuevos cristianos”, que indicaban
en el siglo XVI, los “nuevos cristianos, procedentes del judaísmo, trataban con
más rigor y radicalidad y negatividad a los judíos, que los viejos
cristianos…”. Cómo tenían que demostrar que eran fieles a la nueva fe, eran
demasiado radicales, y, ni siquiera a los que eran viejos en esa fe/ideología,
los trataban de forma correcta…
El filósofo y escritor Julián Marías,
en un artículo La confesión histórica publicado en El País, el 22 de junio
de 1976, trata algunas de estas cuestiones y temáticas, especialmente, en/de
aquellas épocas sociopolíticas. La realidad humana es enormemente compleja, el
tema de la Transición, ya se vislumbra, con documentación suficiente, que fue
impulsada, en gran parte, aunque no solo, por el propio régimen, por fuerzas
externas internacionales y apoyado por fuerzas internas, no solo políticas,
sino económicas, religiosas, culturales… Por eso, pudo darse una evolución, en
cierto grado pausada y temperada –sin negar las fatigas y sufrimientos que se
pasaron, porque el golpe de Estado de 1981, el que escribe estas líneas estaba
en el servicio militar obligatorio, además de crisis económicas…-.
Todos los entes
socioantropológicos, de algún modo reescriben el pasado, para controlar el presente
y gestionar según sus fines el futuro. Pero la cuestión grave y leve y mediana,
es si la ciencia histórica o el saber histórico, con las metodologías propias,
debe jugar a ese juego del medio engaño o de la media mentira. La gran pregunta
es si los historiadores profesionales deben, sea la que sea su ideología, no
intentar ponerse las gafas del mayor grado de racionalidad e imparcialidad y
explicar la realidad. Para eso, intentar que los archivos y documentos no se
pierdan, no se destruyan, se conserven los más posibles…
Pondré dos ejemplos: puede
ocurrir que en los entornos familiares amplios, solo exista una interpretación
sobre los acontecimientos del interior de esas familias. Y, unos miembros sean
los malos y otros los buenos, pero en realidad, es al revés, las victimas son
tomadas como malas, y los verdugos como buenos. Si esto ocurre, más de lo que
creemos en los entornos familiares, qué ocurrirá en otros ámbitos.
Pongamos, otro ejemplo,
analicemos la cuestión artística en una sociedad. Existen en cada generación
miles de personas, que dedican, lustros o décadas a la formación artística y a
la producción artística. Al final, solo van quedando unas decenas, el resto, se
pierden en el olvido de la historia. Los mecanismos del olvido, además, de la
sabida falta de calidad, son muchos, pero esa es la realidad. Pero la pregunta,
no sería mejor para el saber artístico, que en la medida de lo posible, en
forma virtual, se conserven obras, aunque sea en imágenes, de miles, docenas de
miles de autores y autoras de una generación. Así, los que se consideran/en que
tienen que ser elevados a las alturas, puedan compararse ahora y dentro de cien
años, con lo que se hacía en ese tiempo. ¿O, eso es precisamente lo que no se
quiere…?
El problema de las ciencias sociales,
de casi todas, es percibir y coleccionar y archivar datos. Que estos se
conserven, para que en el futuro se puedan analizar de forma correcta y
adecuada y verídica o verdadera, la interpretación más correcta, la realidad
más real. O, al menos más verdadera. ¿Pero queremos hacerlo, tenemos voluntad
de realizarlo…?
¿¡Y, pasa tu modesta vida, y, se
le/te caen las aguas en forma de gota, de los ojos, porque sufren/s el dolor de
la desesperanza/fracaso, y, ni siquiera pueden hablar con claridad, menos escribir
su visión del mundo… porque existen muchos poderes, grandes y medios y
pequeños, y, tú, tú/yo eres una hormiga frente a un elefante…!?
http://filosliterarte.blogspot.com.es ©
jmm caminero (27 octubre-02 noviembre 2022 cr).
Fin artículo 3.255º:
“Sobre el pasado”.
E.
02 noviembre